El Real Betis rompió en El Madrigal la racha de seis victorias consecutivas que tenía el Villarreal, quien, de todas formas, suma siete choques ligueros seguidos sin perder. El partido estuvo cargado de alternativas y ninguno de los dos equipos controló el juego durante todo el partido.

La primera parte, sin dominador claro

El Villarreal comenzó el partido más cómodo en el campo. Los de Marcelino estaban bien colocados en defensa e inspirados en ataque. Dos minutos les bastaron a Bruno y Soldado para crear la primera ocasión del encuentro. El capitán encontró al delantero valenciano con un buen pase entre líneas. Soldado definió bien a su izquierda tras la salida de Adán, pero su disparó se topó con la madera. 

Rubén Castro la tuvo clara en el minuto quince. El ariete verdiblanco se quedó solo ante Areola, pero el guardameta groguet resolvió a la perfección el mano a mano. En el rechace, los jugadores reclamaron penalti del portero francés sobre su delantero, pero el árbitro no señaló nada. Hasta ese momento, el único peligro que había creado el Betis fueron dos tiros muy desviados en acciones rápidas.

El juego del Villarreal era muy bueno y al Betis le resultaba muy complicado recuperar la posesión y evitar que los jugadores de Marcelino encontraran espacios entre líneas con pases interiores y al hueco. En una de esas jugadas, Soldado encontró a Bakambu, que se movía por la frontal del área. Gran pase del valenciano y gran control de su compañero en el ataque, quien superó al central y remató a la media vuelta con la izquierda. El remate se marchó por centímetros.

El Submarino estaba bien plantado también en defensa. La línea de cuatro del centro del campo estaba perfectamente situada y cortaban y contenían los ataques verdiblancos. Más adelante, Soldado y Bakambu incomodaban la salida de balón de la defensa del Betis y obligaban a los centrales a precipitarse y tomar decisiones erróneas. La baza del equipo sevillano era ubscar a Rubén Castro en balones directos y que éste sacara petróleo de ellos. En una de estas acciones, Víctor Ruíz pagó su férreo marcaje con una tarjeta amarilla. Era el minuto 23. 

Fue en estos instantes del primer tiempo cuando el Betis comenzó a sentirse cómodo en el partido. El Villarreal dejó de tener posesiones largas y ocasiones durante varios minutos y el conjunto verdiblanco lo aprovechó para crear algo de peligro con jugadas rápidas, casi todas en las botas de Kadir, Rubén Castro o Cejudo. 

Los últimos minutos del primer tiempo estuvieron marcados por las imprecisiones y las pérdidas de balón en el juego entre líneas por parte de los dos equipos. El Villarreal tuvo la última de la primera parte en una contra perfectamente trazada y que finalizó Roberto Soldado. El delantero valenciano se encontraba en posición de centrar para Cédric Bakambu, pero intentó sorprender a Adán con un disparo directo. Casi lo consigue y el portero del Betis tuvo que despejar a córner. 

Alternativas en la segunda parte

En la segunda parte, el Villarreal comenzó bien situado en defensa (salvo algún desajuste), pero inofensivo en ataque. Los primeros minutos del segundo tiempo fueron un continuo de posesiones estériles  e inofensivas por parte del conjunto de Marcelino García Toral. El Betis, por su parte, logró llegar en alguna ocasión al área y generó incluso algún córner, aunque sin demasiado peligro.

En el 57 llegó la primera jugada de peligro real del Submarino. Tras una buena jugada combinada desde atrás, el esférico le llegó a Jonathan dos Santos, quien trató de definir con el interior. Un defensor del Betis desvió el disparo a saque de esquina. 

El segundo tiempo fue de alternativas. Los equipos se repartieron la posesión e iban llegando al área rival de forma alterna. Kadir y N'Diaye lo intentaron para el Betis, mientras que Bruno la tuvo de falta directa con un tiro que se marchó cerca del palo izquierdo de Antonio Adán

Los dos entrenadores movieron ficha para tratar de inclinar el igualado choque hacia su lado. Marcelino dio entrada a Leo Baptistao y Samu Castillejo en sustitución de Bakambu y Denis Suárez. Merino hizo ingresar a Jorge Molina y Portillo en el lugar de Rubén Castro y Fabián

En el minuto 78, Petros cortó un contragolpe del Villarreal con la mano. Era el último hombre, pero el colegiado estimó que solo era merecedor de tarjeta amarilla. Pocos minutos después, Adrián Marín, en una jugada plagada de rebotes, se plantó en el área y disparó con su pierna izquierda, obligando a Adán a emplearse a fondo para despejar a córner. Al inicio de la jugada, el lateral derecho beticista, Piccini, cayó lesionado y tuvo que ser sustituido por Molinero, siendo retirado del terreno de juego por el personal médico. 

En los últimos diez minutos del partido, el Villarreal tuvo la posesión e intentó generar ocasiones de peligro, pero las transiciones eran muy lentas, debido en gran parte a la buena disposición defensiva del Betis, que logró mantener su portería intacta. Empate a nada y reparto de puntos en un partido con alternativas que dio la sensación de que ninguno de los dos equipos quería dominar.