Dos equipos. Dos aficiones. Un derbi. El Madrigal iba a ser testigo del derbi valenciano por excelencia entre Valencia y Villarreal. Los valencianos, en busca de recuperar el trono perdido la temporada pasada; los amarillos, a mantenerlo.

Menos de un minuto de juego necesitó Rodrigo para poner el primer ¡uy! en la grada. Centro desde la banda que acaba atajando Asenjo.Los de Nuno están en estado de gracia y como ya mostraron ante Elche o Atlético salen enchufados desde el minuto 0.

Del cielo a la tierra en segundos

No tardaron en reaccionar los locales. En casa se muestran sólidos y llegó la réplica. Jugada por banda izquierda, llegada desde atrás de Trigueros y la pelota por arriba del larguero. A pesar de ello, el manchego iba a ser protagonista sin quererlo.

Lo mágico y lo cruel del fútbol. La cara y la cruz de la moneda. La personificación, Trigueros. En la jugada posterior a su remate, el centrocampista colaba en su propia portería un centro de Feghouli. Tocaba remar a contracorriente.

Tras el gol los de Marcelino tomaron las riendas del partido. Buscando en la mayor parte de las jugadas el tendón de Aquiles ché -la banda derecha-, comenzaron a crear peligro sin materializarlo. Chéryshev –como viene acostumbrando-, se convirtió en el líder del ataque ‘groguet’, pero hoy no sería su día. Ni el del resto de compañeros. Gran parte de culpa la tendría Alves. El meta brasileños desbarató hasta en cuatro ocasiones las acometidas amarillas. Siendo clave una doble parada del propio ruso al filo del descanso.

Juego para unos, goles para otros

La actitud valencianista, la omnipresencia de Fuego –que dio oxígeno y fuerza al equipo-, hizo que la ausencia de Parejo no fuera a mayores. Al contrario que con la falta de André  Gomes en Riazor. Los de Nuno conseguirían irse al descanso con victoria por la mínima. Sin merecerlo.

El inicio de la segunda parte comenzó como acabó el primer acto: con un paradón de Diego Alves. El Villarreal seguía desplegando juego y creando ocasiones, pero la solidez defensiva del equipo de la capital del Túria impedían que se igualará el encuentro. La verticalidad de los delanteros amarillos, hacía que el Villarreal comenzara a hundirse a orillas del área rival. Gerard y Vietto dieron más movilidad a los delanteros, pero sus incorporaciones fueron con el partido ya sentenciado.

Mustafi, goleador oculto

Cuando el 1-1 parecía más cerca que el 0-2, Mustafi apareció para recuperarle la corona de la Comunitat al Valencia. Por partida doble, el campeón del mundo perforaría la meta de Asenjo. Primero con un cabezazo tras un centro desde la derecha en el minuto 64; y posteriormente con un derechazo a la salida de un córner en el 73.  El central había conseguido en menos de diez minutos lo que sus delanteros fueron capaces de hacer en 90.

El Valencia no estuvo cómodo en ninguna parcela del encuentro, pero volvió a demostrar su efectividad de cara a gol. No perdonan. Y así lo demuestran los números: siete victorias y tres goles en cada una de ellas.

Con el partido decantado para los visitantes, Trigueros puso la puntilla en el minuto 87. El gol del honor amarillo. El de Talavera fusilaba a Alves tras una buena asistencia de Gerard tras deshacerse de dos defensas dentro del área...

El Villarreal encadena su segunda derrota consecutiva ante rivales directos, y se mantiene con 14 en la tabla clasificatoria. Por su parte, en Valencia con un juego prácticamente a cuentagotas suma ya 23 puntos en Liga y iguala su mejor arranque liguero.