El nuevo año empieza y Deportivo y Villarreal, rivales en el día de hoy en Riazor, lo comienzan en una posición privilegiada. Poniendo el broche al 2015 el primero con un empate en el Coliseum Alfonso Pérez y el segundo con una victoria en el derbi de la Comunidad Valenciana, las derrotas de rivales directos como Celta y Sevilla multiplicaban la importancia de los tres puntos para gallegos y castellonenses.

El Villarreal podría reforzar su puesto Champions en caso de victoria

El conjunto de Marcelino García Toral, con cuatro victorias consecutivas, podría aumentar su distancia con el Celta a cinco puntos y con el Sevilla a diez, a la espera de los partidos de Athletic Club y Valencia de los que podría alejarse en caso de un resultado negativo para los de Ernesto Valverde y Gary Neville. Por su parte, los chicos de Víctor Sánchez del Amo, sexto clasificado, podría ponerse a un punto del Celta, máximo rival, y acercarse un poco más al objetivo de la permanencia.

Así, para entrar con el pie derecho en el 2016, ambos técnicos alinearon un once de garantías a pesar de las bajas y en el que la mayor sorpresa recayó del lado de Marcelino que no alineó a su único lateral zurdo disponible, Adrían Marín, poniendo a su lugar a Antonio Rukavina y con Bruno y Pina como doble pivote, figurando en los extremos Dos Santos y Denis Suárez y con Soldado y Bakambu como pareja de delanteros. Por su parte, el conjunto blanquiazul salió con el mismo once que sacó un punto ante el Getafe con Bergantiños y Mosquera por el medio con un tridente por delante formado por Cartabia, Fajr y Luis Alberto, con Lucas Pérez como único ariete.

El partido comenzó eléctrico pero impreciso

Los primeros minutos del partido se dieron de una forma no pensada para ambos conjuntos. Frente al tacticismo inicial de evaluar posiciones y pausar el juego para construir la ofensiva, el encuentro se jugó a una velocidad inicial alta, con una rápida circulación del juego por ambos contendientes aunque ni amarillos ni blanquiazules gozaron de ocasiones claras o acercamientos a la portería de Lux y Areola.

Con el primer cuarto de hora rebasado, ambos conjuntos estaban inmersos en un "quiero y no puedo". La disciplina táctica y la seriedad defensiva superaban a la imaginación ofensiva y la voluntad de ataque de los coruñeses y castellonenses. Un estudio profundo en un encuentro en el que cualquier error podría penalizar a ambos.

Lucas Pérez tuvo la primera

Los minutos pasaban y el guión no se veía alterado. Las ocasiones no se producían y solo se veían intenciones sin materializarse. Sin embargo, un error en la circulación de salida del esférico de Musacchio  y una interceptación de Fajr fue el detonante de la primera ocasión clara del encuentro tras veinticinco minutos de choque.

Un pase del franco-marroquí llegó a Lucas Pérez que, solo para encarar a Areola, se perdió en el control del balón y dio el tiempo suficiente para la aparición magistral de Víctor Ruiz para apagar el fuego en la zaga amarilla.

El encuentro volvió a revolucionarse

La ocasión del Deportivo espoleó al Submarino Amarillo que respondió, inmediatamente, con una internada por banda de Denis Suárez que fue atajada rápidamente por Bergantiños para evitar el peligro groguet. Sin embargo, los locales no quisieron ahorrarse la respuesta y dos tiros lejanos sin peligro de Luis Alberto y Fede Cartabia aumentaron el dominio de un Deportivo superior con largas posesiones del balón pero sin transformarlas en ocasiones de gol. Dominio infructuoso gallego ante un Submarino más centrado en tareas defensivas.

Mismo protagonista

Sin embargo, lo menos posible y lo que menos cabía en la lógica se terminó produciendo. Una salida de córner jugada entre Jonathan Dos Santos y Mario Gaspar, ante la pasividad deportivista, fue proyectada con un pase raso del internacional español a Bruno Soriano que, llegando desde atrás, abrió la lata, al igual que el derbi valenciano. Minuto 36 y 0-1 para el Villarreal que, sin vérselas venir, se ponía por delante en Riazor tras su primera ocasión clara en todo el encuentro.

El tanto despejó el inmovilismo del encuentro

El gol visitante sirvió para eliminar la parálisis que había inundado el encuentro. El ritmo del partido subió, al igual que la dureza, y el Villarreal empezó a salir más cómodo al contrataque frente un Deportivo que no quería perderle la cara al encuentro y que lo seguía intentando.

Así terminó los primeros cuarenta y cinco minutos de un encuentro muy igualado, con un ritmo bajo y con contadas ocasiones en el que solo Bruno Soriano había marcado la nota de diferencia para poner al Submarino por encima en el marcador.

El Deportivo le devuelve la jugada

Si el Villarreal se aprovechó de la pasividad defensiva amarilla para adelantarse, el Deportivo le devolvió el golpe y, con la zaga defensiva amarilla todavía despistada tras la salida de vestuario, aprovechó la situación para equilibrar la balanza.

Un error de Víctor Ruiz en la salida de balón fue interceptado por Lucas Pérez que, tras irse como una bala por banda derecha, sacó un centro raso al primer palo que finaliza Luis Alberto por bajo que volvió a meter al Deportivo en el encuentro.

El inicio de la segunda parte mostró la otra cara de la moneda

La salida tras el descanso devolvió la frescura al juego de ambos rivales y el encuentro del primer tiempo se convirtió en otro en los primeros compases de los segundos cuarenta y cinco minutos. Velocidad y un mayor intercambio de golpes de locales y visitantes animaron a la parroquia de Riazor que asistía animosa al inicio de la segunda parte de un partido que pasó de la cordura a la locura en cuestión de minutos y que se había convertido en un intenso correcalles.

Dominio absoluto gallego

La volvió a tener el Deportivo en las botas de Lucas Pérez en el minuto 50 pero su tiro con rosca, tras robar a Rukavina y marcharse por fuera de Musacchio y Victor Ruiz, se fue fuera de la meta de Areola. Un Villarreal desconocido e inseguro en defensa no quiso ceder más terreno al Deportivo y volvió a dar señales de vida tras unos minutos soñolientos. Sin embargo, el chut raso de Denis Suárez fue sacado por Lux con los pies.

El gol terminó de cambiar las tornas del encuentro y aumentó el ánimo del conjunto deportivista y de Lucas Pérez que, metido de nuevo en el encuentro, comandó la ofensiva gallega y aumentó la presión y velocidad frente un Villarreal que amenazaba a la contra a la espera de aprovechar un desajuste en la defensa local.

Los minutos pasaban y el Deportivo era superior al Villarreal que se encontraba muy incómodo ante la velocidad y el mayor dinamismo en el juego gallego, siendo incapaz de frenar la hemorragia abierta en la maquinaria submarina y de aumentar la posesión del balón, que salía escupido inmediatamente de los pies de los tripulantes del Submarino.

Los últimos minutos hicieron bajar un poco el ímpetu deportivista

El partido encaraba su último cuarto de hora y el Villarreal logró rearmarse y frenar la avalancha de juego local, aprovechándose de las imprecisiones gallegas y la desaparición en escena de Lucas Pérez. Fruto de la recuperación amarilla fue una internada de Denis Suárez que se metió hasta la cocina y sacó un centro que despejó con apuros la zaga blanquiazul.

Penalti y victoria

La sensible mejoría del Villarreal a medida que avanzaba los minutos tendría su recompensa y, en el último minuto de encuentro, un claro penalti de Fernando Navarro a Samu García fue aprovechado por Bruno Soriano que, volvió a adelantar al Villarreal y darle un nuevo triunfo, quinto de forma consecutiva.

Tras ocho temporadas, el Submarino vuelve a torpedear Riazor, donde volvió a ganar siete temporadas después, en un encuentro con dos partes opuestas y en las que el Villarreal, tras pasar por un via crucis en el segundo tiempo en forma de juego y ocasiones locales, encontró desde los nueve metros el tesoro de Riazor y los tres puntos ante un Deportivo que reaccionó muy bien en el segundo tiempo pero que no evitó cosechar su tercera derrota del campeonato.