Hasta hace muy pocas semanas, el fútbol español se sorprendía viendo el dominio inesperado de los amarillos en ambas categorías, dominando a la mayoría de sus rivales y mostrando un juego elegante y del gusto de muchos. Esta alegría ha sido algo efímero en Castellón. Tanto el Villarreal como su filial han reducido su rendimiento de forma muy llamativa, lo que ha provocado una bajada de puestos considerable en sus respectivas clasificaciones. Este cambio radical se puede deber a varios factores como el cansancio físico o la presión. Pese a estas posibles causas, el giro drástico de ambos conjuntos ha sido algo que no ha pasado desapercibido a ojos del fútbol español.

El liderato como algo anecdótico

El Villarreal se posicionaba como líder en solitario de la Liga BBVA cuando todavía ni siquiera se había llegado a la décima jornada. Este gran inicio del “submarino amarillo” fue la gran sorpresa del inicio de campaña. Los groguets comenzaron practicando un futbol creativo, veloz y llamativo que fue la principal baza para auparse al liderato. El camino se puso cuesta arriba desde el primer momento. En la primera jornada de Liga, el Villarreal se enfrentó al Betis, en un partido flojo y con ritmo de pretemporada que finalizó con empate a uno. Este inicio algo bacheado hizo que nadie pensara en que este equipo pudiera escalar tantos puestos como lo hizo en las jornadas posteriores.

A partir de la segunda jornada liguera, el Villarreal comenzó a carburar y a ofrecer un fútbol vistoso que le sirvió para lograr la primera victoria en competición liguera ante el Espanyol en casa por 3-1. La falta de gol criticada en la primera toma de contacto con la Liga BBVA 2015/2016 fue solventada por un gran Bakambu, que con un doblete en cinco minutos calmó a los más críticos. En las posteriores jornadas, el Villarreal siguió cosechando logros y rompiendo estadísticas. En la tercera jornada, se impuso al Granada a domicilio, en un estadio que hasta ese momento era un fortín para los granadinos en los pocos enfrentamientos que habían disputado ambos equipos a lo largo de su historia. Los castellonenses siguieron sorprendiendo a todos y lograron más victorias consecutivas ante el Athletic de Bilbao por 3-1 y ante el Málaga por la mínima, 0-1.

El momento cumbre del “submarino” en este ascenso en la tabla tuvo lugar en casa ante el Atlético de Madrid. Los locales se impusieron 1-0 con un gol de Leo Baptistao, derrotando de esta forma a un equipo correoso y serio defensivamente. Este hito hizo posible que el Villarreal se posicionara líder en solitario de la clasificación por primera vez en su historia, creando un momento único y sin precedentes en la historia groguet.

Cuando el equipo marchaba viento en popa, llegó el gran bajón que a día de hoy prosigue. Dos derrotas consecutivas ante Levante por 1-0 y Celta por 1-2 en los instantes finales, terminaron por frenar el avance amarillo y provocar un golpe clave a la confianza del equipo. Recientemente, el Villarreal empató a nada ante Las Palmas, en un partido que terminó de ratificar la caída en picado que sufre el conjunto.

Pese a este golpe anímico, el equipo no termina de olvidar cuál es el verdadero objetivo de la temporada. El Villarreal busca finalizar la campaña en posiciones europeas y no se centra en un hipotético título de liga, por lo que el liderato queda como un dato en la historia del club. El equipo ocupa actualmente la quinta posición en la tabla, cumpliendo así hasta ahora con el objetivo marcado al comienzo.

La cantera sigue los pasos del “hermano mayor”

Como si se tratara casi de una realidad paralela, el Villarreal B ha experimentado un camino de subidas y bajadas muy similar al del Villarreal. Comenzaron la temporada fulgurantemente, imponiéndose al L´Hospitalet por 1-3, al Olot por 2-0, al Hércules por 0-4 y al Atlético Levante por 2-1. El único tropiezo en el camino fue una derrota por 2-0 frente al Alcoyano. Seguidamente, el filial retomó la senda de la victoria ante Llosetense por 2-0 y el Lleida por un abultado 5-1.

Desde ese momento, la debacle se hizo presente y el Villarreal B dio un bajón notorio, similar al del Villarreal, que le hizo perder el liderato de la categoría. Dos empates consecutivos ante el Reus y el Barcelona B y una derrota reciente por 1-0 ante el Badalona, han provocado que la cantera amarilla dejara de llevar la batuta de la clasificación, relegándose a un tercer puesto con veinte puntos. Aunque por un lado resulte un batacazo, la tercera plaza y estar a tres punto del líder permiten que el Villarreal B pueda seguir con opciones en la lucha por el ascenso y terminar la temporada cumpliendo las metas marcadas al comienzo.

Lo que han dejado en claro las situaciones de ambos conjuntos han sido una vuelta a la realidad tano para el Villarreal como para su filial, y un recordatorio, especialmente para el Villarreal, de que el objetivo real no es el campeonato sino mantener la línea de las pasadas campañas que tan buenos resultados ha dado al club de Castellón.