Debut nefasto de Rusia en el Mundial. Los que cerraban el último partido de primera ronda dieron la sorpresa en negativo. Era esperada una victoria ante la selección de Myung-Bo Hong, hasta ese momento, inferior. Sobre el papel, es decir, sobre el campo, las cosas fueron bien distintas. Los favoritos se amedrentaron con la osadía surcoreana y su gusto por llevar la manija en ataque. Mientras, los de Capello esperaban una oportunidad para que Kokorin la colara; sin un buen día de éste, las esperanzas rusas se reducían a un milagro llamado Kerzhakov. Todo pareció salir mal en el estreno ruso en Brasil, aunque, por otra parte, la buena actuación de los coreanos mantiene viva la llama de la verdadera esencia del balompié mundial: las sorpresas.

(0-3: Muy mal / 4: Mal / 5: Regular / 6: Bien / 7: Bastante bien / 8: Muy bien / 9: Fantástico / 10: Excelente / S.C: Sin clasificar).

Capello

4 |    El seleccionador italiano fue con más confianza de la debida a un partido que parecía fácil y que se hizo cuesta arriba. Dejar en el banco a Dzagoev y dar entrada a Shatov fue un fallo clamoroso, así como la introducción de Kokorin, un delantero tanque y estático, con poco gol en un once que necesita del ataque como el comer porque el medio del campo, a veces, es comparsa. Quizá el ex del Real Madrid no supo leer correctamente el partido, ahora todo pasa por los resultados de los siguientes dos partidos, que determinarán si ha habido una mejoría respecto a años anteriores sin meterse en un Mundial o ha sido la fortuna la que les ha conducido a él.

Akinfeev

3 |  El portero ruso estuvo horrible en la noche de hoy. El gol coreano fue a raíz de un error suyo. Lee Keunho se arranca con un disparo lejano que acierta a atrapar Akinfeev a primera instancia pero con manos de mantequilla dejó que el balón traspasara la línea de gol. Sus fallos han sido numerosos, casi todos ellos dejaban entrever una gran inseguridad en el cancerbero del CSKA que, aunque impedía los tantos, nunca blocaba el esférico, dando pie a segundas jugadas.

Eschenko

4 |   Poco que decir del lateral diestro del combinado ruso. Sus llegadas ofensivas han sido muy escasas, cosa que debió hacer para apoyar con coberturas a su extremo, carente de oportunidades de progresar por la línea de cal ante una defensa surcoreana muy acertada. Heung-Min primero y Bo-Kyung después le desbordaron por banda. Paupérrimo papel del lateral del Anzhi salvando esa asistencia a Kerzhakov que, aunque de una forma un tanto extraña y fruto de la casualidad, fue la heroína de una noche que podría haberse complicado para los intereses de los euroasiáticos.

Ignasevich

6 |   Buen partido del central del CSKA. Además de ser infranqueable individualmente, formó una perfecta trinchera con su pareja de baile, Vasili, compañero también en el equipo moscovita. Su acierto goleador no es algo raro y su potente disparo defenestra zagas rivales y reputaciones de buenos porteros, a sabiendas de ello le dejaron tirar una falta que parecía muy lejana e imposible pero que solo él supo como ejecutarla: con más potencia que colocación. La fiereza del tiro pareció por momentos ensangrentar a Sung-Ryong, aunque, por suerte para él, atajó la intentona para que su equipo siguiera vivo.

Berezutski

6 |   Vasili es uno de los pocos guerreros rusos que queda aún en esta joven selección. Su veteranía le permite ser dueño y señor de la zaga. Cual guerrero mayor de estepa dirige a los hombres que tiene a sus aledaños, desde que Advocaat y Hiddink en su período final instaurara en la selección las bases de una buena defensa como mejor arma para traer de cabeza a sus rivales. En cuestión ofensiva, a punto estuvo de dar el susto al portero asiático con un golpeo de cabeza tras saque de esquina que salió lamiendo la cepa del palo y se estrelló con el exterior de la red.

Kombarov

4 |   En el Spartak suele jugar más adelantado que con Capello, con quien toma el rol de lateral zurdo. Su olfato como medio izquierdo no se ha notado en absoluto, sus incursiones por banda han sido contadas y en lo relativo al papel defensivo, bastante discreto también. Se esperaba más de Kombarov que la simple parsimonia mostrada ante las embestidas de Chung Yong, muy activo y bailando al de Moscú cada vez que resultaba pertinente.

Fayzulin

5 |   No es de los habituales en la alineación rusa. Hoy salió en el once titular acompañando a Glushakov y dejando un rosario de balones perdidos que enfurecían a Capello. El medio centro de contención se situó un poco por delante de los defensas, haciendo de Busquets, salvando las distancias, claro está. En lo tocante al ataque, apenas se sumó un par de veces, y cuando lo hizo, dejó desguarnecida la zona de tres cuartos de ataque coreano, por lo que éstos, ante tal libertad, se movían por esa zona intentando batir desde lejos a un despistado Akinfeev. 

Glushakov

4 |   El mediocampista del Spartak estuvo, como su compañero, horrible. Ni en ataque, ni en defensa, ni distribuyendo ni haciendo fluir el juego. El nacido en Rostov fue una marioneta más de un partido que controló Corea en la sombra, marcando los compases que quiso gracias a un endeble centro del campo ruso que no hacía otra cosa que perder balones y dejar desnuda a su defensa. Dejó su lugar a Denisov en el 71, aunque con éste tampoco hubo una revolución positiva.

Samedov

6 |   El extremo fue el que salvó el partido y maquilló las arrugas del conjunto de Capello, aún por construir. Aunque no encontró pase y corrió como un condenado por banda numerosas veces, su trabajo no fue en balde. Las galopadas en la banda se sustantivaron en oportunos centros al área, provocó las dos primeras amarillas rivales, lo que se tradujo en una defensa más blanda aunque los amonestados fueron dos hombres de arriba. También cometió alguna que otra pérdida, pero las de éste se olvidan amén a su mordiente en el terreno de juego y, sobre todo, gracias a ese esfuerzo final que, de haberse prolongado, hubiera puesto contra las cuerdas a Corea.

Zhirkov

5 |   El medio izquierdo no hizo su mejor encuentro, aunque se salva del esperpento inesperado que los demás han ido cultivando. En el comienzo del partido fue el que llevó las riendas del peligro ofensivo ruso mediante buenos desmarques que a veces veía Fayzulin y degeneraban en alguna situación ventajosa para un Kokorin espeso que no atinó a conectar ningún balón de sus compañeros. 

Shatov

5 |  El joven media punta del Zenit es un ejemplo más de perlas del fútbol ruso que tienen aún que madurar. Se ve en él ese ímpetu de jugador con talento que no sabe que quiere hacer tantas cosas que, finalmente, no abarca ninguna. Bien es cierto que tomó el papel de extremo cuando Samedov o Zhirkov estaban fuera de posición y se las tuvo que ver con Yong y Suk-Young, aunque esa intención de querer liderar y llevar a la espalda a un combinado que se muestra adormilado ante un conjunto de habilidades y calidad muy inferiores, es tarea propia de titanes. Su actuación ha sido muy ramplona, incluso mala si se añaden cuantiosas pérdidas que pusieron aprietos a las líneas de atrás; la nota es mayor por ese esfuerzo que ha puesto en el verde, aunque no consiguiera los objetivos esperados y no hiciera olvidar a los aficionados a Dzagoev.

Kokorin

3 |  Noche para olvidar del delantero del Dynamo de Moscú. Su estreno mundialista fue deleznable. Ciertamente tampoco se puede calificar de nefasto, simplemente no apareció, como aquel niño que deja falta a clase y deja un examen sin hacer, cualquier nota sería injusta sin saber si ha estudiado o no. Kokorin materializa el símil, no acudió al partido, tan solo físicamente. Acierto inmenso su sustitución por un viejo conocido.

Dzagoev

5 |   El niño mimado del fútbol de los Urales volvió a escena y aunque no tuvo ocasión de mostrar el porqué es calificado como futuro de la selección, dejó alguna pista con buenas distribuciones a las bandas y un disparo que salió muy desviado. Capello rectificará y le sacará en lugar de Shatov.

Kerzhakov

6 |   Su sustitución por Zhirkov fue un alivio para todos los espectadores rusos. Ir perdiendo contra la cenicienta del grupo era algo catastrófico y más aún cuando tienes a una de las mejores plantillas nacionales de todos los tiempos. Con la entrada del veterano ariete del Zenit, el partido ganó en vida, al igual que el marcador para los rusos, que necesitó un desfibrilador como Kerzhakov para volver a carburar en buen estado. Su gol fue la pastilla adecuada para paliar el dolor de cabeza ocasionado por los guerreros Taeguk. El tanto en sí fue feo, deslucido, fruto de la suerte, pero su valor moral, incalculable. Por lo tanto, el suplente de Rondón, salvador notable del estrépito nocturno.

Denisov

S.C. |   Salió en el 71 por Glushakov y no mejoró lo hecho por éste. No se puede dar una puntuación exacta al jugador.

Árbitro: Néstor Pitana

7 |   El argentino estuvo muy correcto pese a tener fama de tomar decisiones controvertidas y muy discutibles. Amonestó con cartulina amarilla a Ja-Cheol, Sung-Yong y a Heung-Min por parte de Corea del Sur, y a Shatov, por parte de Rusia. En líneas generales, no creó polémica porque tampoco la hubo.