Hay historias que parecen haber sido escritas por auténticos guionistas. Relatos que, en un momento determinado, dan un giro radical. Un cambio en los acontecimientos que transforman al actor principal en un auténtico héroe días después de haber sido criticado por un pueblo entero. Una de estas historias tuvo como protagonista a Paolo Rossi y como escenario, el Mundial de España 1982.

Sus inicios

El delantero transalpino, adquirido por la Juventus en 1975, cuando sólo tenía 18 años, estuvo cedido en diversos equipos italianos, donde demostró su condición de goleador. Tras una temporada en el Calcio Como, Rossi llegó al Vicenza, donde se convirtió en el líder del equipo y consiguió 21 tantos en su primer año, logrando la Bota de Oro de la Serie B y siendo el principal artífice del ascenso de su equipo a la máxima división del fútbol italiano.

En la Serie A, Paolo Rossi consiguió 24 y 15 goles respectivamente en las dos siguientes temporadas en las filas del conjunto vicentini. En 1979, y tras el descenso del Vicenza, el jugador italiano recala en las filas del Perugia, donde consigue 13 goles. Rossi ya era considerado como uno de los mejores delanteros de Europa, y en la siguiente temporada, la Juventus decide repescarlo para que forme parte del primer equipo.

Salpicado por el escándalo

Sin embargo, en 1980, todo cambió para Paolo Rossi. En Italia estalló un escándalo de apuestas ilegales y el jugador fue uno de los inculpados en el delito, siendo inhabilitado por un periodo de tres años. Los hechos habían ocurrido el 30 de diciembre de 1978, cuando su equipo sólo arrancó un empate 2-2 con el Avellino.

El escándalo de las apuestas ilegales | Foto: mundodeportivo.com

Al año siguiente, tras una investigación, se acusó y condenó a Rossi y a otros jugadores por haber amañado el partido. El delantero italiano afirmó no haber hecho más que responder inocentemente a una pregunta hecha por un jugador rival: "¿2-2? Si quieren...". A pesar de negarlo, se le impuso un fuerte castigo: tres años de suspensión, que se quedaron en dos tras apelar a la medida.. El jugador y su abogado recurrieron la decisión del Tribunal y la sanción fue reducida un año, quedándose finalmente en dos. Rossi vio así frenada su excelente progresión.

La decisión de Bearzot

Esta reducción del periodo de inhabilitación provocó que llegara justo a tiempo para el Mundial de España 1982. Enzo Bearzot, seleccionador italiano, confiaba plenamente en Rossi y decidió convocarlo para la cita mundialista, pese a que su forma física no era la óptima y pese a estar dos años inactivo. Los motivos por los que fue incluido para acudir al Mundial 1982 los explicó el propio seleccionador transalpino. “Sabía que si Rossi no estaba en España, no tendría a ningún jugador oportunista en el área. En esa zona era realmente bueno, rápido, siempre listo para hacer la finta adecuada”.

Enzo Bearzot y Paolo Rossi | Foto: futbolygolesdelmundo.blogspot.com

Pero la afición y la prensa se mostraron escépticos con la convocatoria de Paolo Rossi para la Copa del Mundo, y estas dudas aumentaron al comienzo del torneo. Italia realizó una primera fase mediocre, con tres empates en otros tantos partidos, y Paolo Rossi, que fue titular en todos los encuentros, pasó inadvertido, siendo criticado por la prensa italiana, que dijo de él que parecía un “fantasma” sobre el terreno de juego.

El punto de inflexión

Los malos resultados de Italia le encuadraron con Brasil y Argentina en la segunda fase, y sólo una de las tres selecciones podía llegar a las semifinales. En el encuentro ante la selección albiceleste, Rossi siguió sin ver portería, pero su actuación fue importante para la victoria de su equipo por 2-1. El punto de inflexión de su carrera deportiva llegaría en el partido ante Brasil. A los brasileños les valía un empate, mientras que los italianos debían vencer para pasar a semifinales. Ahí emergió la figura de Paolo Rossi. El delantero italiano realizó un partido sobresaliente y consiguió un ‘hat-trick’ que resultó decisivo para el triunfo por 3-2 ante la “canarinha”.

Paolo Rossi continuó con su racha goleadora ante Polonia en semifinales, consiguiendo los 2 tantos de su equipo (2-0). En la final, logró uno de los tres goles que sirvieron para que Italia se proclamase tricampeona del Mundo. Rossi consiguió seis goles en tres partidos, convirtiéndose en máximo goleador del torneo y siendo el principal culpable del título de la selección azzurra. Paolo Rossi puso el broche a ese año consiguiendo el Balón de Oro.

Un jugador que estuvo cerca de no acudir al Mundial 1982 y que después se convirtió en el protagonista del torneo. Unos goles que lo llevaron a los altares del fútbol italiano cuando llegaba de estar implicado en un delito. Un delantero que pasó de haber sido criticado por la afición y la prensa a convertirse en ídolo y héroe de los italianos. Así fue la actuación de Paolo Rossi en el Mundial de España 1982, una actuación que convirtió al jugador en leyenda.

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