Dentro de un combinado de los más modestos del Mundial como es el de Honduras -30ª del ranking FIFA- y en el que el bloque, conjunto y rocoso, destaca sobre las individualidades, no puede ser sino un defensa el auténtico crack a destacar. Es el caso de Maynor Figueroa (2 de mayo de 1983), santo y seña de su selección y uno de los hombres más importantes del Hull City en la Premier League.

Como la de tantos otros futbolistas nacidos en países emergentes, la de Maynor es una historia de constante lucha contra los elementos. Originario de Nueva Armenia, desde bien pronto comenzó a dar quebraderos de cabeza a sus padres, buscando cualquier momento para burlar el colegio y dedicarse a jugar al fútbol. Aunque para ello tuviera que usar piedras, en una familia que invertía el poco dinero que ganaba en bienes de necesidad y no en pelotas.

Hartos de luchar contra el imposible que era entrar en razón a Maynor, sus padres tiraron por la calle del medio y apostaron por la carrera futbolística de su hijo avalados por los consejos de su entonces entrenador Teodoro Amaya, quien les dijo que podría llegar al profesionalismo. Y no se equivocó.

Maynor se salió con la suya y logró dar el paso hacia el profesionalismo

Una vez sus padres dieron el paso, Maynor Figueroa entró a formar parte de la cantera del Deportivo Victoria, donde ingresó con 13 años y estuvo casi siete temporadas, hasta que su progresión llamó la atención del equipo más fuerte del país: el Olimpia de Tegucigalpa. Allí demostró con creces sus cualidades como veloz y férreo defensor, capaz de desenvolverse tanto en el lateral izquierdo como en el centro de la zaga gracias a su condición de zurdo y a su portentoso físico.

Apenas unos meses después de fichar por el Olimpia dio el paso a la selección. Defendió por primera vez la camiseta de su país con apenas 20 años, convirtiéndose desde entonces en un fijo para todos los seleccionadores. Puesto en el plano internacional por sus actuaciones con su selección, llamó la atención del Wigan, que le llevó a prueba, después le trajo cedido y a final del año le firmó con todas las de la ley.

Corría el año 2008, y desde esa campaña ha ido creciendo y asentándose en la Premier League, liga que se adapta a las mil maravillas a sus características, siendo un jugador tan veloz como limitado en ataque, pero férreo en defensa. Figueroa es un gran marcador que destaca en el cruce y la anticipación, espectacular en sus acciones. Pese a no destacar en el plano goleador, tiene el honor de haber anotado el tanto más lejano de la máxima categoría del fútbol inglés.

A sus 31 años Figueroa afronta posiblemente el último Mundial de su carrera, tanto por su edad como por lo costoso para Honduras de acudir con regularidad a la fiesta del fútbol. Así, deberá disfrutar y ordenar de la zaga para prolongar lo más posible la trayectoria del conjunto centroamericano en Brasil.