Después del empate en la tercera jornada entre Benfica y Villarreal, las espadas están en todo lo alto. La visita al Estadio Da Luz es un punto de inflexión en las aspiraciones amarillas si quieren seguir vivos en la máxima competición continental. Benfica, con cuatro puntos, se sitúa por delante de Villarreal con tres. Una victoria por cualquier lado es herida de muerte; Benfica encarrilaría la clasificación y Villarreal daría el vuelco a la tabla para citarse con la historia y poder ver los octavos de final de la Champions League en su primera participación en la competición. Una victoria podría dar, incluso, el liderato de grupo con un pinchazo del Manchester United en Lille.

Dar la sorpresa en Da Luz

El Villarreal vive un momento dulce jugando su primera Champions en toda su historia. Tres empates en su haber en las tres primeras jornadas, dos de ellos en casa, denotan cierto nerviosismo en la ciudad castellonense en la primera participación en Copa de Europa pero, ¿por qué no ganar en Lisboa?

Quizás sea osado, pero el Villarreal puede ganar al dos veces campeón de Europa en su estadio, y razones tiene para ello. No fue mejor que los lisboetas en El Madrigal, pero tampoco fue peor ni mucho menos. Tres empates que con tres goles podrían haber sido victorias y la declaración del estado de felicidad en las calles de Vila-real.

Los recursos de Pellegrini

A buen seguro habrá anotado Manuel Pellegrini todo lo acontecido en la tercera jornada y las posibilidades de los suyos para este partido. El saber estar del conjunto portugués en Vila-real dejó que la primera parte cayera del lado visitante, mientras que en la segunda los locales salieron más enchufados con un Juan Román Riquelme que se echa cualquier cosa a la espalda.

Meter en el once titular a Santiago Cazorla en lugar del mermado Senna en el anterior partido no fue un acto a la ligera. La actitud ofensiva del jugador español en contraste con la vocación equilibrista del brasileño fue una declaración de intenciones del técnico chileno, que apostó por el ataque para superar la barrera portuguesa y marcar el primer gol amarillo en Liga de Campeones. Un acto de fe que llegó desde el punto de penalti. Veremos si Pellegrini mantiene ese atrevimiento o por el contrario opta un equipo más conservador para la visita a Lisboa.

Otro aspecto importante a tener en cuenta será la titularidad de Barbosa ante la ausencia de Viera, que salió lesionado del partido ante el Atlético. Veremos cómo se comporta el portero argentino en este partido tan importante para el conjunto amarillo.

Un conjunto con ganas

La generación de jugadores como Petit, Simao Sabrosa o Nuno Gomes quiere devolver al Benfica al primer nivel continental. Saber que hace año y medio el rival nacional, Oporto, se coronó con la segunda Copa de Europa de su historia igualando al club lisboeta no habrá hecho muchas gracia. Pesa mucho la maldición de Béla Guttmann, entrenador que predijo que el Benfica no ganaría ningún título europeo en cien años, y que ya se ha cobrado cinco finales de Copa de Europa perdidas.

vía uefa.om

Jugadores que perdieron la final de la Eurocopa 2004 en casa contra Grecia y que tienen ganas de hacer historia para Portugal y el Benfica deben dar un paso al frente y poner tierra de por medio en casa frente al Villarreal.

A expensas de Manchester

La victoria del Villarreal en Lisboa podría dar un vuelco total al grupo D en CHampions sabiendo que el Manchester United juega en Lille con sólo dos puntos de ventaja y que un pinchazo podría apretar la situación para vivir dos jornadas apasionantes en esta fase grupos.

Si se diera la carambola, tres empates nunca habrían sabido tan bien en el Madrigal.