El Villarreal CF vuelve a escribir otra página en una historia ligada a las competiciones europeas. El club de la Plana disputará unas semifinales de la Europa League por tercera vez. La primera fue ante el Valencia en la campaña 03-04, la segunda en 2010 ante el Porto FC. Y en 2016, los pupilos de Marcelino pelearán por un puesto en la gran final de Basilea. Sin olvidarnos de la semifinal de Champions League, curiosamente hace una década. 

El partido de ida dejó un amargo sabor de boca al Villarreal por la falta de efectividad en los metros finales. Por su parte, el Sparta salvó los muebles y consiguió un resultado tremendamente valioso visto lo ocurrido en el terreno de juego. El 2-1 favorable al Submarino dejó el partido con todo por decidir en el choque de vuelta en el Generali Arena. Un duelo, a priori igualado en tierras checas ante un Sparta invicto junto a su parroquia. Sin embargo, aquellas ocasiones que no se materializaron en El Madrigal, se convirtieron en goles en esta noche mágica para los intereses del Villarreal, que vuelve a unas semifinales europeas tras el bache del descenso a segunda división.

Efectividad "grogueta" y reacción checa

No entraba en los planes de ningún entrenador la posibilidad de recibir un gol en los primeros minutos. Un tanto que llegó y cambió el rumbo del partido en los primeros compases del encuentro. Un magnífico pase de Manu Trigueros en zona de tres cuartos para Bakambu, el congolés se posicionó ante la meta rival y definió por debajo a la izquierda del meta checo. Un gol que obligaba a los locales a remontar el partido para forzar la prórroga o ganar por dos goles de diferencia para conseguir el pase.

Lejos de venirse abajo, el Sparta de Praga se hizo con el control del juego y puso contra las cuerdas a un Villarreal incómodo tras el tanto inicial. Las internadas de Konate por el costado derecho fueron un dolor de cabeza constante para Rukavina y Castillejo. El lateral encontró una autopista y por allí surgieron las opciones del empate. Tras varios disparos desviados, Lafata tuvo en sus botas el empate, pero el cuero se topo con el rechace del joven Areola. Un ataque masivo que podía aprovechar el Villarreal, que se mantenía agazapado esperando su oportunidad para convertir el segundo. En una de ellas, el "9" amarillo Soldado disparó fuera un mano a mano escorado. Parecía que respiraba el Villarreal tras el arreón del Sparta, pero fue un espejismo y los checos volvieron a la carga en busca del empate. Otra jugada derivada del costado derecho a punto estuvo de suponer el 1-1. El disparo Krejci se marchó ligeramente desviado cuando toda la afición cantaba el gol.

Jarro de agua fría y billete a semifinales

La sentencia definitiva llegó en las proximidades de la primera mitad. Denis Suárez condujo el cuero por el lado derecho y la puso al área, tras un mal despeje de la zaga, Samu Castillejo disparó fuerte y seco en diagonal para convertir el 0-2. Un tanto quizás inmerecido por las ocasiones creadas por ambos equipos. Un tanto psicológico que dejó noqueado a un rival que se vino abajo. Por si fuera poco en el minuto de descuento, el Villarreal sacó a relucir la estrategia, tras un saque de esquina, Bruno remató francamente solo y tras un rebote en la zaga llegó el 0-3 que dejaba prácticamente sin opciones al Sparta de Praga.

El segundo acto, mero trámite

Con el 0-3 en el luminoso el segundo acto perdió intensidad y emoción para el espectador. Una eliminatoria sentenciada a falta de 45 minutos tras el acierto de la primera mitad. Y todo continuo como finalizó, con un error de la defensa checa que aprovechó Bakambu para convertir el cuarto del equipo y su doblete particular. Ya son 21 los tantos del congolés en toda la temporada y nueve de elllos en Europa League.

El cansancio físico pero sobre todo el varapalo psicológico de los tantos encajados pasaron factura en un Sparta de Praga desdibujado por completo. En ese preciso instante parecía que el marcador podía acabar con un marcador histórico para el Villarreal y una goleada muy dañina para el combinado checo.

Por el bando contrario, el Submarino se echó atrás y perdió el control del juego, mientras los locales empujaron en busca de reducir la distancia. Y así fue, tras una acción por el lado izquierdo, el cuero llegó a Dockal que consiguió el primero de los suyos con un magnífico disparo inalcanzable pese a la estirada de Areola. Seis minutos más tarde, en el 71' de juego Krejci puso el 2-4 empujando a las mallas el segundo de los suyos. Un tanto que metió a la afición en el partido que aún confiaba en remontar el partido. La relajación por parte del Villarreal fue aprovechada por el rival, que cerca estuvo de convertir el tercero. 

En cómputos generales, el Villarreal es justo vencedor y estará en el bombo de mañana viernes en Nion, donde espera rival para la semifinal de la Europa League.