Tras su segunda derrota en liga de forma consecutiva ante el Celta de Vigo en el Madrigal, con la que descendió del liderato a la quinta posición, el Villarreal volvía a la Europa League. En frente, un Dinamo de Minsk, colista del grupo E con cero puntos y que se medía por primera vez al conjunto castellonense en su historia, que esperaba sacar algún rédito del Madrigal en forma de puntos y alargar la mala racha del Submarino Amarillo. 

El Villarreal es segundo del Grupo E, con tres puntosPor su parte, el conjunto de Marcelino, tras su derrota inaugural ante el Rapid de Viena, consiguió enmendar el fracaso con un triunfo en la pasada jornada de la Europa League ante el Viktoria Plzen checo gracias a un tanto del brasileño Leo Baptistao. Así, el conjunto groguet trataría de seguir la estela del líder, el Rapid de Viena austríaco, líder con seis puntos, e intentar disputar el primer puesto del grupo con una victoria ante el combinado centroeuropeo.

Para dicho propósito, el técnico de Villaviciosa se mostró intratable y siguió aplicando en su máximo grado su política de rotaciones. Por tanto, a diferencia del último encuentro ante el conjunto gallego, Barbosa se encargó de proteger la virginidad de las mallas amarillas en el día de hoy, con Bailly y Víctor Ruiz como repetidores en defensa y entrando Rukavina y Jokic por Mario Gaspar y Jaume Costa. Jonathan Dos Santos se convirtió en pareja de baile de Tomás Pina en la medular amarilla con Cédric Bakambu como pareja de Soldado en punta y con Samu García y Denis Suárez como escuderos de la dupla atacante desde los extremos. Siete cambios hizo el míster asturiano con respecto al encuentro liguero ante el conjunto olivico para tratar de lograr la victoria en la noche de hoy.

Por su parte, el preparador del conjunto bielorruso, Vuk Rašović fue más continuista que su homólogo amarillo y presentó en el tapete del Madrigal un once bastante parecido al que consiguió ganar al Slutsk en su último encuentro de la Premier League Bielorrusa, en la cual figura como segundo clasificado a diez puntos del líder, el BATE Borisov.

Inicio parejo de ambos conjuntos

Los primeros minutos del encuentro dejaron a un Villarreal que pretendía hacerse con el timón del encuentro pero las imprecisiones, cuando llegaba al área bielorrusa y en el toque, imposibilitó alguna ocasión clara de gol de los amarillos frente a los de Rašović que se mostraban firmes atrás esperando alguna contra con la que inquietar la meta defendida por Barbosa.

Tras un inicio titubeante, ambos conjuntos empezaron a disponer de acercamientos peligrososA los diez minutos del encuentro, el Villarreal gozó de la primera gran ocasión del encuentro. Bakambu se marchaba de los centrales visitantes y, en un mano a mano con Gutor, el arquero bielorruso atajaba con la pie izquierdo el chut raso del franco-congoleño, desbaratando la primera oportunidad de gol de los amarillos. Sin embargo, el Dinamo de Minsk también quería tener protagonismo en este inicio de envite. Un cabezazo de Rassadkin se marchó arriba, besando el arco de Barbosa, llevando el susto a la parroquia local.

El Villarreal asesta el primer golpe

Tras varios partidos ausente, Bakambu se volvío a citar con el golTras su primera ocasión, Bakambu, el más activo y peligroso de los amarillos en este comienzo, quiso resarcirse y, a la segunda que tuvo, consiguió su premio. En el minuto 17, una asistencia rasa desde la derecha de Samu García tuvo como lugar de destino al killer congoleño que, en el primer palo, tocó de primeras en el área pequeña para introducir el balón en las mallas visitantes. 

El gol no amilanó a los bielorrusos, muy firmes atrás y con argumentos a la hora de hilvanar sus ofensivas en este inicio, y demostró a los amarillos que no se derrumbarían fácilmente. Una falta desde la frontal botada por Udoji dejó constancia de las intenciones visitantes, que tratarían de pelear el resultado del encuentro.

Bakambu vuelve a reivindicarse

Pasaba la media hora del encuentro y el Submarino Amarillo, en vez de relajarse en la circulación del balón y aumentar su dominio del encuentro, se mostraba inseguro e impreciso en el toque y solo conseguía penetrar con facilidad la muralla visitante por bandas ante un conjunto bielorruso bien plantado atrás y que no había perdido la cara al encuentro.

El Villarreal puso tierra de por medio con dos goles en 32 minutosSin embargo, los goles es lo primordial en el fútbol y el conjunto amarillo tiene mucha pólvora arriba. Una magnífica triangulación, iniciada por Dos Santos desde la medular, acaba en las botas de Rukavina tras un balón cruzado del mexicano y el serbio, en el papel de Samu García en el anterior tanto, pone el balón en el área pequeña para que el Bakambu rematara a placer, subiendo el segundo tanto castellonense al marcador. Sin hacer un gran encuentro, el Villarreal tenía el choque muy encarrilado.

El tanto bajó el ánimo de los blancos, los cuales empezaron a dejar grietas atrás mientras que los de Marcelino empezaron a ganar en confianza atrás y a templar el ritmo del encuentro, aumentado sus prestaciones ofensivamente y la calidad del juego ofrecido en estos primeros cuarenta y cinco minutos de encuentro.

Así, la primera parte concluyó con un Villarreal como ligero dominador del encuentro y letal en el área bielorrusa mientras que los visitantes fueron bajando su ímpetu a medida que avanzaba el encuentro y se vieron con una doble desventaja en el marcador al bajar el primer tiempo el telón.

El Submarino aumenta su dominio

El segundo tiempo dejó en su inicio la entrada de Nahuel Leiva por Bakambu, siendo el hispano-argentino la pareja de Soldado en la punta de ataque.

Los primeros instantes del segundo tiempo dibujaron a un Villarreal como dueño del centro del campo y pecando de acierto en el último pase. Por su parte, el Dinamo de Minsk ponía más corazón que fútbol en sus contadas ocasiones en el área amarilla e intentaba cogerle el pulso al encuentro sin demasiada fortuna.

El conjunto groguet se hizo con el dominio del encuentro al erigirse en jefe de la medular del MadrigalEl Submarino amarillo volvió a rondar el tercer gol. Una combinación entre Rukavina y Samu García continuó con un centro botado por el extremo español sin que Soldado pudiera aprovecharlo. El Villarreal se terminó, así, de hacer con el timón del encuentro.

Soldado se suma a la fiesta

Las ocasiones se acumulaban y era cuestión de tiempo que llegase el tercer gol local frente al primer gol de los bielorrusos en la competición europea. 

Soldado evitó que Bakambu fuera el único protagonista de golDenis Suárez, muy activo en la cita de hoy, puso pausa al juego y se saco de la chistera un pase al hueco sensacional para que Soldado, en un mano a mano con Gutor, regateara espléndidamente al meta visitante para anotar a puerta vacía el tercero de los amarillos. Los de Marcelino parecían dejar sentenciado el partido mientras que los de Minsk se veían cada vez más chicos en el Madrigal.

Bailly se disfraza de killer

El mejor juego de los de Castellón de la Plana en esta segunda parte encontró su premio y Bailly anotó su primer gol con la elástica amarilla en competición europea.

El defensa africano se vio en las visicitudes del gol por primera vez esta temporada Un apertura a banda derecha de Soldado para Nahuel Leiva culminó con un centro raso al segundo palo del hispano-argentino para que el zaguero costamarfileño empujara a placer para sentenciar definitivamente el encuentro.

Los cambios del técnico asturiano en el segundo tiempo surgieron efecto, viéndose a un Villarreal notablemente mejor en este segundo tiempo con la entrada de un Trigueros sensacional basculando el juego local y aplastando a los visitantes, los cuales bajaron los brazos y empezaron a mostrarse muy inseguros e imprecisos de medio campo hacia atrás. Soldado volvió a tener cerca el gol pero el chut con el interior del ariete valenciano se marchó rozando la escuadra de Gutor.

Los últimos minutos del encuentro se diluyeron, terminando el partido con el Villarreal como justo ganador frente a un Dinamo de Minsk que sigue sin estrenar su casillero de puntos y goles en la Europa League. Goles y buen juego. Ingredientes de la pócima perfecta para que el Submarino Amarillo recupere la moral y sonrisa de cara a próximos encuentros.