Los dos únicos equipos que visten con la elástica amarilla se verán las caras en El Madrigal el próximo sábado a las 18:30 horas. Ambos están inmersos en una dinámica positiva, con lo cuál tratarán de aprovechar el estado de forma óptimo mostrado durante las últimas jornadas. 

Los pupilos de Quique Setién tratarán de culminar una semana perfecta tras conseguir la primera victoria como visitante ante el Eibar (0-1) y pasar por encima de un Getafe (4-0) en caída libre. Los canarios están ubicados en la decimoquinta posición con 27 puntos, uno por encima del descenso.

A la decimotercera va la vencida

Por fin llegó el primer triunfo lejos de la isla. Tras doce intentos fallidos, donde cosecharon tres empates y nueve derrotas, los amarillos se estrenaron dando  la campanada en Ipurúa, uno de los estadios más complicados del campeonato. El central Bigas fue el autor del solitario tanto en el minuto 45.

Pobre balance a domicilio

Al margen de la victoria en el feudo guipuzcuano, Las Palmas puntuó en tres salidas complicadas como Bilbao, Valencia o Vigo. La primera de ellas fue en Balaídos, en un partido totalmente alocado, que acabó con un 3-3 en el luminoso. El pasado 3 de enero, los canarios dieron la cara, y de que manera, en San Mamés, donde arrebataron dos puntos a  los leones (2-2). El último empate fue en Mestalla, en una exhibición por parte de los visitantes, que merecieron el premio de los tres puntos.

En los restantes 9 choques se han visto incapaces de conseguir un resultado positivo. Atlético de Madrid (1-0), FC Barcelona (2-1), Getafe (4-0), Real Madrid (3-1), Real Sociedad (2-0), Sporting (2-1), Espanyol (1-0), Levante (3-2), Rayo (2-0) y Sevilla (2-0).

Si observamos la clasificación como visitantes, Las Palmas estaría en puestos de descenso con 6 puntos, por delante del Getafe y el Levante (ambos con cinco puntos). 

Cabe resaltar, que simplemente han mantenido la portería a cero en una ocasión en los 13 partidos a domicilio. Pese a tener unos datos negativos, las sensaciones en las últimas salidas se han visto reforzadas. La victoria en Ipurúa supuso una inyección de moral para una plantilla que se percibía algo desesperada en busca de los puntos. La anterior salida, en el Sánchez Pijuán, los forasteros dieron la cara y dominaron el juego en distintas fases, pero no acertaron de cara a puerta.

Por ello, Las Palmas llega al templo groguet con la moral por las nubes tras saborear el placer de la victoria lejos del Estadio de Gran Canaria por primera vez en todo lo que va de campaña.