Y los sueños, sueños son. Así dice Calderón de la Barca en su obra ''La vida es sueño'', y así es como, muy posiblemente, debe sentirse toda la afición del Villarreal. Las victorias y el momentáneo liderato de su equipo generan muchísima ilusión, si, pero en Vila-real saben de la dificultad de plantar cara a los dos colosos de nuestra Liga, Real Madrid y FC Barcelona. Logró la proeza el Atlético de Madrid en la temporada 2013-2014, coronándose campeón de la competición con total merecimiento y tumbando el creciente duopolio de blancos y azulgranas. En esa misma temporada, el Villarreal vivía su campaña de regreso a Primera División tras el fatídico descenso de categoría al término de la temporada 2011-2012. A día de hoy, en la sexta jornada de la Liga BBVA 2015-2016, los amarillos lideran la clasificación con total merecimiento, liderato producto del trabajo, el esfuerzo y la ilusión. 

El sueño, como tal, comenzó en el día de ayer. Tras lograr cuatro victorias consecutivas (ante Espanyol, Granada, Athletic y Málaga), y olvidar el pinchazo inicial en el Benito Villamarín ante el Real Betis, el conjunto de Marcelino García Toral se veía las caras con un amenazante Atlético de Madrid, con estrellas de la talla de Jackson Martínez, Koke, Godín o Torres, y comandado por un gran entrenador, actualmente ya consagrado en el olimpo de los técnicos: Diego Pablo Simeone. Los rojiblancos hincaron la rodilla en El Madrigal, con un gol de ''su'' Leo Baptistao (se encuentra cedido con opción de compra en el Villarreal) y vieron como su sistema de juego debe ser renovado, pues el factor sorpresa ya no existe. El Villarreal entregó el balón al conjunto madrileño y aprovechó su oportunidad en una peligrosa contra comandada por Trigueros y Soldado, que finalizó Baptistao con un bonito tanto. El Atlético fue incapaz de generar ocasiones claras de gol para empatar el choque y cosechó su segunda derrota de la temporada (la primera fue ante el Barça por 1-2, en la jornada 3).

Con los tres puntos en el bolsillo, al Villarreal le tocaba esperar un empate o derrota del Celta de Vigo en Eibar para lograr el histórico liderato. En su trayectoria en Primera División, no han sido pocas las veces que el Submarino se quedaba con la miel en los labios. En anteriores temporadas, pinchazos de partidos, en teoría, asequibles, impidieron al conjunto castellonense colocarse líder en solitario de la Liga. En esta ocasión, la suerte sonrió a los amarillos. El conjunto entrenado por el ''Toto'' Berizzo no pudo ganar en Ipurua y el encuentro finalizó 1-1, resultado que aupaba al Villarreal a la cima, al tan ansiado liderato. 

Como dijo Marcelino en rueda de prensa, el liderato es anecdótico, si, y seguramente no le dure demasiado al Submarino Amarillo. Sin embargo, y como ya ha quedado demostrado a lo largo de la extensa historia de este deporte, todo es posible. Y en el Villarreal, ninguno quiere despertar de este bonito sueño que tanto, tanto ha tardado en llegar...