Dicen que los récords (y en este caso las rachas) están para romperse. Que se lo digan al Villarreal. El conjunto amarillo ha visto como, en tan solo dos jornadas, ha bajado de lo más alto de los cielos a la tierra de los mortales. Además, ha perdido su condición de invicto, tanto en casa como lejos de El Madrigal. El fortín ya no es lo que era. 

Hubo un tiempo en el que jugar en tierras castellonenses era sinónimo de sufrimiento. Equipos como Manchester United, Benfica, Inter de Milán, o los propios Real Madrid y FC Barcelona lo padecieron. Hasta los más grandes han hincado la rodilla en El Madrigal. Ya en tiempos de Manuel Pellegrini, el Submarino derrotaba a los más grandes del viejo continente. El gol de Arruabarrena al Inter (cuartos de Champions League 2005/2006), la cara de Rijkaard en el banquillo tras la goleada a los suyos (Villarreal 3-0 Barça) o incluso en tiempos más modernos, la victoria (3-2) frente al Real Madrid de Juande Ramos en la temporada 2008/2009. 

Tras el ascenso a Primera, el Villarreal sufrió una importante renovación, tanto a nivel económico como deportivo. Poco a poco, el proyecto de Marcelino García Toral fue consolidandose y las clasificaciones para UEFA Europa League son buena prueba de ello. Sin embargo, El Madrigal no es el fortín de antaño. No son pocos los equipos de menor categoría que cuajan buenos encuentros en el feudo castellonense, aunque luego cosechen una derrota. Esto parecía haber cambiado en esta temporada 2015-2016. Hasta hoy, los encuentros de El Madrigal eran contados por victorias, y los rivales apenas generaban peligro en área local. 

Eduardo Berizzo debió tomar nota de lo que sus colegas Sergio, Valverde y Simeone hicieron mal, pues hoy el Celta supo jugarle al Submarino en todo momento. Alternó momentos de control de pelota con fases de contrataque y terminó tumbando al Villarreal, como ya hizo el Levante la pasada jornada (1-0), acabando con la condición de invicto del mismo. De esta forma, el conjunto gallego recoge el testigo del Atlético, el último equipo que ganó en este estadio (jornada 34 de la Liga BBVA 2014/2015, 0-1). Los cimientos del templo amarillo deben reforzarse y volver a ser los de antaño. De lo contrario, el Submarino lo pasará mal. 

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