Pocos estadios en el panorama nacional tienen detrás de ellos esos fantasmas que evitan festejar alegrías a los forasteros como ocurre en el feudo del Real Betis Balompié. El Villarreal se encuentra en medio de este foco hostil donde para cosechar puntos hay que sudar y mantener la concentración durante los noventa minutos. La fuerza de la voz de la afición y el ímpetu de un equipo histórico multiplican las dificultades de rascar algo positivo del estadio verdiblanco. 

La temporada 2013/2014 comenzaba con ilusión en tierras castellonenses tras el costoso ascenso de la categoría de plata del fútbol español. Un año de cambio que sirvió al club para cambiar cromos y crear una nueva plantilla con gente como Bruno o Musacchio como pilares imprescindibles del 'Submarino' para la vuelta a la máxima categoría del fútbol español.

Las ganas eran incontroladas y la ilusión de un pueblo volvía a rugir en Primera División -tras un año alejado de los encuentros ante los mejores equipos en el panorama nacional-. El curso comenzaba en Almería, enfrentándose por cuestión del destino ante el mismo equipo contra el que el Villarreal logró su billete en primera clase hacia el olimpo del balompié español.

Remontadas con sabor a miel

El equipo mantenía las bases del equipo que logró el ascenso unos meses atrás, sin embargo el inicio no sería sencillo y se encontraría con el otro equipo recién ascendido con más intensidad y competitividad adelantándose en el marcador en dos ocasiones con sendos tantos de Rodri. Empero, el Villarreal fue mejorando con el carrusel de cambios y los nuevos futbolistas sobre el terreno de juego dieron ese plus que les permitió llevarse los tres puntos de los Juegos del Mediterráneo por un resultado de 2-3 con goles de Giovani y Jonathan Pereira en los minutos finales.

La segunda jornada suponía la vuelta ante su afición, unas gradas cubiertas con el color amarillo que esperaban con ganas volver a ver rodar el esférico en la categoría de oro. No obstante, la heroica volvía a ser el protagonista durante los noventa minutos tras ver como el Valladolid se adelantaba con un gol de Javi Guerra. En esta ocasión, la entidad amarilla supo reaccionar con mayor rapidez y antes del descanso Musacchio puso las tablas. El mayor jolgorio se viviría con un sprint de Cani que con pausa pondría el esférico en la escuadra izquierda de Mariño para dar la victoria al Villarreal con una nueva remontada.

Un magnífico inicio

Tras dos victorias parecía que el equipo había cumplido en el inicio de campaña, pero sin embargo los jugadores no se conformaron con ello y mantuvieron una estabilidad de juego y un estilo de contraataque que pulverizó al Osasuna en la tercera jornada, pese a disputar el encuentro como visitantes. Al final un 0-3 que mostró la superioridad del cuadro amarillo durante el partido.

En el cuarto partido liguero llegaba la primera piedra en la vuelta del 'Submarino'. El Real Madrid llegaba a El Madrigal con la condición de favorito, no obstante, se encontró con un Villarreal serio y rápido que les pilló desprevenidos en varios contraataques donde solo Diego López pudo evitar la derrota blanca. El resultado reflejaba al final de los noventa minutos un empate a dos que dejaba contentos a los blancos y con un toque más agridulce a los amarillos.

Un nuevo empate cosecharía el equipo de Marcelino García Toral en la quinta jornada donde visitaría Balaídos. La ausencia de goles y de espectáculo hicieron del choque noventa minutos de un juego estratégico donde los dos entrenadores hicieron visibles las horas de pizarra durante los entrenamientos.

La sexta jornada sería la última consecutiva donde el conjunto de la Plana Baja conseguiría sacar puntos. En esta ocasión no volvió a fallar ante su afición y derrotó con brillantez al RCD Espanyol en un encuentro donde Perbet se convirtió en la estrella del partido con su indomable capacidad goleadora.

El feudo del Real Betis de nuevo la 'oveja negra'

Seis jornadas con una condición de invicto que les aupaba a recibir el apodo de la revelación del inicio de temporada. Unos buenos números que le dejaba entre los equipos punteros de la clasificación. Sin embargo, el Benito Villamarín acabaría con esa vitola del 'Submarino' con un solitario tanto de Nosa cuando corría el minuto 35 de la primera mitad. 

Un choque donde el conjunto visitante pudo seguir con su buena actuación en el primer tramo del curso, pero se topó con un inspirado Sara que detuvo todas las acciones de peligro de la entidad castellonense. 

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Sobre el autor
David Sánchez Fabregat
Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.