Hace 68 años en la región italiana del Friuli nacía un Fabio Capello que llega casi de novato pese a su veterana edad a Brasil con una selección rusa que también peca de esa falta de veteranía. El encargado de poner los cimientos para la Copa del Mundo que se disputará en tierras rusas dentro de cuatro años. Un hombre experimentado que tratará de cumplir con nota en el Mundial de 2014 tras su mediocre actuación al cargo de Inglaterra en Sudáfrica. Con carrera en Italia, también ha dirigido en dos etapas diferentes al Real Madrid con resultados positivos por allá donde ha implantado su característico sello.

Un técnico amante de la disciplina y del rigor táctico que no entiende de fallos defensivos, así como de marrar ocasiones frente a la portería rival. Su trabajo se centra en la acumulación de jugadores por detrás de la línea del balón, dejando espacios arriba para jugadores con chispa y movilidad aprovechando el juego por fuera. Un centro del campo comunmente rocoso que poco deja a la especulación del rival. Así ganó una Copa de Europa en 1994 con un Milan brillante. Así venció hasta siete Scudettos y dos Ligas españolas.

Su etapa en los clubes

Pupilo de excepción en el Milan de Sacchi tras haber ya debutado como técnico rossoneri durante seis partidos, aprendió del afamado técnico italiano para después triunfar en solitario como entrenador. Durante tres años a la sombra de Sacchi, hasta que la selección le reclamó y dejó una autopista hacia el banquillo de San Siro al actual seleccionador ruso. Su llegada a la escuadra lombarda no pudo ser más positiva, una racha de 58 partidos invictos así lo corroboran con el culmen final del 4-0 en mayo del 94 sobre el Barcelona para alzarse con la Liga de Campeones.

Siete Scudettos, dos Ligas y una ChampionsSu etapa milanista terminó para recalar por primera vez en el Santiago Bernabéu. Con un estilo de juego controvertido, los enfrentamientos con la grada fueron continuos pese a que se le contratase "para ganar, no para dar espectáculo". Paulatinamente perdía el crédito ante la perenne dificultad de la grada merengue. Una primera temporada soportable dio pie a una segunda campaña en la que el feudo blanco no permitía un juego como el que Capello implantaba y así, pese a ganar la Liga a falta de dos jornadas, tuvo que hacer las maletas para volver a Milán.

Un periplo corto en el Milan, de tan solo un año, para marcharse a la capital de Italia. Roma le acogía, ganó allí un Scudetto con un equipo que llevaba una década sin conseguirlo y los rumores acerca de su salida al United le crucificaron. Los tifosi giallorosso le condenaron y tuvo que migrar a Turín. La Juventus, donde triunfó como jugador, le daba la oportunidad del banquillo. Periplo corto, dos temporadas en las que consiguió dos Scudettos (retirados después como consecuencia del 'Caso Moggi') y una dimisión en verano de 2006.

Madrid le aguardaba. Cabeza de lanza de una candidatura de Ramón Calderón bastante controvertida y encargado de regenerar un club que había visto como sus años gloriosos desembocarían en una caída vertiginosa al vacío de la época de los galácticos. Llegó y besó el santo, ganó la Liga con una remontada espectacular en el último tramo de campeonato. 12 puntos a falta de 12 jornadas les separaba del Barcelona y se consiguieron revertir con remontadas épicas todavía recordadas en el Paseo de la Castellana. En la última jornada, con una nueva remontada, frente al Mallorca se alzarían campeones de Liga. Esta vez con el Bernabéu en su favor, pero también dejaría el banquillo blanco envuelto de polémica con sus jugadores.

Aventuras como seleccionador

Y aquí llegó su primera aventura como seleccionador. Tras quedar Inglaterra eliminada de la fase final de la Copa Euro 2008 recurrieron al técnico transalpino para regenerar a los pross. El equipo británico tenía como objetivo principal construir un equipo para participar en la Copa del Mundo 2010 que se disputaba en Sudáfrica. Lo consiguieron, con solvencia, y viajaron al país africano para disputar la fase final. Allí las cosas no fueron fácil, el juego que deseaba el italiano no culminaba y en octavos el cruce con Alemania les envió de vuelta a casa. Desde la FA se seguía confiando en Capello, continuó en el cargo pero el temperamental técnico decidió dimitir en 2012 por retirar a Terry de la capitanía sin su consentimiento.

Al concluir la Eurocopa de Ucrania y Polonia, con Rusia eliminada ya de la fase final, se nombraría como seleccionador a Fabio Capello para lograr entrar en la Copa del Mundo de Brasil liderando además un cambio generacional como transición al gran objetivo ruso. Dicha meta se vería afianzada hace unos meses cuando el seleccionador y la federación acordaron ampliar el contrato hasta 2018, fecha de la tan ansiada cita para los exsoviéticos. En una selección en base a Shirokov que trata de ser ordenada, llega a tierras brasileñas sin este pilar fundamental en el juego por lesión y un sinfín de quebraderos de cabeza en el sistema. No arriban en las mejores condiciones a la segunda aventura de el sargento en los mundiales.