Wilshere apuntilla al OM con un doblete

El Olympique de Marsella visitaba al enrachado Arsenal en el Emirates Stadium. Los franceses, con 0 puntos en cuatro jornadas y -8 goles en el goalaverage, afrontaban el partido con la mera intención de ser competitivos, sin apenas esperanzas de clasificarse en un grupo muy complicado para ellos. El equipo de Arsène Wenger, por su lado, con 9 puntos en cuatro partidos y +2 goles, se jugaban el liderato junto al Borussia Dortmund y el Napoli, que se enfrentaron a la misma hora con victoria por 3-1 del conjunto de Klopp. Obligados a ganar, ambos equipos salían con onces casi titulares. 

Sagna y la posesión

Contra todo pronóstico (o no, visto su rendimiento esta temporada) el mejor de la primera mitad no fue otro que Bacary Sagna. El lateral diestro encontró una autopista por su banda, donde atacó y profundizó, combinó con Wilshere y Rosicky y, además, defendió con mucha solvencia las pocas acometidas del equipo marsellés. Así llegó el primer tanto del partido: en el segundo 35, aproximadamente, pase largo de Sagna para Wilshere (hoy banda izquierda). El galés tuvo tiempo para meterse en el área, perfilarse con una excesiva tranquilidad y a colocar el balón en la escuadra de Mandanda.

Sagna dio 40/42 pases siendo lateral El equipo de rojo encontró el punto débil del OM por esa banda, defendida por Morel, por lo que muchos de sus efectivos fueron a parar varias veces a ese extremo del campo. Ramsey, Özil, Rosicky, Wilshere y Sagna generaron superioridad y crearon bastante peligro. De todos modos, el Arsenal fundamentó su juego en la posesión del balón (65% - 35% a favor) para dominar al equipo francés, que apenas tuvo un par de acercamientos. 

Cabe mencionar también el buen hacer de los mediocentros: Flamini y Rosicky, quienes promediaron un 88% y 85% de pases acertados en la primera mitad y sostuvieron al equipo, así como Szczesny, que tuvo una única intervención de mérito para evitar el empate en un mano a mano de Gignac. Hay que destacar también la poca participación de Giroud, quien podría empezar a acusar el cansancio de acumular tantos minutos. 

Solidez, sentencia y seriedad

La segunda parte no pasará a la historia por su despliegue de gran fútbol por ninguno de los dos equipos. El Arsenal seguía teniendo la posesión del balón y el OM seguía corriendo detrás de los jugadores locales. Una buena jugada del conjunto gunner terminó con Özil asistiendo al propio Wilshere, que anotó su doblete particular y sentenció el encuentro en el minuto 65.

A partir de ese momento, los de Londres bajaron dos marchas y la intensidad del OM creció, por lo que los visitantes tuvieron más el balón durante unos tramos, lo que obligó a Szczesny a realizar dos paradas de mucho mérito. Pero pese a la (ligera) cesión del control del balón, el Arsenal no sufrió y se mantuvo sólido durante todo el encuentro. Wenger dio entrada a Cazorla y Walcott para abrir y profundizar más, pero sólo se consiguió lo primero. Arteta entró en el 81' y acabó de darle equilibrio al equipo.

354/394 pases completó el Arsenal Este partido se pudo ver como algo aburrido, soso y sin mucho que ver, pero lo que sí es cierto es que el Arsenal mostró una solidez y una seriedad que empieza a ser rutina en muchos partidos esta temporada. El equipo es competitivo contra todos, grandes, medianos y pequeños, y eso es un avance si quieren optar a algún título. Así queda, a falta de un encuentro, la tabla del grupo más complicado de la Champions: