Encarrilada pero no sentenciada. Así dejó la eliminatoria el combinado griego al imponerse a Rumanía en la ida de la repesca para el Mundial de Brasil.  Los dos goles de Mitroglou, unidos al tanto de Salpingidis, acercan al equipo de Fernando Santos a la clasificación. Con todo, el  gol de Stancu permite a la tricolorii soñar con la remontada en la vuelta.

Grecia aprovechó el tirón de la fase previa

Salir triunfante de una repesca no podría considerarse una epopeya. Mas bien, los equipos afrontan esta segunda oportunidad como una odisea, punto final o seguido a un viaje clasificatorio que ha transcurrido con dificultades. 

El caso griego posee además un punto de infortunio. El conjunto azulado dio con su cuerpo en estos playoffs luego de verse superada en la clasificación del grupo G por la sorprendente Bosnia – Herzegovina, con la que incluso llegó a igualar en puntuación.

La decepción, al contrario de lo que se esperaba, ha traído consigo una reacción de todo el equipo. Ante sí, la resistencia rumana,  poseedora de un irregular currículum en la fase previa, que no niega su capacidad para sacar adelante cualquier entente.

Ambos equipos salieron poniendo todas las cartas sobre la mesa. Ni Fernando Santos, ni Victor Pițurcă ocultaron sus intenciones de inicio. Los dos equipos salieron dispuestos a imponer su dominio desde el pitido inicial. Evitaron la lógica de la prudencia, tan habitual en las eliminatorias.  

Siete minutos de infarto

Las ansias primerizas del cuadro heleno hicieron que fuese a remolque de los rumanos en los primeros compases. La escuadra rumana aguantó el cuero y quiso llevar la batuta. Pero el control le duró bien poco a los de Piturca, quienes se encontraron en el 14’ con un soberbio tanto de Mitroglou. El avanzado del Olympiacos supo ganarle las espaldas a la zaga rival, aprovechando así un gran pase de Salpingidis.

El tanto griego causó una auténtica revolución. Conscientes de que un gol tempranero podía poner muy cuesta arriba el partido, Rumanía asumió los riesgos pertinentes para armar la reacción. Solo tardaron cinco minutos en ver traducidos sus deseos. Stancu fue el encargado de hacer subir el empate al marcador, tras rematar de cabeza una falta botada por Torje. Una mala salida de Karnezis fue aprovechada por el jugador del Gençlebirligi, al que solo le faltó meterse en la portería para confirmar el destino de su disparo.

La igualada abría un escenario totalmente nuevo, una atmosfera de juego que tardó en disiparse bien poco. Volvió a surgir Salpingidis, esta vez como goleador, quien remató la espiral de locura futbolística con una nueva diana. Fue el punto culminante de unos minutos de auténtico goce visual, en los que los dos equipos dieron lo mejor de sí. El mérito final del remate del delantero griego vino precedido de una magnífica jugada combinativa, trenzada al primer toque.

Rumanía supo reaccionar frente a los dos primeros goles

El cuadro rumano, lejos de ahogarse, tomó aire frente el vendaval local. Conscientes de que su primer gol les dejaba cierto margen de maniobra, se volcaron en busca del empate con más sosiego.  Pero la suya fue una calma tensa. Amarrados al juego de toque, la fuerza del contraataque heleno a punto estuvo de dejar en coma a la escuadra tricolorii.

Finalmente el primer tiempo concluyó con un resultado de suspense. El 2-1 había sido fruto de unos instantes desatados. Fuera de esa agitación el partido había transcurrido por los cauces de la igualdad. Los de Fernando Santos se marcharon al vestuario con la tranquilidad de ir mandando en el marcador, pero con el temor de que su ventaja quedase anulada en el segundo acto. A pesar de la derrota parcial, la manera de jugar del cuadro entrenado por Pițurcă les dejaba en una buena posición para afrontar el segundo acto.

Mitroglou no dio opción 

El guion de la partida apenas mudó tras la reanudación. Grecia y Rumanía partieron dispuestas a conseguir un gol psicológico. Buscaban el mazazo que inclinase la balanza a su favor. Agotados los recursos de toque y posesión, el equipo rumano decidió explotar el juego directo.

Marica se erigió como el hombre referencia del ataque tricolor. Ya había intentado perforar el muro heleno en el primer tiempo. En el segundo, hizo kilómetros a través de su banda izquierda, por donde llegó gran parte del peligro visitante.  Con el cuadro de Pițurcă subiendo marchas gradualmente, otro acelerón griego quebró el encuentro.

Así, en el minuto 67, el omnipresente Mitroglou marcó el tercer y definitivo gol de Grecia. El bigoleador de la noche finalizó de modo acrobático una falta botada por Samaras al primero palo y que Kastsouranis cabeceó para servirle un inesperado centro al cazagoles heleno. A diferencia de los otros dos tantos, Rumanía, más flaca de fuerzas, se resintió tras el 3 – 1.

Conscientes de la importancia de la tercera diana, el público del Georgios Karaiskakis se vino arriba. Mitroglou quiso agrandar su proeza y a punto estuvo de hacer el cuarto. La defensa visitante rozó los límites de la desesperación con él. Su capacidad para el desmarque y su visión de juego dejaron sin argumentos al combinado rumano, quien a pesar de todo no tiró la toalla.

Más de un susto se llevó Grecia en su camino hacia la victoria. Stancu pudo recortar diferencias en el 73’. Su intento de chilena puso en alerta a Karnezis, quien tuvo bastante menos trabajo en la segunda mitad. El resurgir rumano quedó anulado con el baile de cambios llevado a cabo por ambos entrenadores. Las modificaciones introducidas por Pițurcă no causaron el efecto deseado. Tal fue el descalabaro que el primer recambio, Lazar, apenas duró en el campo un cuarto de hora, tiempo que tardó el jugador de Paok Salónica en ver dos amarillas.

Eliminatoria encarrilada pero no cerrada

Mejor le salió la mudanza a Santos, quien retiró al héroe de la partida, Mitrogolou, para dar entrada a Gekas. Este firmó el cuarto gol de los suyos, pero lo hizo en fuera de juego. Este tanto hubiera supuesto la muerte en combate de Rumanía, quien queda, tras el 3 – 1, tocada pero no hundida.

La propuesta futbolística del cuadro visitante, asentada en el toque, naufragó frente a una Grecia basada en la efectividad. Esta acabó marcando la diferencia en un encuentro más ajustado de lo que el marcador acabó reflejando. La resolución definitiva de este caso premundialista tendrá lugar el próximo 19 de noviembre, día escogido para la vuelta de labeliminatoria, incluída en la repesca que dará a conocer qué equipos completarán la representación europea en el próximo Mundial de Brasil 2014.

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Denís Iglesias
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