30 de julio de 1966. Wembley. Alemania e Inglaterra disputaban la final del Mundial de aquella edición. El encuentro llegó con empate a 2 a los 90 minutos reglamentarios, por lo que se decidiría el campeón en la prórroga, un campeón que en el caso de Inglaterra alzaría los brazos por primera vez, mientras que Alemania repetiría el éxito de 1954 cuando obtuvo su primer mundial. Todo estaba abierto, cualquier selección podía celebrar el triunfo, pero en ese momento llegó la jugada polémica. Era el minuto 101, cuando el árbitro de la contienda validó un gol de Hurst en una jugada en la que el balón, tras estrellarse contra el larguero, nunca llegó a sobrepasar completamente la línea de cal. Se quedó a seis centímetros, pero la validez de la diana hizo que la selección inglesa lograra su primer Mundial de la Historia.

Alemania e Inglaterra han vivido los goles fantasma en los Mundiales

27 de junio de 2010. 34 años después, en Bloemfontein (Sudáfrica), estas dos selecciones volvieron a ser protagonistas de otra polémica parecida. Las dos selecciones europeas se enfrentaban en octavos de final del Mundial de Sudáfrica buscando una plaza en cuartos que les acercara a esa final que ambos combinados tanto anhelaban. Los pupilos de Joachim Löw se adelantaron 2-0 merced a los tantos de Klose y Podolski en la primera mitad, aunque antes del descanso, Upson recortó distancias. Con el 2-1 en el marcador, todavía no estaba decidido quién lograría el billete a cuartos y ahí llegó la jugada que estuvo en boca de muchos durante cierto tiempo. Sólo había transcurrido un minuto desde el gol de Inglaterra, cuando Lampard quiso sorprender a Neuer con un disparo desde 35 metros. El esférico tocó el travesaño y luego entró en la portería. No obstante, a diferencia de lo que sucediera en 1966, ese gol no subió al marcador, ya que ni el árbitro ni los asistentes vieron que el balón traspasara la línea.

Un gol no legal le dio el Mundial de 1966 a Inglaterra y uno legal, que podía cambiar el sino del encuentro de esos octavos de final de Sudáfrica hizo que la selección inglesa se marchara antes de tiempo del país africano. Se trata de dos situaciones distintas de los denominados goles fantasma, que a partir del Mundial de Brasil, formarán parte de la historia.

Un dispositivo pionero

Los goles fantasma serán hechos del pasado, habrá que consultar la hemeroteca para dar con algún episodio de estas características, porque los más jóvenes no conocerán aquello del gol fantasma. No lo conocerán porque a partir de este jueves, 12 de junio, cuando el Mundial arranque con el partido inaugural Brasil-Croacia, este tipo de dianas no se sucederán. No se podrá dar con ellos, ya que la FIFA va a estrenar un sistema novedoso que elimina estas circunstancias.

La Federación Internacional instalará 14 cámaras en cada estadio, siete apuntando a cada una de las porterías, que emitirán 500 frames en imágenes en 3D para cerciorarse que el esférico traspasa la línea de gol. Si lo hace, tanto al árbitro del encuentro como a los asistentes les llegará una vibración a su reloj, así como la palabra "goal" escrita para que se disipen las dudas a la hora de dar validez a una diana.

Balance positivo

Aunque el Brasil-Croacia sea el primer encuentro de un Mundial que se juegue con este dispositivo, el sistema llevado a cabo por la empresa GoalControl se ha utilizado en otros torneos menores para comprobar su viabilidad. Así, el Mundial de Clubes de 2012 como la Copa Confederaciones de Brasil 2013 tuvieron la oportunidad de probar y que los responsables dieran el visto bueno.

Blatter vio la necesidad de implantar algún sistema para evitar los goles fantasma

De esta manera, se concluía con un proceso que comenzó tras el Mundial de Sudáfrica, con el gol de Lampard que no subió al electrónico. A pesar de que hasta ese momento el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se había mostrado reacio y siempre argumentaba que "el fútbol convive con el error", tras los hechos acaecidos en el anterior Mundial, su visión cambió. Su discurso ya se tornaba y empezaba a decir que "la FIFA no puede aceptar que se repita lo que ha sucedido, donde un balón que estaba 70 centímetros dentro, se vio fuera".

Ya eso será parte de la Historia, después de que comience la implantación del sistema del que han quedado satisfechos tanto los miembros de la FIFA como los hombres fuertes de la empresa GoalCenter, tal y como se demostró en la presentación que tuvo lugar el pasado lunes en Maracaná. "Es imposible que el árbitro y la gente por televisión sepan si el balón ha entrado o no. No es visible para el ojo humano, que sólo recoge 16 imágenes por segundo", afirmó Johannes Holzmüller, director del programa de calidad de la FIFA, a la vez que comentaba que "era necesario utilizar la tecnología y podemos confiar plenamente en el sistema. En la preparación para el Mundial hicimos 2.400 test y todos funcionaron correctamente, es decir, es fiable al 100%".

Asimismo, Dirk Broichhausen, responsable de GoalControl, explicó que "consideramos que era necesario este sistema y el resultado es muy positivo. No hay riesgo de que haya intromisiones por internet para variar el veredicto, pues es un sistema offline".

Continuidad en el deporte

Aunque este dispositivo sea pionero en el fútbol y en un acontecimiento de estas características, en el deporte ya existen otros métodos que se asemejan a este que cuenta las horas para que se dé a conocer ante la sociedad. Por un lado, en tenis, los tenistas pueden hacer uso del ojo de halcón de manera limitada, para cerciorarse si la pelota ha entrado o no dentro de la pista. Por otro lado, en fútbol americano existe el árbitro de televisión, que consiste en que el juez del encuentro tiene un minuto para hacer las comprobaciones necesarias en un monitor de televisión.

Estas acciones parecían que no casaban con el fútbol, pero ahora la tecnología y el fútbol irán de la mano para evitar los goles fantasma. La primera cita la tendrán en Brasil, y habrá que ver si el sistema cumple con las expectativas que se han creado y si su empleo afea o no el fútbol.