El Villarreal se enteró del rival al que se enfrentará en las semifinales de la UEFA Europa League en el vuelo que les traía de vuelta a casa tras la victoria de ayer en Praga. Nada más aterrizar, el técnico del Submarino Amarillo, Marcelino García Toral, quiso dar su opinión al respecto de la suerte que les deparó el sorteo: el Liverpool será el rival, y Anfield el escenario donde el Villarreal puede conseguir algo histórico.

El entrenador no ocultaba su satisfacción por haber evitado al Sevilla, el rival español, algo en lo que han coincidido todos los miembros del club, incluso la propia afición. "La verdad es que queríamos evitar al Sevilla por ser un equipo español. Nos ha tocado el Liverpool. Se trata de un equipo con una historia tremenda, un escenario inigualable. Nos espera una eliminatoria abierta y bonita”, afirmaba un Marcelino que no podía ocultar todavía la sonrisa en su rostro.

En otro orden de cosas, el técnico asturiano quiso ir paso a paso e intentó evitar hablar de la final en Basilea y de lo que supondría ver a Bruno levantando esa copa, aunque aseguraba que es algo que inevitablemente no puedes dejar de pensarlo. "Esa ilusión tenemos. Hemos llegado hasta aquí. Hemos eliminado a dos grandes equipos como ellos y ahora vamos a por las semifinales. Tenemos toda la ilusión. Esperamos llegar a la eliminatoria en buen estado de forma y sin lesiones", y es que ahí puede recaer la clave. En dos equipos con un nivel tan parecido, puede ser determinante la moral y el estado de forma en el que lleguen ambos equipos.

El Liverpool consiguió el pase a la semifinal tras remontar al Borussia Dortmund la eliminatoria en su campo, Anfield, algo que parece que a Marcelino no le asusta. "Nos ha tocado el Liverpool, en este orden de partidos y así lo ha querido el destino", al tiempo que añadía que les había ido bien hasta el momento, pues las eliminatorias de Nápoles, Bayer Leverkusen y Sparta de Praha empezaron en El Madrigal. Marcelino es un hombre feliz, que puede llevar al Villarreal a lograr un hecho histórico: su primera final.