La selección italiana de fútbol se ha ganado por su historia y palmarés ser siempre considerada como candidata al título cuando se trata de una cita mundialista. No en vano, la "azzurra" es tetracampeona del mundo y leyendas del fútbol como Franco Baresi, Roberto Baggio, Paolo Maldini o Fabio Cannavaro han vestido el azul de su camiseta. En lo que sería una extensa lista de jugadores históricos nacidos en Italia, hay uno que nunca faltaría, y que afronta este Mundial de Brasil 2014 como el último que disputará. Un centrocampista que es la máxima expresión de la clase, la sutileza, la calma y la precisión sobre el césped. Él es uno de los principales escritores de las hazañas del fútbol italiano en el siglo XXI. Su nombre es Andrea Pirlo.

Una carrera de éxitos en Milán y Turín

Andre Pirlo tuvo sus inicios en el fútbol profesional de la mano de su club natal, el Brescia, en 1994. En unos primeros años en los que ya se podían vislumbrar los destellos de la calidad que atesoraba, entre ese año y el 2001 pasó por Brescia, Reggina e Internazionale. Sin embargo, su destino no estaba ligado a la entidad milanesa, aunque no se movería de la ciudad. Las letras de oro en la carrera de Pirlo, donde se haría un nombre en el mundo del balompié, se escribieron vistiendo la camiseta del vecino: AC Milan.

Pirlo ganó dos ligas y dos Copas de Europa con el Milán Pirlo llegó al Milan en 2001 por dieciocho millones de euros más Drazen Brncic. A la postre, uno de los mejores traspaso de la historia de los "rossoneri". Con el timón del equipo en sus manos que le otorgó Carlo Ancelotti desde el banquillo, el Milan ganó en diez años a nivel nacional dos veces la Serie A (2003-2004 y 2010-2011), una Copa Italiana (2002-2003) y una Supercopa Italiana (2004-2005). Sin embargo, la gloria absoluta llegó con la sexta y la séptima Copa de Europa para el Milan. La primera, en 2002-2003 en la final italiana ante la Juventus de Turín en la tanda de penaltis. La segunda, en 2006-2007 frente al Liverpool, en venganza por la copa que les quitaron los ingleses en 2004-2005 tras ir ganando el Milan 3-0 al descanso. Fruto de esas dos copas, llegaron las Supercopas Europeas de 2003 y 2007, así como el Mundial de Clubes de 2007.

Tras diez años donde Pirlo puso al AC Milan en lo más alto del fútbol mundial, el centrocampista abandonó en 2011 el club. Tras acabar su contrato, puso a rumbo a Turín para jugar en la Juventus. Vistiendo el blanco en vez del rojo como acompañante del negro, Pirlo y su "Juve" están teniendo hasta la fecha un éxito demoledor en Italia. Han ganado las últimas tres ligas, que junto a la última del Milan hacen que Pirlo lleve cuatro temporadas seguidas proclamándose campeón de la Serie A. A este palmarés con los de Turín se añaden las Supercopas de Italia de 2012 y 2013.

Una vida con Italia coronada con el Mundial de 2006

Andrea Pirlo no sólo es una pieza fundamental en la historia de Italia a nivel de clubes, sino que el combinado nacional italiano también le debe mucho al centrocampista. Es miembro del selecto club de seis jugadores que han jugado más de cien partidos con la selección, y lleva asistiendo a convocatorias de Italia desde que era un adolescente. Con 109 partidos como internacional a sus espaldas en los que ha marcado un total de trece goles, el juego de la "azzurra" gira en torno a sus botas.

Foto: FIFA

Pirlo comenzó a conocer la gloria con Italia en el 2000, cuando ganó el Campeonato de Europa Sub-21 de la UEFA en el 2000, marcando dos goles en la final ante la República Checa. Su debut con la absoluta fue en septiembre en 2002. Pero si hay un momento digno de ser rescatado en la trayectoria con la selección italiana de Pirlo, ese es sin duda el Mundial que ganó en 2006. Jugó siete partidos y marcó un gol, siendo además autor de uno de los penaltis que en la tanda de la gran final dieron el título a Italia frente a Francia. En la última Eurocopa, Pirlo e Italia llegaron a la final, pero cayeron ante España, quedándose con un meritorio segundo puesto.

La temporada 2013-2014 de Pirlo

El motor y la brújula de Italia en el centro del campo llega al Mundial de Brasil tras una temporada de luces y sombras. Su Juventus ha vuelto a ganar la Serie A haciendo gala de una gran superioridad frente a sus rivales, en la que Pirlo ha jugado treinta partidos y ha marcado cuatro goles. Asimismo, se proclamaron a principios de temporada campeones de la Supercopa Italiana. Sin embargo, en Europa ha sido un año nefasto, siendo eliminados de la Champions League en fase de grupos y de la Europa League en semifinales, a las puertas de la final que se jugaba precisamente en casa de la Juventus, en Turín. En el recuerdo del público español quedará la ovación que el Santiago Bernabéu dedicó al italiano cuando fue sustituido en el partido de fase de grupos de Champions League que le enfrentó al Real Madrid.

El Mundial de Brasil será el último de un mago del balón. De un jugador único, tan único como irrepetible, que ya es una leyenda de este deporte. Como le definió James Horncastle, "puede parecer que juega vistiendo un traje de gala mientras sostiene una batuta. Así es como se reconoce a Pirlo, como el director de esa orquesta que es Italia. Las flores llueven sobre él desde los palcos. Ovación de pie. Un genio".