El aficionado ‘groguet’ se despertó hace unos días con la noticia de que Fernando Roig, presidente del Villarreal CF, tenía en mente cambiar el nombre del estadio El Madrigal, que pasaría a llamarse Estadio de la Cerámica. Una jugada maestra del presidente para aumentar los beneficios del club y para poder competir económicamente con sus rivales en la clasificación de la Liga BBVA.

Según el periódico Mediterráneo, este cambio de nombre podría suponer un ingreso de entre tres y cuatro millones de euros anuales. La cerámica es el sector industrial más importante de la provincia y es el número uno en las exportaciones de Castellón. Además, Fernando Roig es propietario y presidente de la industria ‘Pamesa cerámica’, y no ha dudado a la hora de intentar que las demás firmas azulejeras de Castellón aporten su granito de arena para llevar adelante este proyecto.

Otra de las jugadas de Fernando Roig estaría ligada a la fachada del estadio, y es que dispondrían de un diseño original a base de azulejos que podría variar temporada tras temporada, promocionando así al ámbito nacional e internacional los productos de la provincia y dándole al estadio un aspecto distinto cada año. La fachada serviría como un expositor de los productos que irían saliendo al mercado, y el protagonista estrella sería la fachada del gol sur al ser más amplia y al estar al lado de la plaza del Llaurador. Además, también se pensó en la posibilidad de adjudicarles nombres de marcas a las puertas del estadio.

El Villarreal CF crece de manera vertiginosa. Una gestión para admirar, numerosas participaciones en competiciones europeas, y estos últimos veranos ha realizado giras por Australia y China. El Submarino Amarillo se ha dado a conocer en todo el mundo, y ahora se pretende que se vincule en el mundo el principal producto industrial de la provincia de Castellón con la marca Villarreal.