Nigeria venció (1-0) a Bosnia en la segunda jornada del Grupo F del Mundial de 2014. Fue un triunfo más que merecido y trabajado, ya que incluso pudo ser superior. Pese a que dominaron, sufrieron en la última jornada, donde les salvó la madera. Los ganadores tienen pie y medio en octavos de final a costa de eliminar a los hoy perdedores.

Nigeria fue en serio desde el inicio

Desde el inicio se vio mucho mejor a los africanos, que dominaron el balón y salieron con más intensidad y apretando arriba. Los robos rápidos eran aprovechados para llegar pronto al área rival, encontrándose con una defensa bastante despistada. Odemwingie, con una falta desde la frontal, pudo inaugurar el marcador a los seis minutos, pero el balón se fue rozando el palo.

Onazi y Obi Mikel sostuvieron al equipo y llegaron al área rival con facilidad

Pronto empezó a tratar de replicar el cuadro europeo por mediación de Besic, aunque la mandó por encima del larguero. La medular de las águilas verdes funcionaba y Obi Mikel probó desde cerca, aunque se le fue desviado. Su compañero de tareas, Onazi, también puso en apuros a Begovic, que tuvo que emplearse a fondo. Se volcaban en el campo contrario.

Pese a todo, Dzeko pudo cambiar la película en el ecuador del primer tiempo. El delantero anotó una buena jugada, pero fue invalidada por fuera de juego. Y con ello siguió el asedio nigeriano, estando cerca de marcar Musa, que no llegó a empujar un centro lateral. Por su parte, Hajrovic también tuvo su ocasión, pero no acertó, y Edin perdonó un mano a mano ante Enyeama que fue muy bien taponado en la escuadra.

Tras el fallo, cerca de llegar a la media hora de encuentro, Odemwingie encontró portería. El atacante remató en boca de gol un pase de Emenike y puso por delante a los suyos. Tras ello cedieron protagonismo a los bosnios, que tampoco lo aprovecharon. De hecho, durmieron el partido con circulación demasiado lenta y problemas en los metros finales, sin apenas inquietar la portería rival y con un único fallo de Dzeko desde el punto de penalti en una buena llegada por el flanco derecho.

Sin ideas de Bosnia

Bosnia volvió controlando el esférico, aunque volvió a dejar ver sus tremendas carencias en la creación de fútbol. Volvieron a tener problemas a la hora de abrir espacios y cada pérdida se convertía en un castigo, consiguiendo únicamente un disparo en los primeros diez minutos y sin inquietar. En cambio, Babatumde sí puso en problemas a Begovic con un disparo desde la frontal.

Nigeria volvió a apretar y demostró tener buen potencial arriba. Aprovechando una línea defensiva lenta, los atacantes hicieron que el guardameta tuviera que salvar en varias ocasiones y salir de su área para despejar balones comprometidos. Onazi y Mikel estuvieron muy serios en el medio del campo e impidieron llegadas peligrosas, consiguiendo defender bien en conjunto.

Dzeko tuvo el empate en la última jugada, pero la madera impidió que llegara

Se vieron pocas ideas en el combinado de Susic, que apostó todo a los balones largos al área que no encontraban destinatario. Así, sólo en un córner pudieron inquietar mediante Ibisevic, que cabeceó arriba. Todo eran despejes de los de Keshi, que estuvieron cómodos y no se vieron realmente preocupados en ningún momento, aunque sí dejaron de conectar con sus delanteros con tanta asiduidad.

El físico pareció pasar factura en los últimos minutos a los dragones, incapaces de buscar el triunfo de verdad y rendidos ante la asfixiante presión en el centro del campo. Bosnia cayó eliminada al ser incapaz de sentirse de verdad causando problemas y sólo una recepción y disparo a la media vuelta de Dzeko fue su arma, aunque terminó por ir al palo por la gran intervención de Enyeama. Nigeria, sin sufrir durante gran parte del choque pero sin sentenciar, consiguió una gran victoria que le deja segunda y con opciones de clasificarse.