Era uno de las salidas que más sonaba en las últimas semanas, y finalmente el Villarreal lo ha terminado haciendo hoy oficial: Tomás Pina se marcha al Brugge KV por unos tres millones de euros, aunque la cifra no se ha confirmado, y  todavía falte que el centrocampista pase la revisión médica y firme su contrato con su nuevo club.

Tomás Pina, es uno de esos jugadores a quien le costó ganarse el respeto de la afición, pues muchos cuestionaban qué aportaba al equipo o si tenía el nivel suficiente para este Submarino. Posiblemente, no haya entrado en la historia del club ni su memoria, pero lo cierto es que siempre cumplió su papel con creces sobre el campo. Ayudando a Bruno, o sustituyéndole  (algo que no hizo nada mal el año pasado tras la lesión del capitán), siempre manteniendo firme el centro del campo y preparado para meter algún que otro gol, como el que marcó frente al Nápoles en Europa League, y que hizo que los groguets dejasen de sufrir por la eliminatoria.

El centrocampista manchego inició su carrera en el CD Móstoles, aunque siendo todavía un sub-20 fue traspasado a las categorías inferiores del RCD Mallorca, donde enseguida brilló y dio el salto al primer equipo ya en 2010. Al año siguiente, la temporada del descenso del Villarreal, el manchego se consolidó como una pieza clave en el esquema del equipo balear, con el que llegó a jugar 81 partidos, cifras que llevaron al Villarreal a su contratación tras su regreso a la máxima categoría en el año 2013 hasta la fecha. Un tiempo en el que Pina ha disfrutado de 114 partidos con la camiseta amarilla divididos en tres competiciones: 84 de Liga, 30 de Copa y 16 de Europa League, aunque solo anotó tres goles (uno en Liga y dos en Europa League).

Tomás Pina se va como se fue, sin hacer mucho ruido, pero nadie puede dudar lo que le agradecía el club en su página oficial: “Implicación, entrega y profesionalidad”. Pina siempre acababa llegando aun cuando nadie daba nada por él.