Cuando se mezclan el fútbol y la política suelen suceder cosas como las que pasaron anoche en Belgrado. El deporte es un juego y está pensado para disfrutar. Pero si ya hay confrontaciones entre equipos cuyas aficiones son adversarias, cuando trata de selecciones con pasado bélico, la batalla aumenta exponencialmente. La FIFA decretó el Serbia - Albania como un partido de ''alto riesgo''. La calificación se quedó corta con lo acontecido sobre el césped.

Todo normal hasta el minuto 43. Entonces, un 'dron' sobrevoló el estadio izando una bandera de Albania. Mitrovic, indignado, la atrapó. Los jugadores albaneses se sintieron ofendidos por el gesto del serbio y se avalanzaron sobre él propiciando una fuerte pelea que culminó con los equipos en los vestuarios. El árbitro, precavido, decretó el final de un encuentro con poco fútbol y mucho pasado.

Antonio Rukavina, que vio el partido desde su casa a causa de la lesión que sufrió ante el Apollon Limassol, lo veía venir. La rivalidad entre Albania y Serbia por el territorio de Kosovo es enorme. "He hablado con Mitrovic, me ha dicho que había un buen ambiente en el partido antes del momento de la bandera. Iba todo bien, la gente estaba más tranquila de lo previsto y lo único que hizo fue quitar la bandera por su orgullo nacional'', comentó Rukavina en 'El Larguero' de la Cadena SER.

''Esas provocaciones sobran en los campos de fútbol'', admitió el lateral amarillo, que, seguidamente, concluyó con que se estaba intentando poner en contacto con Rama, futbolista albanolkosovar con el que compartió vestuario en Valladolid para que le explicase su versión.