Con la obligación de conseguir al menos un empate para encarrilar la clasificación a semifinales, España salió jugando a sabiendas de que la posesión hacía disminuir las opciones de Alemania de hacer peligro. Con un planteamiento arriesgado, Alemania presionó arriba adelantando la línea de ataque de sus tres delanteros, lo que liberaba espacios en el centro del campo.

En los primeros 10 minutos, los jugadores creativos de España buscaron la velocidad que proporcionaba desde el lateral izquierdo Alberto Moreno, mientras que Rodrigo buscaba las espaldas de la defensa alemana aunque sin encontrar remate a puerta. El único que lo intentó fue Koke, con hasta 3 disparos lejanos que no llevaron ningún peligro a la meta de Leno. La principal ocasión alemana fue un disparo de falta desde la frontal de Holtby. El del Tottenham intentó sorprender a De Gea pero éste realizó una gran intervención.

El guión no varió mucho llegando al ecuador del primer acto. Los jugadores alemanes perdieron la fe en la presión avanzada y prefirieron optar por el error español. El toque español no fue preciso pero las pérdidas llegaron en zonas que no supusieron un riesgo, ya que los mediocentros volcaron el ataque por banda. Thiago estuvo a punto de hacer el primero con un disparo al palo tras una recuperación en el área alemana, mientras que Clemens tuvo otra para Alemania en una falta al borde del área. Era el minuto 25.

España ejercía por completo el control del partido aunque esto no se traducía en ocasiones, como ocurrió ante Rusia en el primer partido. La defensa alemana, atenta y bien colocada, impidió que los centros de Montoya o Isco llegasen a buen puerto. Su único fallo en la primer parte llegó cuando Rodrigo recibió solo dentro del área y regateó a Leno, pero su remate, con poco ángulo, se marchó a lateral de la red. En el 36', la pasividad a la hora de presionar de la defensa española hizo posible un disparo de Clemens que se marchó desviado a la derecha del arco de De Gea. Un arreón en los minutos finales hizo que Alemania multiplicara sus ocasiones, aunque no supusieron un peligro real para España, que siguió actuando según el guión escrito por Lopetegui y se llegó al descanso con 0-0.

Sin variaciones tácticas y sin cambios, ambos equipos siguieron buscando los tres puntos. Alemania sabía que lo que no fuese una victoria la dejaba a merced de una carambola o eliminada. España acumulaba hombres en zonas ofensivas. La subida conjunta de los laterales y Thiago e Isco hizo que Alberto Moreno probara fortuna desde lejos. El disparo se marchó por encima del arco de Leno. Thiago, desde la frontal, también erró cuando disponía de tiempo para colocar el balón.

Los minutos pasaban y en el 60' no parecía que hubiese un ganador. Todavía no se habían realizado cambios y solo en esas variaciones podía estar la clave para que el partido tomase otro rumbo. Alemania tomó la iniciativa en este aspecto y realizó los dos primeros cambios. No fue una consecuencia directa de estos, pero el juego se hizo más violento y las tarjetas y faltas duras se sucedieron. En España entró, como el día de Rusia, Morata sustituyendo a Rodrigo.

Llegando a los últimos 10 minutos, España mantenía el control de la posesión pero conseguía llegar con más fluidez y rapidez a la meta de Leno. Un disparo lejano de Illarramendi y una jugada embarullada en el área ocurrieron antes de que Morata, con una sensacional jugada por banda, batiese por bajo a Leno y pusiera en ventaja a España a falta de 5 minutos. La historia del día de Rusia se repetía y España ponía rumbo a semifinales. 

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Sobre el autor
Ignacio Garcia Vera
Ingeniería Electromecánica.