La Gioconda, un rostro enigmático
La Gioconda o Mona Lisa es la obra más famosa de Leonardo da Vinci, incluso por encima de La última Cena (Foto: hdwallpapersinn.com).

Se dice que La Mona Lisa, nombre con el que también se conoce a La Gioconda, podría ser un autorretrato de Leonardo da Vinci, autor de ésta particular obra; otras versiones dicen que da Vinci quiso plasmar la imagen de la belleza perfecta rompiendo el modelo tradicional de los retratos anteriores a éste. Lo cierto es que hoy en día, La Mona Lisa es la obra artística más famosa en el mundo, es tanta su importancia que está protegida estrictamente en el Museo de Louvre en Francia.

La historia oficial de este retrato cuenta que en el año de 1503 Francesco del Giocondo (de ahí que se le haya dado el nombre de La Gioconda), un hombre florentino de la alta clase social, encargó a Leonardo da Vinci hacer una pintura de su esposa Madonna Lisa  di Antonio Maria Gherardini; misterio resuelto en cuando a la identidad de la mujer de la obra más famosa del pintor más influyente de la historia universal. 

La Gioconda es tan excelso como pequeño, ya que apenas llega a ser un cuadro de 77 x 53 centímetros, lo que la hace una pintura única e inigualable en todo el orbe.

Retrato en su totalidad de La Gioconda de da Vinci (Foto: Wikipedia)

Los ojos, el centro del secreto

"La boca unida, a los tornos carnosos del rostro por el rojo de los labios, parece carne viva antes que pintura. Al fijar la mirada en la garganta, parece que le late el pulso", Giorgio Vasari.

En un principio, La Mona Lisa tuvo cejas, las cuales desaparecieron a causa de dos posibles cosas: el paso del tiempo o por el uso de un solvente muy agresivo que data del siglo XVI; pero lo importante en este apartado son los ojos, por muy simple que se lea.

Silvano Vinceti, miembro del Comité Italiano para el Patrimonio Cultural, asegura haber encontrado un código en los ojos de La Gioconda. Argumenta que en la pupila derecha encontró las iniciales LV, mientras que en la izquierda halló dos letras que no pudo identificar; además afirma que en el puente que hay entre los ojos se encuentra una cifra que bien puede ser L2 y en otra parte del cuadro aparece el número 149.

Vinceti cree que si el código se descubre, podremos saber la verdadera identidad de la mujer del cuadro de da Vinci, pues piensa que el retrato no pertenece a la Madonna y lo pintó antes de lo que se cree.

Análisis de los ojos de La Gioconda (Foto: mundo52.com)

La sonrisa

Si bien da Vinci no pintó a una mujer que se muestre alegre, en el rostro de ésta se dibuja una leve mueca que podría asociarse a una especie de sonrisa muy discreta.

La revista New Scientist ha publicado que la sonrisa de la Madonna parece desvanecerse gracias al fenómeno en el que se combinan la luz y la estructura anatómica del ojo. Por otra parte, Vito Franco, profesor de Anatomía Patológica de la Universidad de Palermo sustenta que la sonrisa es a causa de la distorsión de los tejidos por altos índices de colesterol que ocasionaron un lipoma o tumor graso en la mejilla izquierda.

El entorno y los elementos alternos

Leonardo da Vinci hubo de usar colores sombríos en su obra más famosa, pero es claro que al pasar de más de medio milenio, La Gioconda ha necesitado  restauraciones que han influido en el colorido del paisaje  externo, con tendencia al verde.

El paisaje a espalda de la Madonna es un plano literalmente imposible y carente de perspectiva; la parte derecha del panorama es más alta que la del lado izquierdo.

La supuestamente retratada, Madonna Lisa, pudo haber sido pintada en una logia, galería o exterior techada formada de columnas y un claustro. El vestido tiene trazos de un bordado de lazos y nudos sumamente complejos.

La Gioconda o como quiera llamársele es un gran misterio, un enigma que tal vez nadie nunca pueda resolver, y es que hay cosas que el hombre no debería saber jamás.

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