El Villarreal volvió a caer en su séptimo partido de pretemporada, en la que las sensaciones no están siendo especialmente positivas en la parcela ofensiva. Demasiadas piezas de ataque por engranar en un tiempo muy reducido, y como resultado obtenemos una terrible falta de gol, y es que en los siete amistosos de pretemporada, nada más se han anotado tres goles. Aún así, las sensaciones fueron algo mejores durante el partido ante el Deportivo, donde con mejor puntería el gol podría haber llegado de mano de jugadores que gozaron de numerosas ocasiones como pueden ser Samu Castillejo o los rencientemente incorporados a la disciplina del club amarillo Nicola Sansone o Roberto Soriano; pero ninguno de ellos obtuvo la suerte necesaria para subir su gol al marcador.

Con todas las miradas puestas en la previa de Champions, la puesta a punto es una prioridad, y en el dia de ayer pudimos ver a un equipo que mueve bien la pelota y que solamente le falta afinar la puntería, algo que recae solamente sobre la figura de Alexandre Pato, único delantero puro disponible de cara al partido contra el Mónaco, ya que Sansone no estará disponible por haber jugado la previa de Europa League con el Sassuolo, sumado a las lesiones de Soldado y Bakambu.

El Dépor salió pasado de revoluciones

El Dépor salió a ganar y a dejar buenas impresiones a su afición, era su partido de presentación y tenían que hacerlo bien. Las ideas de Garitano ya empiezan a calar en un conjunto coruñés al que se vio muy aguerrido, peleador y con un gran despliegue físico. Durante los primeros minutos, la velocidad y desequilibrio de Fayçal y Bruno Gama, fueron fatales para un Villarreal que se limitaba a defender, y como resultado, tan solo transcuridos ocho minutos, llegó el gol de Florin Andone tras una vaselina ante Andrés que falló en la salida, cumpliendo así la ley del ex.

El Deportivo seguía tirando de dinamismo, velocidad y mordiente para hacer daño a un Villarreal, que con el paso de los minutos comenzó a reponerse del golpe, mejorando su rendimiento de forma exponencial según pasaban los minutos. La movilidad de Pato y Sansone, sumado a las apariciones de Soriano y los galones de Trigueros fue dando poco a poco un ligero control del encuentro a los amarillos, que se manifestó sobre el filo del descanso en forma de una doble ocasión de Pato y luego Soriano, que sacaron Lux y Albentosa bajo la línea respectivamente.

Un Villarreal que mereció empatar

Tras el descanso, en el que se le rindió homenaje a Manuel Pablo, el Villarreal adelantó las líneas buscando más control y capacidad ofensiva, y mejoró de forma sustancial, en parte, gracias a la aportación del recién incorporporado Roberto Soldado, quien tuvo que salir lesionado del campo con un golpe fuerte en la rodilla, donde los pronósticos son los peores posibles, aún asi, falta conocer el resultado de la resonancia a la que se someterá.

Con el carrusel de cambios y la entrada de jugadores del filial, el ritmo del partido bajó, pero eso no fue motivo para que el Villarreal dejase de contar con ocasiones de gol, ya que rozó el empate en varias ocasiones; la más clara llegó a diez minutos del final con un disparo cruzado de Samu Castillejo que se fue rozando el palo de la portería de Tyton. Pese al ímpetu por anotar gol por parte del Villarreal, finalmente fue el Deportivo, por medio de Carles Gil, ya rebasado el minuto 90', quien haría el gol para poner el definitivo (2-0), otorgando al Deportivo su vigésimo trofeo Teresa Herrera.