Los pupilos de Marcelino vuelven a la senda de la victoria en la competición europea en un partido falto de brillo. Se presentaba un duelo en la lucha por comandar el Grupo E entre dos equipos ya clasificados. Los austriacos cosecharon su primera derrota tras vencer en los 4 encuentros restantes

Primer acto decepcionante

El inicio del choque resultó bastante dubitativo por parte de ambos lados, muchas imprecisiones y escasas llegadas en los primeros compases. Con el paso de los minutos, los visitantes se hicieron con el mando del juego, pero no transformaron el dominio en peligro sobre la área defenida por Barbosa. Los "amarillos" carecieron de movilidad, ritmo de juego y desborde en una primera parte sin ninguna ocasión manifiesta de gol. Ni Bakambu ni Soldado encontraron situaciones claras de gol, los centrocampistas imprecisos en la entrega y los extremos no superaban a su marca. El congolés, tuvo  en su cabeza la única ocasión tras una buena combinación entre Soldado y Castillejo. Pese a esto, el delantero volvió a resentirse del tobillo y tuvo que ser sustituido el césped en el minuto 51 por Samu García.

Así finalizó una primera parte sin ocasiones ni juego y con la sensación  de que el Rapid de Viena tenía el partido en su terreno.

Una segunda parte "amarilla"

En los vestuarios, Marcelino exigió a los suyos adelantar la presión y aumentar el ritmo de juego. Algo que se palpó desde que volvió a rodar el cuero. Soldado fue el primer en avisar a Strebinger con dos acciones peligrosas, pero ambos disparos se marcharon ligeramente desvíados. Acto seguido, el valenciano se topó con el palo cuando la afición amarilla ya celebraba el primero. Samu García, que dio un aire  nuevo al equipo, tampoco tuvo suerte de cara al gol. Con el paso de los minutos, el Rapid sufría y sufría las embestidas del  rival, hasta que en el minuto 77, tras un córner, Bruno abría la lata con un golpeo raso a la derecha del arco visitante

Tras el gol, los de Zoran Barisic se lanzaron al ataque en busca del empate, a punto estuvieron de conseguirlo tras un error en la parte defensiva. Estos últimos minutos fueron un constante toma y daca. El Villarreal pudo rematar el partido, pero estuvo falto de precisión en los metros decisivos. El portero visitante se sumó al ataque en una última jugada, pero sirvió de poco ya que la victoria se quedó en El Madrigal. 

El conjunto de Marcelino se sitúa en primera posición gracias al golaverage y depene de sí mismo para clasificarse a dieciseisavos como primero de grupo, y así poder evitar rivales que caen de Champions League o que han ganado sus respectivos grupos.

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