Le costó una temporada regresar a la Liga BBVA al Villarreal, pero anímicamente, fue un duro paso por la categoría de plata, que supuso un gran nivel de exigencia, puesto que se trataba de la plantilla más importante esa temporada en la Liga Adelante, y el proyecto exigía volver a Primera División, algo que finalmente se consiguió en la última jornada de campeonato frente al Almería. Por eso, desde que el Submarino navega de nuevo por las aguas de Primera, siempre ha tenido claro el objetivo: conseguir los 43-45 puntos que otorgan la permanencia cuanto antes, y luego ya se verá. Y lo llevan logrando tres temporadas consecutivas, y además siempre llegando a la última jornada con todo conseguido.

Año 1 después del ascenso: salvación como objetivo prioritario

Los jugadores, celebrando el triunfo en Cornellà | Foto: lfp.es
Los jugadores, celebrando el triunfo en Cornellà | Foto: laliga.es

Aunque a mucha gente le pueda sonar a risa, algo que han tenido claro desde el primer momento en la cúpula amarilla ha sido que se debe conseguir cada temporada los puntos necesarios para salvarse, como primer objetivo. Y la temporada 2013/2014 se elaboró la plantilla con esa idea en mente, y si podía el equipo aspirar a algo más, pues ya se afrontaría a su debido momento. Y acabó por ser un año mejor de lo esperado.

Para empezar, la primera vuelta del campeonato se cerró con 34 puntos conseguidos, por lo que el objetivo quedaba muy cerca, a tan solo ocho de 42, cifra que habitualmente se relaciona con los puntos necesarios para conseguir salvarse en Liga BBVA. En la jornada 25, en la visita el Villarreal a campo del Espanyol, se obtuvieron los tres puntos, que supusieron que los de Marcelino sumaran 43, por lo que el primer objetivo ya estaba conseguido, a falta de trece jornadas para el final, por lo que pelear por una plaza europea no era una utopía.

Y se consiguió, de forma matemática, en la jornada 36, a falta de dos partidos para el final. Visitó esa jornada al Sevilla, y con un empate a cero, lograba el punto necesario para conseguir un billete para la Europa League la siguiente temporada, por lo que llegaba a la recta final del campeonato sin presión alguna. Eso no quitó para que el Villarreal venciera por 4-0 al Rayo la siguiente jornada, y llegara a la última jornada con la sexta plaza a tiro, que ostentaba precisamente su rival esa fecha, la Real Sociedad. Los amarillos vencieron 1-2, y cerraron su curso de regreso a Primera en sexto lugar, con 59 puntos, y con una ronda previa menos que superar para alcanzar la fase de grupos de la Europa League la próxima temporada.

Año 2 después del ascenso: salvarse y algo más

Gerard Moreno celebrando uno de sus goles frente al Málaga | Foto: ligabbva.com
Gerard Moreno celebrando uno de sus goles frente al Málaga | Foto: ligabbva.com

Nuevamente, con la ilusión de volver a Europa en muy poco tiempo desde el descenso y posterior ascenso, se afrontaba otra temporada con el objetivo inicial intacto: había que conseguir 42-45 puntos lo más pronto posible. Además, quedaba la esperanza de hacer un gran año en Europa, aunque el periplo finalizó en octavos de final, cuando cayó frente al posterior campeón, el Sevilla.

Se cerró la primera vuelta superando el registro conseguido la temporada anterior: 35 puntos por los 34 del año anterior en la misma fecha. Para añadir aún más mérito a este hecho, cabe destacar que el Submarino disputó todo el mes de enero con dos partidos semanales, ya que consiguió alcanzar las semifinales de Copa del Rey por primera vez en su historia, para ser eliminado posteriormente por el Barcelona. En jornada 24, cinco después del cierre de la primera vuelta, un gol de Vietto frente al Eibar valía los tres puntos para los villarrealenses, y le permitía sumar 44, por lo que el objetivo primordial se lograba, y quedaba mucho camino todavía por recorrer.

Sin embargo, lastrado por las lesiones en la recta final del curso, el equipo amarillo tuvo dificultades para cerrar antes de lo deseado su presencia en Europa un año más, pero en la jornada 37, recibía en El Madrigal al Málaga, que era el inmediato perseguidor, ya que el séptimo accedía a Europa League. Al vencer 2-1 a los andaluces, con un doblete de Gerard Moreno en la recta final del partido ya se aseguraban, no sólo la presencia europea la siguiente temporada, sino la sexta plaza de nuevo. Cerrarían el curso perdiendo por 4-0 en la última jornada en Bilbao, en un partido intrascendente. Superaron los de Marcelino además, la puntuación final de la 2013/2014, al lograr 60 puntos, demostrando la evolución experimentada en tan poco tiempo.

Año 3 después del ascenso: un Submarino con miras más altas

Adrián celebrando su gol ante el Valencia | Foto: lpf.es
Adrián celebrando su gol ante el Valencia | Foto: laliga.es

Esta temporada ya se cambió ligeramente el discurso. Sí, lo primordial era lograr los puntos necesarios para permanecer un año más en la Liga BBVA, cuanto antes mejor; pero ya comenzó a calar desde el principio del curso la ilusión de hacer, esta vez sí, un papel mayor en Europa League. Y sólo el Liverpool ha podido arruinar ese sueño.

Si en la primera temporada desde que se volvió a la máxima categoría, la salvación se logró en la jornada 25, en la segunda en la 24, en ésta se ha conseguido en la jornada 22. El gol anotado por el capitán Bruno Soriano, de penalti ante el Granada, provocaba que los amarillos en enero, obtuviesen 44 puntos, algo que parecía a esas alturas anecdótico, porque el equipo demostró desde el inicio de temporada que aspiraba a algo más, dado que equipos aparentemente superiores al Villarreal, como el Athletic, Sevilla o Valencia, no estaban en su mejor momento, y la primera vuelta de los amarillos fue muy destacada, con 39 puntos conseguidos en la jornada 19 (cuatro más que en la 2014/2015 y cinco más que en la 2013/2014). Todo ello, invitaba a pensar que la cuarta plaza que daba acceso a la previa de Champions no era una misión imposible.

Y ese objetivo, tras mucho esfuerzo lo ha conseguido matemáticamente el Submarino en una de las mejores plazas para hacerlo: Mestalla. Con una alineación con muchos jugadores suplentes, y con la mente puesta (en principio) en la vuelta frente al Liverpool, vencieron en la jornada 36 al Valencia por 0-2, practicando un gran juego, y demostrando en la casa del rival autonómico quién será el equipo de Champions la próxima campaña.

Superando a estas alturas los puntos obtenidos las dos temporadas anteriores (suman 64 por 60 conseguidos hace un año y 59 hace dos), los de Marcelino afrontan de nuevo una última jornada liguera sin ningún tipo de presión o tarea por cumplir, demostrando que este Villarreal en los últimos años, no deja nada para última hora.