En un grupo H de arenas movedizas en el que el Sevilla impuso su teórica superioridad de principio a fin, SC Freiburg, FC Slovan Liberec y GD Estoril Praia estaban destinados a librar un vibrante cuerpo a cuerpo por la segunda plaza. Tras dos derrotas y tres empates, los portugueses pasaron de ser parte a convertirse en jueces del litigio.

Los checos, que perdieron la oportunidad de clasificarse en la quinta jornada al caer 1-2 frente al equipo de la Baja Sajonia, llegaban a la ciudad lusa con la necesidad de mejorar el resultado del Friburgo ante el Sevilla. Lo lograron con suficiencia tras unas últimas brazadas que les permitieron conquistar la playa de Estoril con mayor holgura de la prevista, pues muy pronto se pusieron por delante y poco después los hispalenses hicieron lo propio en Alemania.

Duelo de estilos opuestos

Al Estoril de Marco Silva (posiblemente el mejor entrenador portugués de los que residen en el país vecino en la actualidad) le encanta llevar la iniciativa. Pese a que en la noche de ayer alineó a cinco habituales suplentes debido a que la Liga ZON Sagres se torna prioritaria, el combinado costero monopolizó la posesión. El Slovan Liberec, por el contrario, se siente más cómodo replegándose para soltar mortíferos contragolpes aprovechando la velocidad y calidad individual de Pavelka y del ucraniano Rybalka.

Dominio local pero gol visitante

El Estoril ya estaba eliminado, pero salió a por todas, quizás porque los menos habituales deseaban reivindicarse o tal vez porque no querían despedirse de la competición con su casillero de victorias a cero, y menos ante su propia afición. El delantero Gerso tuvo la primera oportunidad a los diez minutos, pero falló inexplicablemente en las barbas de Hrosso. No sería su último error.

Sin embargo, fueron los hombres de Jaroslav Silhavý los que golpearon primero. Después de un córner que ningún defensa local acertó a despejar, la pelota le cayó al ariete Sural, que resolvió ante Vagner con un gran gesto técnico para jolgorio de la bulliciosa hinchada checa. Apenas diez minutos más tarde, el cancerbero brasileño tenía que ser sustituido por lesión. Todo se volvía en contra del Estoril.

Mover el árbol sin fruto

A partir del gol visitante, el dominio portugués se acentuó aún más. Gerso disfrutó de una segunda ocasión clara que se marchó al mismo lugar que la primera: al limbo de los goles perdidos. Un testarazo de Galvão obligó a Hrosso a emplearse a fondo. Fue lo último reseñable que sucedió antes del descanso.

La segunda mitad se inició con la misma dinámica con la que había concluido la primera. Además, Marco Silva dio entrada a dos miembros básicos en la columna vertebral del equipo: el mediapunta brasileño Evandro y el extremo Sebá. El que se fue fue Gerso, para evitar que emulara el dicho “No hay dos sin tres”. Los cambios revitalizaron a un Estoril que embotelló al Slovan Liberec a base de paciencia y circulaciones rápidas y con el ex de Real Madrid y Benfica Javier Balboa asociándose permanentemente con los recién incorporados.

Sentencia y reacción insuficiente

Cuando más agobiados estaban los forasteros, una pérdida absurda del zaguero Tavares propició la jugada de la noche. La protagonizó Rabusic, que en una arrancada “diegocostiana” se zafó de cuantos rivales le obstruían el camino a base de potencia y acabó definiendo con clase ante el meta Ribeiro. De poco sirvió la gran volea que enganchó Sebá tras centro de Babanco a ocho minutos del final; si acaso, de justo premio para un Estoril que no merecía finalizar el encuentro sin anotar ningún tanto.

Remató más, pero no mejor: el corrector ortográfico de Word define perfectamente su partido cuando se escribe el nombre de este barrio. Mientras, el Slovan Liberec sigue escribiendo pero, en su caso, una nueva página dorada de su humilde historia: el lunes estará presente en el bombo de dieciseisavos de Nyom por primera vez. Todo es posible al arrullo de las olas lisboetas.