El 2-1 sufrido de la ida en Da Luz fue suficiente para que el Benfica vuelva al Juventus Stadium el 14 de mayo, donde se medirá a un Sevilla que, a pesar de ir cayendo 3-0 en el minuto 94, supo conseguir un gol de oro que le dio el billete a la final, algo que la Juve no pudo hacer en 90 minutos, ni contra once, ni contra diez (tras la expulsión de Pérez), ni contra nueve (tras la lesión de Garay en los instantes finales).

Los italianos, a pesar de que dominaron el juego en la mayoría de la eliminatoria, no pudieron romper la muralla portuguesa en Turín que plantó Jorge Jesus, que aunque obtuvo el gran premio de la final, perderá por sanción a Pérez, Markovic y Salvio ante el Sevilla.

Grande en Italia, pequeña en Europa

La Juve manda como nadie en el Calcio, pero traspasando las fronteras se convierte en un rival sumiso, sin garra y sin imponer respeto. Pasó facil la eliminatoria ante el Trabzonspor, sudó rios de sangre para dejar fuera a la Fiorentina y no tuvo rival con el Olympique de Lyon, pero el Benfica fue otro cantar.

Las 'águilas' forman un grupo compacto, que tiene individualidades de peso como Gaitán, Luisao o Cardoso, que hacen del Benfica un equipo rocoso, dificil de superar en defensa y con mucha velocidad y fuerza en ataque. Si a ello se le suma que son un grupo solidario, capaz de dejarse el alma en cada jugada, lo que se obtiene es llegar a una final europea cada año.

Esta temporada intentarán conseguir lo que el Chelsea les privó la pasada edición de la Europa League, alzar la copa, tras meterse en el bolsillo la Liga portuguesa. A la Juve solo le quedará el consuelo de alzar el Scudetto el próximo lunes ante el Atalanta y empezar a pensar en el nuevo asalto a Europa para la próxima temporada.

Por primera vez esta temporada, los 'bianconeros' no fueron capaces de marcar un gol en su estadio y eso que Vidal, con un remate de cabeza que sacó Luisao con la testa en línea de gol, o Tévez tuvieron un par de remates con peligro. Del Benfica no hubo noticias en todo el primer tiempo.

Ni contra diez ni contra nueve

Nada más empezar la reanudación Rodrigo asustó al público de Turín con un chut que acabó muy alto tras un saque lateral. Los 'bianconeri' contestaron con una de las clásicas faltas de Pirlo, neutralizada por Oblak 'in extremis'. Al minuto 66 los de Jesus se quedaron con 10: roja a Enzo Pérez para una falta sobre Vidal, que le costaba la segunda amarilla.

Con algo más de veinte minutos por jugarse y con un hombre más, el Benfica replegó todavía más las líneas y acabó poniendo el autobús en la portería de Oblak, pero la Juve, dominadora total del esférico, tenía muchos problemas para conectar con Llorente y Tévez. Conte decidió meter más metralla con Osvaldo, Giovinco y Marchisio por Llorente, Vidal y Bonucci, pero la figura de Luisao se hizo insuperable.

Un gol anulado a Osvaldo tras un pase de Pogba hizo soñar durante unos míseros segundos a la afición 'bianconera', hasta que Clattenburg decretó la falta. Los nervios empezaron a calentarse en ambos equipos, lo que acabó costando las expulsiones de Vucinic y Markovic (que había sido sustituido por Salvio), que se encontraban en los banquillos.

El Benfica hacía de cada falta un búnker en el que refugiarse, ganando unos minutos, que hicieron que el partido se alargase hasta el 96'. Garay, en los últimos instantes, dejó a su equipo con nueve, tras recibir en la cara una patada fortuita de Pogba y con los cambios de su equipo ya hechos.

A la conclusión, tras el pitido final se desató la alegría en los lusos y un funeral sombrío para los italianos que, cabizbajos, acabaron abandonando el terreno de juego. Una vez más, el Benfica volverá a jugar la final de la Europa League, una vez más la Juve volvió a morir en Europa.