El Magreb. Ahí por donde se pone el sol, la región más occidental del Mundo Árabe, cuna de la cultura arábica. Tradicionalmente formado por Marruecos, Túnez y Argelia; en la actualidad se han único tres países más: Mauritania, Sáhara Occidental y Liba. Así, el Gran Magreb, como se menciona al histórico, ha aumentado su extensión, sus habitantes y su cultura. Pero, ¿qué tiene que ver esto con el Mundial de fútbol que se celebra a miles de kilómetros de distancia? Pues bien, la respuesta es sencilla, y se personifica en la figura de uno de sus miembros: Argelia, y su combinado nacional de balompié.

Por sexta edición consecutiva, uno de los tres representantes primigenios estará en la máxima competición del fútbol mundial, ahí donde se centran los focos y los jugadores cimentan su leyenda. Argelia, de la mano de Vahid Halilhodzic, llega a este Mundial con las máximas ilusiones, expectación y ambición que nunca ha tenido. Treinta y dos largos años han tenido que pasar para que los argelinos vean a una selección capaz de todo en la primera fase del torneo. Y eso que en Sudáfrica ya estuvieron presentes, pero no lograron los resultados que se esperaban, obteniendo tan solo un punto por un empate a cero ante Inglaterra, y marchándose de vacío tras no lograr ni un solo gol.

Como bien comentó el seleccionador bosnio, un habitual en los equipos africanos, el objetivo del conjunto argelino será conseguir al menos una victoria, y a partir de ahí soñar para tratar de superar la primera fase, algo que no ha logrado en ninguna de sus tres participaciones anteriores. Sin embargo, el Grupo H, ofrece la posibilidad a los Brahimi, Feghouli, Slimani y Ghilas, entre otros, de escribir los libros de historia de su país, realizando una gesta que si se diera, jamás sería olvidada.

Argelia hizo historia, tanto deportiva como moralmente

Como no lo fue su primer encuentro del Mundial de 1982, disputado en España. Naranjito, alma de la fiesta española de aquel verano, pudo observar como protagonista uno de los mayores hitos que se han dado a lo largo del fútbol. Una selección debutante, como lo era Argelika, derrotó a Alemania Federal, por 2-1, en la que fue la primera victoria de un equipo africano sobre uno europeo. Hoy en día, el nivel se ha igualado mucho, pero por entonces, fue sin duda una de las sorpresas, sino ‘la sorpresa´, del campeonato. Pero no quedó ahí la cosa, los del Magreb también vencieron a Chile, quedándose a las puertas de la clasificación tras el ‘partido de la vergüenza’, como fue catalogado, entre austriacos y alemanes. Ambos, tras los resultados de las dos primeras jornadas, necesitaban un 1-0 a favor de los bávaros para clasificarse, resultado que imperó en el marcador final, desatando una ola de críticas y protestas por el ‘biscotto’ realizado entre los vecinos europeos. Sin embargo, la victoria moral fue de Argelia.

Marruecos, último conjunto que defendió el honor del Magreb

En estas últimas cinco ediciones del campeonato mundial, los equipos del Magreb han ido permutando su participación. Si en Sudáfrica estuvo Argelia, en las dos anteriores (Alemania y Corea y Japón), Túnez fue el encargado de representar a esta región africana, sin mucha suerte, pues no logró vencer en ninguna de las dos ocasiones, quedándose tan solo con un punto. Echando la vista más atrás, en Francia y Estados Unidos (1998 y 1994, respectivamente), Marruecos fue quien hondeó la cultura magrebí, sin conseguir superar tampoco la primera fase.

Marruecos fue el último equipo del Magreb en llegar a octavos de un Mundial

De hecho, fueron Los Leones del Atlas los últimos en superar una fase de grupos, más años antes, en 1986, al quedar primeros y avanzar hasta octavos, donde Alemania apeó a los marroquís. Este es el mejor resultado de un conjunto del Magreb en los últimos 32 años en un Mundial. Ni Túnez, ni Argelia, han conseguido realizar tal proeza, para un fútbol considerado de menor nivel que el europeo, años atrás, pero que avanza a pasos agigantados hoy en día.

La mejor generación argelina coge el testigo

Regresando al tiempo actual, y a lo que el Mundial de Brasil respecta, el Magreb afronta su oportunidad de oro para volver a situarse en la élite del fútbol. Argelia, que ostenta la mejor generación de futbolistas que nunca ha tenido, tiene la oportunidad de hacer historia. Y a su favor tendrá a dos países más (seis, contando con la nueva denominación) detrás suyo, representando a una cultura. Las opciones son reales, dada la igualdad existente en el Grupo H, en el que se enfrentará a Bélgica, en el primer encuentro y teórico más complicado de los tres.

Después, llegará el momento de medirse ante Rusia y Corea del Norte; dos selecciones que habitualmente rayan a un buen nivel, pero que llegan con más dudas que nunca. La primera, dirigida por Capello, no parece estar en su mejor momento, una vez superados unos años de éxito, dejando atrás a jugadores como Arshavin o Pavliuchenko. Por otro lado, Corea es siempre una incógnita, bien por el desconocimiento de la mayor parte de sus jugadores, y por la dificultad de afrontar un campeonato tan lejos de su hogar, con las dificultades futbolísticas que esto atañe.

Diversos factores a tener en cuenta, entre los que Argelia puede hacerse un hueco. Calidad, no falta. Futbolistas de primer nivel europeo, combinados con otros de Halilhodzic tendrá a su disposición. Representar al Magreb es una responsabilidad, pero también un honor, para jugadores que mayormente tienen raíces argelinas, a pesar de no haber nacido en territorio nacional. Feghouli, Taider, Bentaleb, Brahimi, Ghilas y Slimani, entre otros, escribirán los libros de historia, solo falta saber, si esta será con una Argelia en octavos de final.