El premio suculento espera impaciente al final del recorrido. A Grecia o a Rumanía les separa 90 minutos de lograr el obsequio que toda selección anhela cada cuatro años: estar presente en el Mundial. En esta ocasión, ambos combinados querrán estar en Brasil y ser una de las 32 selecciones que muestren su fútbol a los demás.

Asimismo, la consecución del billete será motivo de una satisfacción aún mayor, ya que las anteriores ediciones de los Mundiales ninguno de los dos conjuntos ha tenido un gran protagonismo. Grecia, por un lado, nunca ha pasado de primera ronda en los dos Mundiales que ha disputado (Estados Unidos 1994 y Sudáfrica 2012). Rumanía, por su parte, ha llegdo más lejos en esta competición por excelencia del fútbol. Los centrouropeos han llegado un vez a cuartos (Estados Unidos 1994) y dos veces a octavos de final (Italia 1990 y Francia 1998).

No obstante, los pupilos de Piturca lo tienen más difícil para pisar suelo brasileño dentro de unos meses. Después de que no lograran clasificarse en la fase de grupos, quedaron emparejados con la selección helena para lograr una plaza en el Mundial de Brasil. El pasado viernes se jugó la ida en Atenas, donde cosecharon un resultado negativo al perder 3-1 gracias al doblete de Mitroglu y el tanto de Salpingidis.

En busca de la proeza

La selección rumana deberá meter, al menos, dos goles y esperar a que Grecia no perfore su meta. A pesar de que ninguna selección europea ha logrado remontar esa renta para acceder a un Mundial, el seleccionador declaró en rueda de prensa que “seguro que tenemos pocas oportunidades, pero haremos todo lo posible para lograr la clasificación”.

Por tanto, Rumanía intentará utilizar todos los cartuchos a su disposición para lograr esa clasificación. Además de todos los hinchas que abarroten el National Arena de Bucarest, parece que a partir de las 20:00 horas saldrá una renovada selección rumana a escena. Un combinado más ofensivo, con Ciprian Marica como hombre de ataque. Asimismo, también se espera que hombres como Maxim, centrocampista del Sttutgart, o el portero Tatarusanu.

Sin confiarse

Aunque, a priori, Rumanía tendra que poner toda la piel en el asador, también lo deberá hacer Grecia. A pesar de que consiguió una cómoda victoria en la idea, no deberá despistarse ya que un gol rumano, puede hacer cambiar la idea de esta particular repesca. En ese sentido habló Fernando Santos que declaró que "jugaremos como si no hubiésemos conseguido nada. Rumanía presionará desde el principio para conseguir un gol temprano tratando de desorientarnos. Mostraremos el debido respeto pero no les tememos”.

Con ese propósito, con una defensa sólida para mantener esa ventaja, el seleccionador heleno alineará el mismo once que el pasado viernes a excepción de Katsouranis, que está sancionado. Además de su sólida defensa, otra de las claves de la selección griega será el trivote ofensivo compuesto por Salpingidis, Georgios Samaras y Mitroglou.

Igualdad en los asaltos

Con estos equipos y con un suculento regalo al final del camino, ambos conjuntos saltarán al National Arena de Bucarest a las 20:00 horas. No será la primera vez que se enfrenten. Hace pocos días hicieron lo mismo y Grecia se llevó el gato al agua (3-1). No obstante, hace dos años ambas selecciónes también se vieron las caras y el partido se decantó para Rumanía con un 1-3.

Onces probables