Sergio Asenjo ha tenido que atravesar durante el último año un larguísimo túnel que ya había recorrido otro par de veces, del que, desgraciadamente, ya conocía todos los atajos y recovecos y al que entró tras una mala caída en una acción ante, precisamente, uno de sus ex-equipos, uno de los testigos de la mala fortuna de sus rodillas, el Atlético de Madrid. Porque el destino es así, caprichoso. Después de esa travesía, la más larga a la que se ha sometido en esa accidentada y maldita carrera (de su primera lesión se recuperó a los seis meses; de la segunda, a los ocho; esta última le ha llevado casi un año), el meta palentino entraba al fin en una lista con todos sus compañeros ante el Nápoles, el pasado 25 de febrero, que le permitiría ser testigo de primera mano de cómo su equipo se deshacía de uno de los peores obstáculos a los que se podía haber enfrentado en Europa League.

Seguro que algo de responsabilidad tuvo ese espaldarazo anímico en su reaparición, que además no podía haber sido en otra competicipon que en la europea, en la vuelta ante el Bayer Leverkusen, con el BayArena como escenario y después de haber aguantado hasta seis convocatorias sin opciones de arrebatarle el puesto a su compañero, Aréola, que hasta el momento estaba completando una temporada redonda y al que sólo los problemas físicos le alejaron de terminar la temporada como fijo en todas las competiciones en las que el Submarino Amarillo ha participado. Tenemos, por tanto, que la reaparición de Sergio Asenjo terminó de completarse el pasado 17 de marzo ante el Bayer Leverkusen en el 0-0 que llevó a los suyos a nada más y nada menos que los cuartos de final de Europa League.

Después de disputar esos primeros 90 minutos ante el conjunto germano, el meta palentino no soltaría la titularidad ante el Barcelona: su sólida actuación tres días antes y las molestias que Aréola aún presentaba le convertían en la mejor opción para Marcelino, que volvió a confiar en el '1' amarillo. Su respuesta: otro partido completado con notable y con acciones de mérito en la segunda mitad que permitieron que el equipo 'groguet' saliera vivo del Camp Nou y, es más, con la sensación de haber podido, incluso, llevarse un premio mayor.

Un sólo mes y dos titularidades le han bastado, por tanto, al guardameta de la cantera vallisoletana para hacerse con el puesto en Europa League (su titularidad ante el Sparta de Praga así lo atestigua) y para volver a conquistar a una afición que tenía muchas ganas de volverle a ver enfundando la elástica del Submarino Amarillo y que ha decidido premiarle con el premio al Jugador Cinco Estrellas del mes de marzo. "Significa mucho para mí. Estoy volviendo a disfrutar del fútbol y que la afición reconozca tu esfuerzo vale mucho. Entre todos vamos a intentar conseguir algo grande esta temporada", declaraba el propio Sergio Asenjo. Vuelve a sentirse futbolista.