No fue un partido fácil, ni bonito, pero el Villarreal CF ha conseguido una vital muy importante para comenzar con buen pie esta nueva edición de la Europa League. Fran Escribá echó mano de las rotaciones en busca de una mayor competitividad entre todo el grupo y ello ocasionó que jugadores como Álvaro González, N' Diaye o José Ángel se vieran incómodos debido a que no tienen automatizados aún los conceptos  del equipo.

Gol en contra y remontada

El partido empezó muy mal para el Villarreal: N' Diaye perdió un balón cerca de su área  y Sadiku se sacó un derechazo que se coló en la portería del debutante Andrés Fernández. Al igual que ocurrió ante el Mónaco, el senegalés volvió a cometer un error que ha vuelto a costar un gol a su equipo.  

El Submarino no estaba cómodo sobre el terreno de juego debido que los de Escribá esperaban un partido muy plácido y sin muchas complicaciones, algo que no se estaba produciendo. El Zürich ahogaba la salida de balón del Villarreal en los pies de Bruno, por lo tanto los amarillos estaban teniendo problemas en la canalización del juego. 

Los de Escribá cargaban el juego por la banda izquierda de un Cheryshev muy reivindicativo, aunque a los amarillos les costaba bastante crear ocasiones de verdadero peligro sobre la portería suiza. Por el contrario, en defensa se mostraban algo débiles con bastantes desajustes  debido a la falta de comprenetración entre los integrantes de la zona defensiva.

Poco a poco el conjunto amarillo fue creando ocasiones y el gol tarde o temprano tendría que llegar. Tras fallar dos ocasiones claras, Pato marcó  el empate tras definir a la perfección un pase muy bien filtrado por Jonathan dos Santos. El gol tranquilizó al Submarino y, justo cuando se cumplía el tiempo añadido, la asociación entre Pato y Jonathan dos Santos se volvió a repetir, pero esta vez fue el mejicano el que con un derechazo desequilibró el marcador. 

Sin duda la dupla del brasileño y el mejicano fue lo más destacado del primer tiempo como demuestran los dos goles que han salido de esta fructífera asociación.

Segunda mitad con poco ritmo

La segunda parte empezaba con poco ritmo debido a que ambos equipos no querían arriesgar, ya que el marcador les era bastante favorable a ambos. El árbitro belga no pitó dos claros penaltis, uno a cada lado, circunstancia que aceleró el partido durante unos minutos. 

El choque estaba bastante raro: el Submarino no estaba controlando el balón y eso generaba una inquietud que no invitaba al optimismo. Santos Borré perdonó el 3-1: Bruno asistió en un saque de falta al colombiano pero su definición fue desbaratada por el portero suizo. 

Fran Escribá decidió mover banquillo e introdujo a Sansone por un muy voluntarioso Borré y, acto seguido, Castillejo entró al terreno de juego por Jonathan dos Santos. El partido llegaba a los últimos minutos con un resultado muy ajustado y con un Zürich voluntarioso que dio un paso adelante en busca del empate. En los contraataques, el conjunto amarillo pudo sentenciar el choque como en el gol anulado a Sansone o en las botas de Castillejo, pero la inquietud se mantuvo hasta el final.  El conjunto suizo lo intentó pero el Villarreal apenas sufrió y los tres puntos se quedaron en casa. 

El Villarreal consigue la segunda victoria consecutiva de la temporada tras la cosechada el pasado sábado en La Rosaleda. Los de Escribá buscarán el domingo a partir de las 18:30 una nueva victoria ante un equipo tan competitivo como es la Real Sociedad, otra vez en casa.