En los últimos meses las gradas de El Madrigal murmuran una frase: "Esta va a ser nuestra temporada" y las cifras son favorables. Los de Marcelino se encuentran en cuartos de final de la UEFA Europa League y con papeletas para llevarse el gato al agua, así como defendiendo la cuarta posición de la Liga BBVA que da derecho a jugar la UEFA Champions League gracias a los 57 puntos conseguidos. Un número que en otros equipos podría parecer insignificante, pero en Vila-Real evoca épocas más gloriosas, en concreto la temporada 2007-2008 o en otras palabras, la temporada en la que el Villarreal se llevó el subcampeonato de Liga. Y aquel año, a estas alturas, el equipo que por aquel entonces dirigía Manuel Pellegrini llevaba 59 puntos, tan sólo dos más que esta campaña.

El panorama por ahora parece de cara para igualar aquellos números, pero aquel Villarreal de hace ocho años hizo un final de temporada magnífico, ganando seis de los siete encuentros que restaban desde la jornada 31. Lo cual quiere decir, que para que el equipo de esta campaña supere esos números tendría que ganar todos los partidos restantes: contra Getafe, Rayo Vallecano, Real Madrid, Real Sociedad, Valencia, Deportivo de la Coruña y Sporting de Gijón. Por lo que a excepción de la siempre complicada al Santiago Bernabéu, el pleno de victorias no se antoja como un objetivo utópico.

De esta forma, en tierras castellonenses se celebra de forma especial otro dato que se extrae mirando a la clasificación, y es que el máximo rival de los amarillos, el Valencia CF, se encuentra 23 puntos por debajo, lo que le asegura de manera matemática ser el mejor equipo de la Comunidad Valenciana esta campaña, algo que ha ocurrido sólo en cinco ocasiones: 2004-05, 2007-08, 2008-09, 2013-14 y 2015-16. Algo similar ya pasó en aquella mítica campaña 2007-2008, y es que a final de año la diferencia entre castellonenses y valencianos era de 26 puntos.