El intenso frío de Moscú recibía al Bayern de Múnich. Viajaba a Rusia el equipo bávaro con la baja de Mario Mandzukic y con la vista enfocada al récord que se podía batir y que finalmente se superó. 10 victorias consecutivas en partidos de UEFA Champions League. Es un premio al que no todos pueden acceder. Solo los grandes.

Guardiola y Robben resaltan el grupo por encima de los individuos

Tras el choque, Pep Guardiola solo tuvo palabas de halago hacia los suyos y dijo sentirse “muy orgulloso por mis jugadores y por el club”. También hubo hueco en su entrevista para hablar del césped, el cual “estaba muy resbaladizo pero el equipo reaccionó bien a las condiciones del terreno de juego”. Finalizó las declaraciones con una frase tan contundente y es que Pep está “muy contento con el rendimiento del equipo”. Uno de los goleadores también salió a la palestra. Arjen Robben dijo que “el partido resultó muy complicado más allá del resultado”. Como ya dijera Guardiola, el holandés aclaró que “el terreno de juego resbalaba pero como profesionales tnemos que darlo todo en cualquier circunstancia”. La victoria viene bien a los de Baviera y, según Robben, “ganar 10 partidos consecutivos en Europa es el fiel reflejo de un trabajo impecable”. Puso los pies en el suelo y comentó que lo que busca su equipo no son récords, sino “títulos”. Para terminar aclaró estar “orgulloso por formar parte de este grupo”.

Como en toda contienda, siempre hay un bando dolido, roto. En esta ocasión, Leonid Slutski era quien debía pasar el mal trago que significa la derrota. Su premio de consolación, si todo va bien: la Europa League. Sobre el partido, el técnico ruso dijo que “no aprovechamos las ocasiones que tuvimos y contra el Bayern eso se paga”. Se mostró satisfecho con la segunda parte de su equipo y dijo estar “fastidiado por haber fallado nuestras ocasiones más claras”.

Después de esta jornada, el Bayern será primero de grupo con casi toda seguridad y el CSKA, aunque tiene todo de cara, deberá pelear por el puesto en la Europa League.