Unas horas antes del más que conocido acto de las uvas para clausurar el año, Villarreal y Valencia disputarán el último partido de la jornada. En un día atípico para la celebración de actos deportivos, la Liga cierra el año con un derbi por todo lo alto que se disputará a las 16:00 horas. Los jugadores de ambos equipos tendrán que olvidar durante 90 minutos los actos festivos y centrarse en la búsqueda de los tres puntos en el encuentro.

Los equipos llegan en momentos de forma muy distintos. El conjunto amarillo afronta el partido con la moral por los aires después de las últimas victorias ligueras que han vuelto a impulsar al Villarreal a puestos elevados de la tabla y a recuperar sensaciones como las del inicio de campaña. El Valencia, por su parte, llega al derbi con altas expectativas pero con un estado de ánimo no tan bueno ya que no ha pasado del empate en los últimos encuentros. Parece que la llegada de un nuevo técnico no ha servido de momento para que el Valencia de muestras de recuperación total.

La joven muralla bajo los palos

La espectacular temporada del joven portero, Jaume Domenech, ha servido para que el Valencia conservara una gran cantidad de puntos en el casillero, llegando a rozar lo magistral. Jaume se ha posicionado como la referencia en portería de los valencianos esta temporada. Con la grave lesión del brasileño Diego Alves la pasada campaña y las ausencias de Ryan también por motivos físicos, Jaume ha sabido interpretar el papel de salvador, con lo que ha sido un seguro en la meta del Valencia.

La defensa, al contrario que la portería, ha visto como el bajón con respecto a la pasada campaña ha sido más que notable. La salida de Otamendi y la llegada de Abdennour ha sido el aspecto que más ha lastrado a los valencianos. El jugador fichado el pasado verano no ha alcanzado las expectativas de nadie y ha sido el más señalado de la zaga. Mustafi ha mantenido el nivel de la pasada temporada, por lo que ha servido de refuerzo en la defensa central. Los laterales, casi idénticos al año pasado, también han reforzado la defensa, en particular Joao Cancelo que se ha convertido en el favorito de la afición. Uno que ha perdido protagonismo es Rubén Vezo. Gayá tampoco ha mantenido el tirón que tuvo, en parte por molestias físicas.

El cerebro sigue intacto

La columna vertebral del Valencia no se ha visto afectada por el mercado de verano y ha mantenido su figura de casi siempre. Dani Parejo sigue siendo el líder del centro del campo, junto a Feghouli o Javi Fuego. La llegada de jugadores como Danilo, Bakkali o Santi Mina ha servido para aportar más calidad a un mediocentro creativo. El aspecto negativo es que los jugones no han estado todavía a un nivel tan elevado como en un principio se imaginaba la afición, por lo que el juego no ha llegado a ser tan fluido como se deseaba. El bajón de André Gomes ha sido otro de los aspectos a tener en cuenta en el equipo. Además, Enzo Pérez tampoco ha mostrado un gran nivel de juego.

En la punta de lanza

La delantera del Valencia no se ha visto afectada en cuanto a fichajes pero sí en los pasados meses en cuanto a decisiones tácticas. Álvaro Negredo se vio apartado del equipo por el anterior entrenador, Nuno, dejando vacante el puesto como referencia arriba. Paco Alcácer ha logrado salvar los muebles en varias ocasiones, intentando que la ausencia de Negredo se notara lo menos posible. La velocidad de Pablo Piatti para buscar el desborde también ha ayudado al equipo a la hora de encontrar huecos en ataque. Sin duda alguna, el jugador que más galones ha perdido esta temporada ha sido Rodrigo. El delantero nacido en Brasil no ha contado con muchos minutos y tampoco ha logrado despuntar excesivamente durante sus últimas actuaciones. El bajón casi general del equipo ha afectado mucho al rendimiento y la delantera ha sido el foco clave que no ha funcionado del mismo modo que hiciera la pasada temporada.