Fabio Capello y su equipo técnico tienen mucho que hacer. La cita mundialista se acerca y el combinado ruso está lejos de mostrar un gran nivel. Y es que la pasada semana ya tuvieron dificultades para doblegar a Eslovaquia. Un intrascedente empate para los rusos antes de que el seleccionador italiano haga oficial la lista de 23 convocados.

Noruega, ante una grada bastante entregada pese a ser un amistoso, desplegó un juego alegre. Sin complejos. Conocedores de que el choque le servirá para formar un bloque joven de cara a próximos campeonatos. 

Rusia sorprendió pronto

El balón comenzaba a rodar por el Ulleval Stadium con pereza. Ambos combinados se asentaban sobre el terreno de juego. Sin embargo tras apenas 180 minutos el marcador se movía. Shatov, con fortuna, se revolvía en el corazón del área nórdica para declinar temprano la balanza.

El choque se ponía de cara para los intereses rusos. Un equipo plagado de teóricos suplentes a expensas de las últimas probaturas de Capello. Rusia comenzó a acumular efectivos entorno a la portería de Akinfeev. Defender y contragolpear. Esa era la premisa tras el avance.

Los locales, lejos de amedrentarse, desplegaron su mejor fútbol. Maniataron a su rival. A base rápidas circulaciones de balón y de abrir el campo. Y es que tanto Hogli como Danielsen vivían en campo contrario.

Pronto Jensen avisó. Pero no sería él quien llevaría la manija de su equipo. Daehli se hizo grande. Omnipresente. El interior del Cardiff City tiró de su equipo. Constantes envíos al área provocaban los primeros sustos en Rusia. Nordveit también se prodigaría en ataque para poner en problemas a Akinfeev.

Más acertado en ataque que defensa el central noruego. Acto seguido Jarnstein enviaba a saque de esquina un peligroso testarazo de Gushakov y posteriormente un disparo de Kerzhakov. Los visitantes creaban peligro con muy poco. 

El descanso y los cambios durmieron el partido

El final del primer acto llegó cuando mejor estaba jugando Noruega. Rusia se defendía con posesiones más largas. Pero Noruega llegaba con desparpajo y peligro. Aunque no era el día de Elyounoussi.

La segunda mitad cortó el ritmo del encuentro drásticamente. Rusia se conformaba con el empate y los nórdicos comenzaban a estar exhaustos. Pronto Hogmo tuvo que mover su banquillo. Al igual que haría su homólogo Capello. Pese a ello la frescura no se notó en el campo. Las substituciones durmieron todavía más el choque.

Noruega pudo ganar 

El aliento de la grada, pese a ser un amistosos, animó a los suyos los últimos quince minutos. La entrada de King y Linnes cambió al equipo. Renovaron la chispa del juego local. Daehli también se contagió y llegó nuevamente la mejor versión de Noruega. Konradsen, de cabeza, salvaba la derrota y lograba un empate merecido y a la postre definitivo.

Los noruegos quisieron más. La entrada de Tettey puso de manifiesto la voluntad de llevarse el partido por parte del técnico noruego. Akinfeev tuvo que salvar un remate de King. Y ya en el descuento Johansen tuvo la última para dinamitar a los rusos. Un empate que muestra las carencia de una Rusia débil a dos semanas del Mundial.