Aunque el estreno de ayer en Copa del Rey de este Villarreal 2015/16 tampoco trajese consigo las mejores noticias en lo deportivo, con otra derrota para apuntar en el paupérrimo balance reciente del Submarino, la segunda consecutiva, el enfrentamiento ante el Huesca sí supuso un duelo especial para dos jugadores 'groguets': Mateo Musacchio, que retornaba al equipo siete meses después, y Miguelón.

Miguel Llambrich, futbolísticamente conocido como "Miguelón", debutaba el pasado fin de semana con el filial de Paco López en una posición, la del lateral derecho, de la más castigadas del conjunto filial esta temporada: Felipe Alfonso, plan A para ese puesto, se lesionó de gravedad tras 65 minutos jugados del primer partido de Liga; Edgar Ié, que ocupó ese puesto de manera puntual haciendo gala de su polivalencia, tampoco podía jugar por lesión; y, por último, Carlos Julio, hasta ahora el recurso más sólido para López en ese puesto, acumulaba cinco tarjetas amarillas y tenía que perderse el partido. Era el turno de Miguelón, que saltaría al césped de la Ciudad Deportiva de Miralcamp para disputar sus primeros 90 minutos con la elástica del primer filial amarillo.

Unas horas después, Mario Gaspar tendría que ser retirado del césped del Coliseum Alfonso Pérez después de que, en un sprint, el lateral se echara la mano a la parte posterior de su pierna derecha. A la baja de un mes del manchego se unía, esta misma semana, la del serbio Antonio Rukavina, con otra lesión muscular que le impediría estar en condiciones para ir convocado a Copa.

Sonaba entonces el teléfono de Miguelón. El joven lateral se había desplazado con sus compañeros del Villarreal para disputar la Premier League International Cup, pero ni él ni Pablo Íñiguez podrían saltar el césped ese miércoles ante el Leicester City. Marcelino los necesitaba para suplir las bajas de Victor Ruiz y Antonio Rukavina. En el caso del lateral, además, Marcelino había asegurado en la previa que sería titular, que no apostaría por cambiar de banda a Jaume Costa o Jokic.

Y así es como, al saltar ayer al césped de El Alcoraz, Miguel Llambrich, "Miguelón", se unía a ese selecto club de ascensos meteóricos.

Moi Gómez y Adrián Marín, únicos precedentes

Casi como en un caso paralelo al de Miguelón debutaba la pasada campaña Adrián Marín con el Villarreal. El joven lateral zurdo se estrenaba ante el Astana, en la previa de Europa League tras haber disputado sólo los 90 minutos de la primera jornada de Segunda B con el Villarreal B, ante el Reus. En el caso de Adrián, como en el de Miguelón, Marcelino optaba por paliar las bajas por lesión en el lateral izquierdo con un especialista en ese puesto y no con laterales a pierna cambiada, centrales reconvertidos o cualquier otro tipo de parche. Por aquel entonces, la ausencia prolongada de Jokic hizo que el lateral murciano entrara en las convocatorias y en las rotaciones del asturiano con asiduidad y, hasta diciembre, llegó a acumular algo más de 700 minutos en nueve partidos con el primer equipo.

El debut de Moi Gómez, por su lado, sí que presenta unas vicisitudes muy particulares y distintas a las de los estrenos de Miguelón o Marín. El mediocampista de Rojales debutaba el 30 de abril de 2011 con el Villarreal B ante el Gimnástc de Tarragona, en Segunda Divisón. Jugó doce minutos y sería la única vez que el futbolista, aún en edad juvenil, entrase en una convocatoria con el primer filial amarillo hasta que debutase en Primera con Juan Carlos Garrido. Sería casi siete meses después, el 28 de noviembre de ese mismo año, y lo haría en sustitución de Jonathan De Guzmán, en un partido frente al Málaga. El de La Rosaleda y el posterior partido ante el Racing de Santander en El Sardinero le valdrían al alicantino como catapulta para convertirse en recurso recurrente del recién llegado Julio Velázquez en el Villarreal B esa misma temporada, en la que terminaría disputando hasta 23 partidos en Segunda División.

Otros casos reseñables: Alfonso Pedraza y Aleix García

En su estancia en Vila-Real, Marcelino ha hecho debutar ya a ocho jugadores del filial amarillo: además de a Marín y Miguelón, el técnico ha vestido de corto con el primer equipo a Nahuel, Edu Ramos, Sergio Marcos, Fran Sol, Alfonso Pedraza y Aleix García. Sólo estos dos últimos pueden compararse, en los términos de fugacidad a los que nos estamos refiriendo, a Miguelón, Marín y Moi. El primero de ellos, Pedraza, debutaba con el Villarreal B el 11 de enero de 2015 y con el primer equipo el 20 de abril, tras diez partidos disputados, 463 minutos y un gol con los de Paco López. Un mes después, el 23 de mayo, era Aleix García el que se vestía de corto y pisaba el nuevo San Mamés para disputar sus primeros minutos como jugador amarillo en Primera. El mediocentro, ahora en el Manchester City, había dado el salto al primer equipo después de que Paco López dispusiera de sus servicios hasta en siete ocasiones con el Villarreal B.

No hay historias especialmente llamativas en la cantera amarilla, en parte por el poco tiempo que esta lleva compitiendo a un nivel alto. Si hay que mencionar un nombre en particular, ese quizás debería ser el de Xisco Nadal que, en junio de 2003, pasaba a la historia de la Primera Divisón tras anotar su primer tanto, con 16 años y 353 días y convertirse, así, en el jugador más joven en ver portería en la máxima divisón del fútbol nacional. El jugador que a la postre terminaría arrebatándole dicho honor, Iker Muniaín, por entonces, aún no había cumplido 10 años. Xisco pasó, en una temporada, de jugar en División de Honor juvenil a debutar con el primer equipo. Por entonces, aún no existía el tercer equipo del filial, del que Miguelón procede.