Llegan los análisis y las valoraciones del trabajo realizado durante la temporada y el Villarreal puede estar bastante contento con el resultado final. El equipo dirigido por Marcelino García Toral ha terminado tras 38 jornadas por delante de sus dos rivales vecinos, el Valencia y el Levante. Una tarea complicada que se ha culminado con la consecución de un puesto para la UEFA Champions League de la temporada venidera y con unas meritorias semifinales de UEFA Europa League que solo el Liverpool pudo truncar.

El éxito de los groguets se ha visto complementando con las malas temporadas de Valencia y Levante en este curso. El primero ha tenido hasta tres entrenadores que no han alcanzado los objetivos y fueron sustituidos. El actual, Pako Ayestarán, equilibró la temporada del equipo en la recta final pero el resultado final no fue demasiado bueno aunque el club ha ratificado su continuidad. El segundo, el Levante, ha descendido a la división de plata tras una fatal temporada con un mal juego generalizado que ha llevado al fracaso a la entidad valenciana. Estas dos situaciones han favorecido a que el Villarreal se posicionara como mejor equipo de la Comunidad Valenciana con un cuarto puesto, mientras que el Valencia con una duodécima plaza y el Levante con el farolillo rojo en última posición, han defraudado a su público.

El primer derbi, un espejismo

Aunque el desenlace de la temporada fuera muy diferente, el Levante logró vencer a principio de temporada a un Villarreal que estaba en auge e incluso líder. Los granotas se hicieron con el triunfo pero de nada serviría de cara a la salvación ya que fue uno de los pocos partidos que ganaron esta temporada. Por el contrario, el segundo derbi del año, el que enfrentaba a Villarreal y a Valencia, sí que supuso una pista de lo que iba a ser el resto de la campaña. Los amarillos vencieron como locales por la mínima, 1-0, y dieron un golpe sobre la mesa para marcar distancias con su rivales vecinos y sobre todo con sus rivales en la pelea por puestos europeos. Un golpe psicológico y moral que influyó negativamente en los intereses ches para lo que restaba de temporada.

Venganza en la segunda parte

Ya con la temporada mucho más avanzada, Villarreal y Levante se volvían a ver las caras. Los amarillos en busca de venganza por la derrota encajada y los granotas con ganas de volver a dar la sorpresa y de pelear por la salvación. Nada más lejos de la realidad, el Villarreal se impuso cómodamente por 3-0 y asestó un duro golpe al Levante.Este partido marcó el devenir de ambos conjuntos. El Villarreal por un lado, salió fortalecido y con la moral elevada para proseguir su lucha por Europa y el Levante fue la otra cara de la moneda. El cuadro levantinista terminó tocado y esto dificultó su lucha por la permanencia en primera. La lógica se impuso esta vez y la sorpresa no tuvo cabida por segunda ocasión consecutiva.

La guinda del pastel

Faltaba todavía un último derbi antes de que la temporada 2015/2016 llegara a su fin. El Valencia podía hacer efectiva la misma venganza que aplicó el Villarreal al Levante por su derrota por la mínima a principio de temporada. Los ches jugaban con el facto cancha a favor en esta ocasión y el equipo parecía haber recobrado algo de su esencia para reestructurarse y recomponerse en su conjunto. Pese a ello, el Villarreal volvió a demostrar este año su dominio y se impuso por 0-2 en Mestalla, dejando casi del todo encarrilada su participación europea.

El Valencia solo se jugaba el orgullo ya que en la tabla clasificatoria se encontraba en tierra de nadie y el peligro del descenso era algo totalmente imposible pese al mal juego durante gran parte de la campaña. El Villarreal volvió a vencer en otro derbi y reforzó su condición equipo aspirante a grandes hazañas europeas. La superioridad en casi todo los derbis del año y el buen juego mostrado han permitido que el Villarreal haya acabado por delante de sus rivales de comunidad de manera indiscutible y casi aplastante, a diferencia de lo ocurrido en otras campañas más flojas.