No todo han sido buenas noticias para Mateo Musacchio en las últimas semanas. Después de haberse perdido hasta seis partidos con el Villarreal en diferentes competiciones durante todo el mes de marzo por unas constantes molestias que, sin embargo, no han disuadido al Tata Martino de querer contar con el '5' amarillo para los importantes encuentros que afronta estos días la selección albiceleste. Suerte dispar, sin embargo, para el zaguero rosarino, que ha podido viajar con los suyos al otro lado del charco, pero no ha podido más que ser testigo de primera mano de la victoria de su combinado ante Chile en lo que ha supuesto una suerte de reválida o venganza de los argentinas cobre la selección roja, que les derrotaría en la final de la Copa de América, hace apenas unos meses.

La selección chilena, con el debutante Juan Antonio Pizzi en el banco, no supo sobreponerse a los inesperados infortunios que varios de sus mediocentros sufrieron durante los primeros minutos de encuentro. Primero, el otrora mediapunta amarillo, Matías Fernández sufriría unas molestias musculares en la zona púbica cuando apenas se habían disputado cuatro minutos de encuentro. Pese a sus intentos de continuar sobre el verde, Pizzi decidía sustituir al hoy jugador fiorentino, cuyo relevo recogería Francisco Silva. A pesar de esos minutos de confusión en el combinado local, Felipe Gutiérrez conseguiría adelantar a los suyos a la salida de un córner botado por el celtiña Fabían Orellana.

No sería pasajera la confusión en una zaga chilena que, minutos después, vería como Ángel Di María se aprovecharía de su falta de efectividad para alojar un balón suelto en la frontal en las mallas de Claudio Bravo. A ese mazazo anímico tendría que sumar Pizzi una segunda lesión, en esta ocasión del también celtiña Marcelo Díaz, que supondría demasiado para la solidez de los suyos. Tan solo cuatro minutos después del tanto de la igualada, la selección chilena recibiría el segundo y definitivo gol del conjunto visitante en los pies de Mercado, que volvía a aprovecharse de un despiste en la línea defensiva roja.

A pesar del dominio de los de Pizzi en la segunda mitad y de las ocasiones en las botas de Orellana o Alexis Sánchez, y aún con los equipos más estirados sobre el césped, la selección chilena no conseguiría encontrar una igualada que reflejara con más tino lo visto sobre el campo.

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