Villarreal - Córdoba: el empate sabe a derrota

La Liga va encarando su recta final, y todo indica que Villarreal y Córdoba disputarán un partido a cara descubierta en El Madrigal, sin lugar a especulaciones. Ninguno de los dos conjuntos vería a priori con buenos ojos firmar las tablas.

Los groguets, que llevan cinco jornadas sin conocer la victoria, y tras haber dicho adios a cualquier posibilidad de optar a Champions, buscan cerrar la temporada de forma exitosa, con una sexta plaza que cualquiera habría firmado al empezar la temporada, pero que ahora mismo, tras los últimos acontecimientos, podría resultar algo descafeinada.

La eliminación sin paliativos tanto en Europa League como en Copa del Rey a manos de Barcelona y Sevilla, la última mala racha de resultados dejando una imagen que nada tiene que ver a la ofrecida al principio de la temporada, y el último varapalo sufrido con la gravísima lesión de Mateo Musacchio, han resultado ser demasiadas circunstancias adversas.

Todo lo que no pase por vencer al colista este fin de semana empañaría aún más los últimos meses vividos. La ventaja de cinco puntos respecto al Málaga, séptimo clasificado, aún es cómoda, y además los boquerones se enfrentan al Real Madrid esta jornada. Dejar escapar esta oportunidad para seguir atando cabos y no complicarse la vida a última hora, crearía inquietud en un equipo que desde la llegada de Marcelino hace tres temporadas, es una balsa de aceite.

El centro de la zaga amarilla se presenta en cuadro, con Musacchio y Dorado lesionados. La nota positiva la ponen Cheryshev, con su vuelta al once titular, y Vietto, que finalmente ha sido convocado tras superar su lumbalgia.

El Córdoba, a quemar sus últimos cartuchos

Los califas, por su parte, acuden a El Madrigal casi a la desesperada, a 9 puntos ya de la salvación, tras destituir a dos entrenadores, y con tan sólo tres victorias en su casillero desde que comenzó la liga. Con esta situación, en los siete partidos que restan, ningún otro resultado más que la victoria servirá a los de Jose Antonio Romero, que desde su llegada ha cosechado tres derrotas y un empate.

Ni tan siquiera el impulso que suele dar el cambio en el banquillo ha conseguido que los cordobeses levanten cabeza, y una hipotética reacción parece ahora mismo milagrosa para un Córdoba que a lo largo de la temporada ha mostrado momentos de buen fútbol, pero que al mismo tiempo se ha mostrado excesivamente endeble en la línea defensiva.

Precisamente los blanquiverdes afrontarán este "hueso" con numerosas bajas, sobre todo en la línea defensiva; en primer lugar, la de un hombre trascendental atrás como Pantic, por claúsula de cesión. Borja y Pinillos no estarán por sanción, mientras que Íñigo López y Fede Vico, que es baja de última hora, tampoco viajaran al no superar sendas molestias.