Disparos de silencio: Chico Mendes
Chico Mendes fue uno de los pioneros en la defensa del Amazonas.

Francisco Alves Mendes Filho, más conocido como Chico Mendes, nació en Xapuri (Brasil) el 15 de diciembre de 1944. Chico Mendes fue recolector de caucho, pero su labor más importante la llevó a cabo como sindicalista y activista medioambiental de la selva del Amazonas. Luchó contra la extracción de la madera y la expansión de los pastizales en la cuenca del Amazonas. En vida puede ser que no obtuviese los resultados que él deseara, pero tras su muerte, el 22 de diciembre de 1988, comenzó a tomarse medidas políticas para relajar una situación, cuanto menos preocupante, no sólo para Brasil, sino para el mundo entero.

El padre de Chico Mendes venía huyendo de la pobreza hasta instalarse en el estado de Acre, dentro de la zona selvática, para trabajar en la elaboración del caucho. Pero también tuvo que emigrar por la construcción de la carretera que estaba haciendo que la zona de donde procedía (Ceará) estuviera desertizándose e impidiera su labor recolectora. Esta razón hizo que la familia de los Mendes luchase contra esta carretera, pero sin demasiado éxito.

Chico Mendes nació en este contexto de lucha, pero también de analfabetismo, abandono, aislamiento y sobreexplotación. Pero Chico Mendes, a los 14 años, podía leer y escribir gracias al exiliado político Euclides Fernández Távora. El propio Chico comenzó a enterarse de las noticias del mundo gracias a periódicos y revistas viejas. Lo que podía leer Chico Mendes sobre el Amazonas era que, a partir de la Segunda Guerra Mundial, su situación era cada vez más pobre ya que terminaba la batalla por el caucho. La situación de pobreza extrema se agravaba con la salida de los norteameriacanos de los muelles y los puertos de los seringueiros (los trabajadores del caucho). Estos trabajadores, a raíz de esta serie de acontecimientos, tuvieron que comenzar a malvender el caucho, aumentando casi al cincuenta por ciento la tasa de pobreza extrema del gremio.

Pero peor se puso la situación cuando en 1970 el presidente de Brasil, Medici, comenzó a construir una carretera transamazónica de 5.000 kilómetros. Para la construcción de esta carretera no se reparó en la situación de la propia selva, pero tampoco de los indios, los ribeirinhos o los seringueiros. Los fazendeiros (terratenientes) comenzaron a quemar la selva para trabajarla, además de pedirle subvenciones y ayudas al estado. Ante esta situación, Chico Mendes comenzó a pregonar contra esta avalancha de amenazas y usurpaciones. Con la quema de los árboles, comenzó a desertizarse las zonas selváticas y, con ello la expansión de la malaria.

A raíz de toda esta situación, Maia, Wilson Pinhero y Chico Mendes formaron el primer sindicato de recolectores de caucho en un intento por luchar, de manera pacífica, y preservar sus trabajos y la selva tropical. También se fundó el Consejo Nacional de Recolectores de Caucho y comenzaron a realizarse las propuestas de las Reservas Extractivas para recolectores. Chico Mendes fue el primer presidente de la Central Única de “dos Trabalhadores”. Wilson Pinhero fue asesinado en 1980 por unos asesinos a sueldo.

En los años ochenta hubo una fiebre del oro que provocó que 100.000 personas vivieran en condiciones infrahumanas. También comenzaron a construirse carretas que provocaron el aniquilamiento de los indígenas, la devastación de la selva, la extinción de especies, la erosión de los suelos y el desastre socio-económico. A raíz de esta nueva situación, comenzaron a surgir las movilizaciones para la defensa de la selva, también llamados “empates”. Chico Mendes, que fue más una persona moral que política, denunciaba en sus mítines las talas ilegales, las expulsiones violentas y los arrestos arbitrarios, pero nunca fue elegido por una cantidad mínima para representarles. Intentó dar soluciones como las Reservas Extractivas, que consistían en la obtención de caucho nativo y recolección de frutos y medicinas silvestres. Demostrando que una hectárea de selva producía más que una hectárea de ganado sólo con el caucho, las nueces, las resinas y las frutas. De esta forma, además, se garantizaba la conservación de los bosques y los poblados silvestres. 

Todo esto comenzó a obtener una repercusión internacional cuando desde Estados Unidos se exigieron estudios para el impacto medioambiental que provocaba la central hidroeléctrica de Tucurí y la represa de Balbina. Además, Adrian Cowell, en su documental La década de la destrucción denunciaba toda esta situación. Hecho que le sirvió a Chico Mendes a viajar a Estados Unidos y reunirse con un senado que le daba la razón. Esto conllevaba las críticas de los terratenientes. Pero el satélite NOAA-9 detectó más de 200.000 incendios en el Amazonas en un terreno equivalente a dos veces Suiza. Además de aportar un diez por ciento al efecto de gases invernaderos en el mundo.

A partir de este reconocimiento internacional, Chico comenzó a obtener galardones, como el Premio Global de las Naciones Unidas o la Medalla por el Medio Ambiente de la organización Better World Society. Pero este interés internacional no correspondía con la ignorancia nacional en su país y, a falta de reconocimiento, comenzó a aumentar el número de amenazas que recibía.

En noviembre de 1987 inició una resistencia histórica contra la tala y la colonización agrícola. Pero provocó un aumento de la violencia en Acre y represalias en todo Brasil a partir de 1988. Poco antes de su muerte -en su propia casa, por un disparo en el pecho-, pronunció un discurso muy sonado después:

No quiero flores en mi tumba porque sé que irán a arrancarlas a la selva. Sólo quiero que mi muerte sirva para acabar con la impunidad de los matones que cuentan con la protección de la policía de Acre y que desde 1975 han matado en la zona rural a más de 50 personas como yo, líderes seringueiros empeñados en salvar la selva amazónica y en demostrar que el progreso sin destrucción es posible”.

A raíz de su muerte se formó el Comité Chico Mendes, formado por entidades sindicales, religiosas, políticas, de derechos humanos y ambientalistas. Pero la importancia para la historia de la vida de Chico Mendes fue que, por primera vez, hubo una consciencia medioambiental internacional y, sobre todo, comenzó a prestarse atención sobre los recolectores de caucho. En el año 2003, el presidente Lula da Silva nombró a la compañera de Chico Mendes, Marina Silva, como ministra de Medio Ambiente. Demostrando que la vida de Chico Mendes no fue en vano y que pasó a la historia como un luchador ambiental que despertó la consciencia del mundo.   

(Fuentes de imágenes: es.globalvoicesonline.org, moverse.net) 

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