Para el aficionado común -no un checo ni un ucraniano-, escuchar que juegan Viktoria Plzen y Shakhtar Donetsk puede suscitar en él automáticamente, respuestas como 'aburrido', 'cambia de canal', entre otros desplantes. Pero los hombres de poca fe esta vez no la ligaron, y felices, más bien, los que no necesitan ver para creer: los pocos que apreciaron este partido disfrutaron de un 1-1 emotivo, con muchas llegadas y juego veloz en el medio. Un encuentro, en síntesis, que tuvo 28 disparos y que pudo haber tenido dos y hasta tres goles por lado.

El campeón checo apostó un 'all in' a los primeros noventa minutos de la eliminatoria. Dusan Uhrin alineó al mejor equipo posible y su propuesta futbolística fue bastante generosa. La recompensa tardaría, pero a los 62' Stanislav Tecl, con mucho coraje, clavó un cabezazo en la red. Se materializaba el esfuerzo y crecía la ilusión de los octavos de final de la Europa League.

Pero este deporte (lamentablemente o a Dios gracias, depende del cristal con que se mire) no sabe de justicia ni heroísmos,  y Luiz Adriano, dos minutos después, convirtió el empate para el Shakhtar, que obtuvo el ansiado gol de visita que Mircea Lucescu buscaba. La felicidad del aficionado sentado en el Doosan Arena duró solo 120 segundos.

El partido no cambió con los goles, y las ocasiones de peligro se siguieron sucediendo. La más clara la tuvieron los ucranianos por intermedio de Alex Texeira, que estrelló un remate en el parante. Al final el score no se movió más y la visita se llevó un buen empate a casa, donde definirá la serie el próximo jueves.

Maicon, una inspiración celestial

Antes de que el balón ruede, hubo un minuto de silencio debido a la muerte del brasileño Maicon hace unos días. Fue pensando en él que Shakhtar jugó y logró este buen empate. Y será pensando en él que afrontará la vuelta. Pensará en él para motivarse y clasificar y en él piensan, también, en cada momento que luchan por repetir la campaña hecha en la Copa UEFA 2008/09, cuando ganaron el torneo.

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