Tras un inicio dulce para ambos conjuntos en competición liguera, tanto primer equipo como filial del Villarreal habían presentado una trayectoria paralela en las últimas jornadas, dando signos de estancamiento en su fútbol que les había llevado a encadenar hasta tres jornadas consecutivas en las que no consiguieron sumar más de un punto.

Los hombres de Paco López agrandaban su racha negativa en la décima jornada, tras caer frente a Badalona, probablemente en su peor momento de lo que va de temporada. En las dos jornadas anteriores, no habían conseguido pasar del empate ni frente al Barcelona B, 1-1, ni en Reus, de donde se marcharon con un punto y sin goles. Tuvieron que regresar al Mini Estadi de Miralcamp, donde hasta el momento se han mostrado imbatibles, sumando hasta 16 de los 18 puntos posible que allí han disputado, para reencontrarse con la victoria. Fue frente a Sabadell, por 2-0, y sirvió para recuperar la confianza de hombres de relieve e importancia en el proyecto del Minisubmarino, rumbo a Segunda, como Carlitos, que tan solo sumaba un tanto en los últimos seis partidos, y Fran Sol.

Por su parte, el primer equipo recibía al Sevilla también en un momento delicado, después de haber sumado tan sólo un punto de los útimos nueve posibles. Aunque la holgada victoria, por 4-0, en Europa League frente al Dinamo de Minsk, semana y media antes, había servido para que los hombres de Marcelino recuperaran parte de la confianza, el complicado viaje a Las Palmas, con uno de los peores partidos que ha disputado el Submarino en lo que va de temporada, volvía a sembrar las dudas en el juego y en el estado físico de la plantilla. Venían, los 'groguets', de no haber conseguido imponerse ni frente el Levante, en el Ciudad de Valencia, ni ante el Celta, en El Madrigal. Partidos en los que, además, las tempranas expulsiones de Jokic y Bailly, respectivamente, condicionaron en exceso el devenir, no solo del resultado, si no del planteamiento de juego del conjunto dirigido por Marcelino García Toral.

Por ello, la victoria frente al Sevilla prácticamente cuenta doble. Se recuperaron sensaciones, se volvió a ganar y se hizo en un momento, además, en el que el calendario más acucia a los hombres de amarillo, haciéndoles enfrentarse a tres rivales directos, Celta, Sevilla y Barcelona, y con dos desplazaminetos largos y complicados, a Las Palmas y Borisov.

El filial tendrá la oportunidad de intentar prolongar las buenas sensaciones este domingo 8 de noviembre, a las 12:00 horas de la mañana frente al Atlético Baleares, actual quinto clasificado en ese grupo 3 de Segunda B y, presumiblemente, uno de los rivales directos, al final de campaña, por el ascenso a Segunda. Algo más complicado lo tendrá el primer equipo de Vila-Real, al que le espera uno de los desplazamientos más exigentes del año, al Camp Nou, para enfrentarse a todo un F. C. Barcelona. Será el mismo domingo, a las 16:00 horas.