Entre los trece participantes de la primera Copa del Mundo no se encontraba ninguna selección africana. En aquella edición inicial, disputada en Uruguay en 1930, se alzarían con el título los charrúa. Habría que esperar al campeonato siguiente para ver a un equipo de África participando en un Mundial. Egipto fue el único representante de este continente en la cita mundialista de 1934, en Italia. Los Faraones cayeron en la primera ronda ante Hungría (4-2).

El combinado egipcio en la Copa del Mundo de Italia, en 1934 (Foto: futbolnostalgia.com).

Treintaiséis años más tarde acudía Marruecos al Mundial de México, quedando último clasificado de su grupo. Zaire (actual República Democrática del Congo), sería el único representante de África en la Copa del Mundo de 1974, cosechando el mismo resultado que la selección marroquí en la anterior edición. A Argentina viajaría Túnez, logrando un meritorio tercer puesto en la fase grupal y sorprendiendo al mundo del fútbol. Tras esta buena actuación de los tunecinos, la FIFA decidió admitir a dos selecciones africanas en el Mundial celebrado en nuestro país en el año 1982. Sin embargo, tanto Camerún como Argelia quedaron eliminados en la primera fase. Marroquíes y argelinos disputaron la Copa del Mundo de México en el año 1986. Marruecos alcanzó los octavos de final, mientras que el conjunto argelino fue eliminado en el grupo.

El despertar del fútbol africano

Llegaba la década de los noventa y el continente africano viviría una época de gran esplendor en el mundo del fútbol. Camerún primero y posteriormente Nigeria enseñarían al mundo entero su gran capacidad y potencial. Estaban dispuestos a demostrar que no eran inferiores a las demás selecciones y que su único objetivo sería darlo todo en el terreno de juego para llegar lo más lejos posible en la Copa del Mundo. En la cita mundialista de Italia en 1990 llegó la actuación estelar de un Camerún formado por una gran generación de futbolistas dispuestos a dejarse la piel por su país liderada por Roger Milla. Los Leones Indomables superaron la fase de grupos y vencieron en octavos a Colombia, convirtiéndose en la primera selección del continente africano en alcanzar los cuartos de final. A pesar de caer contra Inglaterra (3-2), tanto Camerún como su estrella Roger Milla mostraron al mundo entero el gran potencial del fútbol africano. En aquel Mundial también participó Egipto, que no pasó del grupo y fue eliminado logrando tan solo dos empates.

Tras la excelente actuación de Camerún en 1990, la FIFA debió rendirse ante la evidencia y permitió la participación de otro equipo africano en la Copa del Mundo. Por tanto, en la cita de Estados Unidos compitieron Camerún, Nigeria y Marruecos. Los Leones Indomables capitaneados por Roger Milla, quien acababa de cumplir 42 años al comienzo del Mundial, esperaban repetir su éxito en la anterior edición y demostrar que querían seguir creciendo en el mundo del fútbol. Sin embargo, el combinado camerunés no pasaría de la fase de grupos al quedar en cuarto lugar con un punto. Marruecos tampoco logró superar el primer escalón del campeonato, quedando último sin conseguir puntuar. La mala actuación de estas dos selecciones quedaría contrastada con el buen nivel mostrado por Nigeria. Las Águilas Verdes alcanzaron los octavos de final tras lograr el primer puesto en el grupo. Los verdiblancos se enfrentaban a Italia en la primera ronda eliminatoria. El conjunto nigeriano realizó un gran partido y dominó en el marcador desde el minuto 25 tras el gol de Amunike, pero dos tantos de Roberto Baggio en el 88 y el 100 respectivamente (este último de penalti) obligaron a Nigeria a despertarse de su sueño mundialista. A pesar de ello, la buena actuación de la selección africana provocó que la FIFA tomara la decisión de incluir a cinco selecciones de este continente en las siguientes ediciones de la Copa del Mundo. En la cita de Francia, en el año 1998, los representantes de África serían Camerún, Marruecos, Nigeria, Sudáfrica y Túnez. La única selección que alcanzó los octavos de final fue, una vez más, Nigeria. El combinado centroafricano fue el artífice de la eliminación del conjunto español en la fase de grupos, tras vencer en el primer encuentro (España 2-3 Nigeria). Las Águilas Verdes cayeron en la primera eliminatoria ante Dinamarca (1-4).

Los futbolistas nigerianos celebran su victoria ante España (Foto: Popper Photos).

En la Copa del Mundo de 2002 disputada en Corea del Sur y Japón, los participantes africanos serían los mismos que en la anterior edición excepto Senegal, que ocupó la plaza de Marruecos. El combinado senegalés venció a Francia (0-1) y superó la fase de grupos, siendo el único equipo africano en conseguirlo. La selección del oeste de África venció en octavos a Suecia, pero se despidió del Mundial en la siguiente ronda, en la que Ilhan Mansiz marcaba en el minuto 94 el gol de oro que clasificaba a su selección, Turquía, para las semifinales. La siguiente cita mundialista, en Alemania, serviría para que debutasen en un Mundial cuatro selecciones africanas que nunca antes habían participado: Ghana, Togo, Angola y Costa de Marfil. El otro representante africano fue Túnez, que compitió en el grupo H junto a España, Ucrania y Arabia Saudita. En esta ocasión tan solo Ghana alcanzaría los octavos de final. Las Estrellas Negras se despidieron de Alemania tras perder por tres goles a cero frente a Brasil.

Primera Copa del Mundo celebrada en África

La última edición se disputó en Sudáfrica cuatro años atrás, convirtiéndose en el primer país africano organizador de una Copa del Mundo. Aquella era una gran oportunidad para que demostrasen todo su potencial las selecciones del 'continente negro'. Las selecciones africanas recibieron el constante e inconmensurable apoyo de la afición sudafricana e incluso de sus propios países. El peculiar sonido de las 'vuvuzelas' les acompañó durante su andadura por la Copa del Mundo.

El momento y el lugar adecuados para dar un paso adelante y alcanzar nuevos y complicados objetivos. Había grandes esperanzas puestas en Argelia, Ghana, Costa de Marfil, Nigeria, Camerún y la anfitriona, Sudáfrica. Sin embargo, en esta primera cita mundialista que tuvo África como escenario tan solo Ghana superaría la primera fase, ante la triste mirada de todo un continente que vio cómo se le escapaba una oportunidad de oro para presentarse en la élite del fútbol mundial. La anfitriona Sudáfrica se despedía de su Copa del Mundo habiendo rozado el pase a octavos, al igual que Costa de Marfil. Las selecciones de Nigeria, Argelia y Camerún decían adiós al Mundial africano ocupando la cuarta plaza en sus respectivos grupos.

A pesar de ello, las Estrellas Negras ghanesas dejarían el listón bien alto tras su gran actuación. Lograron la clasificación a los octavos de final en un grupo nada sencillo, en el que estaban acompañados por las selecciones de Alemania, Serbia y Australia. En la ronda eliminatoria de dieciséis combinados nacionales Ghana dejaría atrás a Estados Unidos, debido al gol de Gyan que deshizo el empate en la prórroga. Uruguay esperaba en cuartos y el conjunto africano haría todo lo posible por hacer historia y llegar donde nunca antes lo había logrado ninguna selección del 'continente negro'. Un gol de Sulley Muntari cerca del descanso hacía creer en el milagro no solo a un país, sino a un continente entero. Las 'vuvuzelas' sonaban con intensidad dando aliento al conjunto ghanés y poniendo contra las cuerdas a los 'charrúa'.

Luis Suárez despeja el cuero con la mano (Foto: resources2.news.com.au).

A pesar de ello, el encuentro no tendría un final feliz para las Estrellas Negras, ya que poco después Forlán pondría las tablas en el marcador y el partido llegaría a la prórroga. El sueño de Ghana tornaría en pesadilla. Corría el minuto 119 y los africanos disponían de la última ocasión del choque para deshacer la igualada. El ghanés Adiyiah remataba a puerta buscando el gol que le diera el triunfo. Con Muslera, guardameta uruguayo, fuera de acción y el balón acercándose a la portería de manera inevitable, el delantero Luis Suárez decidió ocupar el puesto de su compañero y despejar el cuero con los puños, provocando un penalti de libro y la consiguiente expulsión del futbolista charrúa.

La responsabilidad recaía en Asamoah Gyan, delantero estrella del combinado africano. Ghana estaba muy cerca de convertirse en la primera selección perteneciente a África que alcanzaba las semifinales en una Copa del Mundo. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado aquella noche y de sus botas salió con un potente disparo un Jabulani que se estrellaría contra el larguero. El partido finalizaba y lo peor estaba todavía por llegar. Uruguay eliminaba a su rival en los penaltis obligando a todo un continente a renunciar a su sueño.

El estancamiento

En la Copa del Mundo de 1990 llegó la gran actuación de la selección camerunesa. Llegaron a aquella cita mundialista sin un claro objetivo, e inicialmente con pocas opciones de superar un grupo en el que les acompañaban Rumanía, Argentina y la Unión Soviética. Sin embargo, Roger Milla y sus compañeros tenían otros planes. Su cometido era demostrar que no estaban allí de visita y que lucharían hasta el final por llegar lo más lejos posible. Y finalmente, lo consiguieron. Los Leones Indomables acabaron convirtiéndose en el equipo 'tapado' del grupo B. Camerún debutó de la mejor manera posible, venciendo por la mínima a la Argentina de Maradona, con gol de François Omam-Biyik. En su segundo encuentro se impusieron a Rumanía por dos goles a uno (ambos tantos fueron obra de Milla). Con el pase a octavos encaminado, el conjunto camerunés sufrió un pequeño bache intrascendente, tras caer ante la Unión Soviética (0-4). La selección africana lograría un meritorio primer puesto, siendo acompañada en la siguiente ronda por el conjunto rumano -segundo clasificado- y el combinado albiceleste –tercero-.

En octavos de final aguardaba una ambiciosa Colombia. El encuentro finalizó en empate (0-0) durante los noventa minutos reglamentarios, por lo que se resolvería en la prórroga. Una vez más Roger Milla sería el encargado de resolver el duelo. El crack del combinado africano desharía el empate anotando dos dianas en los minutos 106 y 109 respectivamente. El colombiano Redín acortaría distancias inútilmente, ya que su selección quedaría definitivamente eliminada por la generación de Milla. Camerún alcanzaba los cuartos habiendo superado todas sus expectativas y llegando donde nunca antes ningún combinado africano había llegado. En frente les esperaba la todopoderosa Inglaterra. El conjunto británico se adelantó en el marcador y llegó al descanso con ventaja de un gol a cero. A pesar de ello, la selección camerunesa no estaba dispuesta a tirar la toalla, y lograron voltear el resultado con los goles de Kunde y Ekeke. El inglés Gary Lineker pondría de nuevo las tablas tras marcar de penalti en el 83. Una vez más Camerún se jugaba el pase en la prórroga, aunque con un final diferente. La suerte que tuvieron frente a Colombia no les acompañó ante Inglaterra. De nuevo Lineker desde los once metros despertaba a todo un país de su sueño mundialista.

El conjunto camerunés caía eliminado, pero sus logros fueron aún mayores. La selección de Camerún demostraba que el fútbol africano estaba al nivel los grandes combinados nacionales de todo el mundo. Milla y su generación llegaron donde nunca antes había llegado el continente africano. Alcanzaron metas anteriormente impensables, y parecía abrirse paso a una época de máximo esplendor en el fútbol de África. Tras la gran actuación de los Leones Indomables, la FIFA decidió permitir la participación de tres combinados africanos en el Mundial de 1994, celebrado en Estados Unidos. En aquella cita se esperaban grandes cosas de Camerún y su veterano Roger Milla, quien tenía en aquella ocasión 42 años. Los conocidos como Leones Indomables no hicieron honor a su apodo y quedaron eliminados en la fase de grupos. Sin embargo, en tierras americanas destacaría otra selección africana: Nigeria, la cual llegó a octavos de final. Después de aquello, la FIFA optó finalmente por ampliar el cupo de selecciones africanas hasta las cinco actuales.

Los futbolistas nigerianos celebran un gol durante el Mundial de Estados Unidos (Foto: espndeportes-assets.espn.go.com).

Roger Milla decidió despedirse de su selección y junto a él varios componentes de la ‘generación de oro’ camerunesa. En el Mundial de 1998, celebrado en Francia, debutó con Camerún el que acabaría siendo el máximo referente de su selección pocos años después, Samuel Eto’o. Sin embargo, en aquella edición el combinado africano quedaría eliminado en la fase de grupos. Por el contrario, Nigeria se convertiría de nuevo en la revelación del Mundial y alcanzaría los octavos, dejando a España eliminada en su grupo. En la cita mundialista de Corea y Japón, en 2002, Eto’o no conseguiría alcanzar el cuarto partido. La selección camerunesa no estuvo presente en Alemania 2006, aunque sí en la cita de Sudáfrica, donde una vez más no superó la fase de grupos. El todopoderoso Camerún que con Roger Milla superó tantas barreras y obstáculos había desaparecido. El fútbol africano en general no había alcanzado los altos objetivos que se esperaban, se comenzaron a estancar. Además, las dificultades económicas y sociales y la mayoría de los países del 'continente negro' hacen complicado que progrese el deporte. El Camerún del 90 o la Nigeria del 94 y el 98 quedaban atrás, frenando el frenético crecimiento del fútbol en África.

Hoy en día la realidad es otra. La gran mayoría de los futbolistas africanos internacionales con sus selecciones se ven obligados a emigrar, a abandonar sus países para buscar el éxito en grandes clubes europeos. Numerosas dificultades sociales y económicas se apoderan de estos combinados. Camerún, por ejemplo, estuvo a punto de no viajar a Brasil por dificultades y discreciones con su federación. En el presente Mundial intentarán continuar con el progreso y el avance del fútbol africano las selecciones de Ghana, Nigeria, Argelia, Camerún y Costa de Marfil.