La fortuna no está del lado del Villarreal en este tramo final de temporada. Hoy además por partida doble. El equipo amarillo hizo méritos suficientes para puntuar esta noche ante el Atlético, pero la falta de puntería y un despiste puntual en defensa propiciaron que los tres puntos se marcharan hacia la ribera del Manzanares.

Más allá de la derrota y alargar la sequía de victorias a ocho partidos, las lesiones volvieron a hacer mella en el conjunto de La Plana. El damnificado en esta ocasión fue Sergio Asenjo, que tuvo que ser sustituido a pocos minutos del final tras sufrir un pinchazo en la rodilla que tantas molestias le ha causado a lo largo de su carrera.

Mucha intensidad, pero pocas ocasiones

Las múltiples ausencias del Villarreal provocaron que Marcelino sacara un once inédito esta temporada. Con laterales naturales como Rukavina y Jaume Costa reconvertidos a la fuerza en exteriores, los amarillos se encomendaron a Gerard y Campbell para que pusieran en aprietos a la zaga rojiblanca. El primero estuvo algo desacertado, pero el costarricense se convirtió en el arma ofensiva más peligrosa. Incisivo y con mucho desborde, el jugador cedido del Arsenal lideró esta noche el mermado ataque del Vilarreal.

Mientras tanto, Mandzukic, que volvía a la titularidad, y Griezmann fueron los rojiblancos que causaron mayor revuelo en el área local. De ellos dos salió una pared que pudo acabar en penalti de Víctor Ruiz y en las botas del delantero francés, en estado de gracia, a punto estuvo de producirse el primer gol del partido. Pase largo que Griezmann controla con su habitual elegancia y latigazo que impacta en la cepa del palo de Asenjo.

Sin embargo, el empuje rojiblanco se fue diluyendo con el paso de los minutos y fue el Villarreal el que gozó de la oportunidad más clara de la primera mitad. Falta lateral botada por Trigueros, cabezazo de Víctor Ruiz que salva magistralmente un inconmensurable Oblak y Godín saca bajo palos el rechazo.

Torres decidió con una gran jugada personal

El buen final de primera parte animó al Villarreal a buscar más la portería contraria. Sin mucha convicción y con una evidente falta de ideas, pero con ahínco de romper su preocupante sequía anotadora. La mayoría de acometidas provenían de Campbell, eléctrico durante todo el partido.

El Atlético, pese a que necesitaba la victoria para asegurar el tercer puesto, se veía dominado por un 'Submarino' al que la puntería no le acompañaba en ningún momento.

Esa falta de ambición viró con la entrada de Fernando Torres. La zaga colchonera se mostraba sin fisuras, pero necesitaba un revulsivo que les diera mayor presencia en ataque. Ahí es donde entra la figura de El Niño.

El delantero de Fuenlabrada estaba contando con un protagonismo mucho menor de lo que se esperaba, pero hoy, ante su presa preferida, dio los tres puntos a su equipo. Bailly hizo una cesión defectuosa hacia atrás y Torres aprovechó el error para regatear a Asenjo, dejar vencidos a los defensas y marcar a puerta vacía.

9 goles en 11 partidos de Torres ante el Villarreal. Pese al duro mazazo, el conjunto amarillo se rehizo e intentó igualar la contienda, aunque bien es cierto que Griezmann pudo ampliar la diferencia en el marcador de no ser por una gran parada de Asenjo.

Un Asenjo que minutos después protagonizó la jugada accidentada del partido. El palentino pisó mal tras un salto y se tiró al suelo evidenciando grandes muestras de dolor. Todo el mundo imaginaba lo peor cuando se echaba la mano a su rodilla. Afortunadamente, aunque aún no se conoce el alcance de la lesión, el guardameta pudo retirarse del campo por su propio pie.

A la postre, victoria fundamental para el Atlético, que se consolida una jornada más en la tercera plaza. El Villarreal, en cambio, sin gol, sin puntuar y con un lesionado más en la enfermería. El mal fario se ha hospedado esta recta final de temporada en El Madrigal.

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