Conejo ficharía después por el Albacete Balompié donde vivió tres temporadas pero se le recuerda sobre todo por su buen hacer en los campos italianos, colaborando activamente en que su país alcanzase los octavos de final tras imponerse a dos selecciones europeas como Escocia y Suecia.

Después de aquella hazaña los Ticos no han vuelto a superar una fase de grupos. Ni en 2002 ni en 2006 fueron capaces de avanzar, en buena medida porque coincidieron con rivales netamente superiores. De cara a 2010 se vieron obligados a jugar la repesca de manera agónica -para alegría de los hondureños-, en la cual no pudieron con Uruguay. Y, por el contrario, a Brasil 2014 han accedido con gran autoridad y dejando muestras de que esta vez es posible no caer a las primeras de cambio.

Jorge Luis Pinto, técnico colombiano con amplia experiencia en su país y en el fútbol costarricense, ha logrado conjuntar un equipo que mezcla la tradicional alegría caribeña con dosis de oficio y eficacia superiores a las que se estilan en esta zona geográfica. Curioso que son varios los integrantes de esta selección que se ganan la vida en el fútbol nórdico, llamativo contraste. Interesante el 1-5-2-2-1 planteado últimamente, sistema que se sostiene gracias a dos mediocentros trabajadores aunque de características diferentes y que le permite a su vez integrar las virtudes de sus carrileros junto con la capacidad creativa de los hombres más avanzados. Un acierto. Costa Rica ofrece habitualmente una imagen aguerrida pero a la vez deseosa de buscar el marco rival. A día de hoy clara candidata a revelación del torneo.

Análisis individual

Bajo palos manda Keylor Navas (Levante), arquero joven pero con cierta experiencia. Su determinación y valentía compensan su aparente falta de estatura. Además posee agilidad y buenos reflejos, lo que le confiere un perfil bastante completo. Muchas menos garantías ofrecen sus habituales suplentes Patrick Pemberton (Alajuelense) y Leonel Moreira (Herediano), una lesión de Navas supondría un grave problema para Pinto.

Un ataque muy rico y variado gracias a la diversidad de condiciones de cada uno de sus integrantes

La línea de zagueros parece muy consolidada. Habitualmente los tres que se sitúan en zona central son Johnny Acosta (Alajuelense), Giancarlo González (Valerenga) y Michael Umaña (Saprissa). Ninguno de ellos destaca de manera especial pero los tres son rápidos y contundentes. Cierto que sufren bastante en el juego aéreo ya que solo Giancarlo alcanza el 1,86 de estatura, por lo que por ahí se puede encontrar un punto débil. Pero en líneas generales sorprende para bien la efectividad de esta zaga de semidesconocidos. Como mejores opciones para suplir a cualquiera de ellos se sitúan Óscar Duarte (Brujas) y Roy Miller (New York Red Bulls) aunque no son muchas las oportunidades de las que disfrutan.

En los carriles la titularidad la tienen asegurada por derecha e izquierda respectivamente Cristian Gamboa (Rosenborg) y Bryan Oviedo (Everton). Excelentes futbolistas ambos, interpretan magníficamente cuándo deben esperar atrás y cuándo desplegarse en ataque. Muy capaces de ganar línea de fondo, una vez allí le pone un punto más de pausa Gamboa que Oviedo, lo que suele implicar un mejor desenlace para los intereses Ticos. Pero su dinamismo no está reñido con la disciplina táctica, hay partidos –especialmente a domicilio- en los que la dedicación defensiva no les permite excesivas alegrías en ataque e igualmente cumplen. Si algún día falta Gamboa el recambio más probable es Carlos Johnson (Cartaginés), mientras que Junior Díaz (Mainz) viene conformando la segunda opción para el lateral izquierdo. Ambos lucen mucho más perfil de laterales que de carrileros, lo que les convierte en menos aptos para un sistema con línea de 5. También ha participado el zurdo Christopher Meneses (Norrkoping), que por su juventud -23 años- a buen seguro irá entrando en el equipo en un futuro.

La posición defensiva de Borges suele determinar la altura a la que presiona el equipo

En cuanto al doble mediocentro resulta fundamental el concurso de Celso Borges (AIK Solna). Muy completo, extraña que no disponga de una oportunidad en una liga de mayor nivel. Intenso en la presión, Borges es capaz de combinar y también de llegar a zona de remate aprovechando su envergadura. Buen toque de balón en el lanzamiento de faltas y potente disparo de media distancia. Baluarte clave en el sistema de Pinto. Más oscura es la labor de Yeltsin Tejeda (Saprissa), jugador que a su vez se desenvuelve en una parcela más limitada de terreno. En su haber hay que colocar los pocos balones que pierde, asegurando con toques rápidos y en corto. Cierto que cuando ejecuta desplazamientos en largo tampoco acostumbra a fallar, de lo que se benefician los futbolistas de banda. Tampoco desentonan demasiado en esta demarcación José Miguel Cubero (Herediano) o Michael Barrantes (Aalesund), quienes suelen intervenir para aportar refresco en los segundos tiempos.

Por delante desde el costado izquierdo acostumbra a partir Cristian Bolaños (Copenhague). Con su rapidez y capacidad de dribling busca desbordar para intentar colocar buenos balones en el área o incluso disparar a puerta. Sin embargo acaba siendo el menos resolutivo de los tres de arriba ya que son Bryan Ruiz (Fulham) y Joel Campbell (Olympiakos) los que acaparan el protagonismo en cuanto al juego ofensivo. Ruiz se mueve con libertad en zona de tres cuartos aunque cuando toca defender lo normal es que caiga hacia la derecha. Futbolista muy creativo y asociativo, también tiene gol. Un auténtico puntal. Y qué decir de Campbell, la auténtica sensación del fútbol Tico en los últimos años. Muchísima potencia -que le convierte en arma letal al contragolpe- unida a una buena capacidad de regate, le permiten trazar diagonales que siembran el terror entre la zaga rival. Su disparo con la zurda también se puede calificar con un sobresaliente, delantero peligrosísimo y que puede ser muy protagonista en Brasil 2014.

La principal alternativa que maneja el técnico como nueve viene siendo Álvaro Saborío (Real Salt Lake), delantero más clásico de área con un buen juego de espaldas. Otros puntas como Diego Calvo (Valerenga), Randall Brenes (Cartaginés), Víctor Núñez (Herediano) o Kenny Cunningham (Wellington Phoenix) también cuentan para Pinto a la hora de suplir al trío de arriba aunque participan bastante menos y únicamente mantienen el nivel del equipo si entran por la izquierda en lugar de Bolaños. Calvo, de 22 años, muestra utilidad para atacar por izquierda aunque tiene problemas con el último pase. Brenes, muy utilizado como refresco, revitaliza el ataque buscando remates a pierna cambiada. Cunningham ofrece la clásica potencia caribeña, por lo que su figura se acentúa cuando surgen espacios en la zaga rival. Y Núñez, poco utilizado, puede aportar su veteranía, aunque incluso tendrá complicado entrar en la lista de 23.

Funcionamiento colectivo

Jorge Luis Pinto comenzó el hexagonal jugando con defensa de 4 pero lo terminó convencido de que el sistema con 5 atrás se adaptaba mejor a su plantel (formación titular a la izquierda). No le falta razón. Los tres centrales achican muy bien con ayuda de los mediocentros mientras que Oviedo y Gamboa cierran las bandas y enseguida aprovechan para desplegarse en ataque. El sistema además permite pasar a una defensa de 4 en cualquier momento sin realizar cambio de futbolistas con el simple hecho de adelantar a Gamboa a zona de mediocampo, permaneciendo Acosta en funciones de lateral derecho. No cabe duda de que los carrileros desempeñan un papel vital y que necesitan una condición física importante para soportar las subidas y bajadas a que se ven sometidos.

En fase ofensiva Costa Rica se apoya en el fútbol raseado y busca combinaciones mediocentros-carrileros-delanteros para que al final Bryan Ruiz o Joel Campbell inventen algo que genere peligro. Muy importantes además las incorporaciones de Celso Borges en dos aspectos: para cabecear centros de Bolaños, Oviedo o Gamboa y también para disparar desde la frontal. Jugador importante en ataque, a veces se echa siestas en los partidos -posiblemente para coger un poco de aire- y el equipo lo acusa. Y es que únicamente sumando el potencial ofensivo de Borges al de Campbell y Ruiz se puede concluir que Costa Rica es una selección con gol, con mucho gol.

También sorprende el cuidado con el que tocan la bola los zagueros. Raro verles dar un balonazo salvo que el equipo rival esté volcado, en cuyo caso un balón largo hacia Joel Campbell puede convertirse en arma mortífera. Pero lo más habitual es que intenten sacar la bola hacia Tejeda-Borges, que buscan la asociación con Bryan Ruiz, Oviedo y Gamboa para crear superioridades en mediocampo. Un ataque muy rico y variado gracias a la diversidad de condiciones de cada uno de sus integrantes. Una amalgama de estilos estéticamente bella pero también eficaz gracias a la amplitud de registros.

Una variante más la representa Álvaro Saborío. Nueve mucho más convencional que Campbell, su participación introduce una referencia más para los centros laterales. Puede jugar en lugar de Joel pero también junto a él, cayendo entonces el ex del Betis hacia una de las bandas, lo que le permite trazar sus peligrosas diagonales buscando disparo. Otra posibilidad más de hacer daño al contrario.

Entre las opciones de refresco también cabe destacar a Brenes y a Cunningham, con esperanzas de aquí al verano de desbancar a Bolaños en el once inicial. De condición más rematadora el primero y más potente el segundo, seguramente Pinto barajará sus nombres para integrar el equipo titular.

Defensivamente la táctica cuenta pero todavía lo hace más la intensidad que transmite el bloque. En este sentido parece primordial el trabajo de Tejeda y Borges -también Cubero y Barrantes cuando les toca jugar-, centrocampistas de una constancia y seriedad dignas de elogio. La posición defensiva de Borges suele determinar la altura a la que presiona el equipo. Si Celso muerde sobre la demarcación de cinco del contrario casi se podría hablar de un 5-1-3-1 (como en la disposición de la derecha), seguramente la versión más presionante de los Ticos. Pero si decide esperar junto a Tejeda en campo propio entonces el sistema que mejor lo describe es un 5-4-1, utilizado ante una ofensiva sin cuartel del rival, con Ruiz y Bolaños como dos obreros más cerrando las bandas. Muchísima flexibilidad para poder reaccionar ante diferentes situaciones de partido.

La línea de cinco también se muestra enormemente solidaria y a ninguno de los zagueros se le puede tachar de lento. Sí es cierto que en balones aéreos y en luchas cuerpo a cuerpo contra delanteros tanque se puede ir algún que otro partido. En cualquier caso un notable alto para el sistema defensivo, lo cual no es poco hablando de un conjunto caribeño.

Esta es la Costa Rica que ha concluido en segundo lugar el hexagonal de la CONCACAF. Pese a ello ha ofrecido mejores sensaciones que Estados Unidos, que acabó líder. Su condición de equipo centroamericano le ubicará a buen seguro en un grupo complicado pero a diferencia de otras ediciones, en Brasil los costarricenses tendrán opciones de superar la fase de grupos. Equipo muy trabajado y con pocas debilidades, muestra en sus futbolistas una mentalidad ofensiva y dispone de buenas armas para complicarle la vida a cualquiera.

24 años después los Ticos han conjuntado un equipo que emite muy buenas vibraciones y que lo tiene todo para convertirse en revelación mundialista. Muy recomendable seguir sus partidos, con esta selección el espectáculo y la diversión están asegurados. Quizás octavos de final, incluso los cuartos no parecen una empresa descabellada, las oportunidades no se pueden desaprovechar y se antoja extremadamente complicado volver a reunir a una generación con futbolistas tan variados y de tan buen nivel en un país como Costa Rica. Un nivel, sin ninguna duda, superior al de aquella recordada selección que capitaneaba Luis Gabelo Conejo en Italia 90.

Fotos: George Frey, Kevin C. Cox, Dustin Bradford, Streeter Lecka // Getty Images North America