Triste despedida de Irán de la Copa del Mundo. El conjunto persa llegaba a este encuentro con posibilidades reales de acceder por primera vez en su historia a los octavos de final. Para ello necesitaba ganar a la ya eliminada Bosnia y esperar que Argentina venciera a Nigera.

Si bien se dio lo segundo, lo primero no. Esto se debió al buen partido en general del conjunto balcánico, que salió a por todas buscando su primer triunfo en una fase final de un Mundial y lo consiguió, algo que trasladó alegría al país europeo.

Bosnia buscaba su primera victoria en un Mundial

Susic no quiso especular y sacó un once con todo, buscando la victoria y olvidándose de dar minutos a los menos habituales. Los iranís se plantaban con el mismo planteamiento defensivo que en los otros encuentros, aunque con la diferencia de que necesitaban ganar y no les servía el empate.

Tomó la manija Bosnia en el inicio, con la colaboración de los persas que renunciaron a llevarla ellos. Creaban cierto peligro los de Susic, sobre todo por la salida con excesivos hombre de Irán al contraataque. Aunque no era suficiente para anotar.

Pero la comodidad iraní terminó cuando Dzeko cruzó un buen disparo al palo largo, donde no llegó Haguigui, para por primera vez en lo que llevamos de torneo adelantar a los suyos en el marcador. Merecía el jugador del City un gol en este torneo.

Se animó el equipo de Queiroz tras recibir el tanto y solo la mala fortuna privó a Masoud del empate. El disparo del jugador de Las Palmas pegó en el travesaño y botó sobre la línea, la imagen no terminó de aclarar si entraba o no la pelota pero las nuevas tecnologías determinaron que no, como bien se observó en la repetición.

No tuvo ocasiones más claras los iranís en el primer tiempo e incluso Bosnia pudo sentenciar, pero no tuvo el acierto de Dzeko anteriormente. Llegabamos al descanso con 1-0, resultado que eliminaba a una Irán que sabía que con dos goles tenía pie y medio dentro por la momentánea victoria de Argentina.

Heydari salió en la segunda mitad a intentar dotar de profundidad a Irán. Los persas intentaron combinar más, pero se le notaba muchas carencias en los metros finales y cuando no, Begovic estaba excelentemente colocado. El muro bosnio era difícil de derrumbar.

Pjanic y Vrsajevic acabaron con las esperanzas persas

Y más lo era cuando Pjanic definió a la perfección una buena jugada balcánica para sentenciar el partido. Este gol sí hizo más daño a los de Queiroz, los cuales despertaban de su sueño de octavos.

Tras unos instantes de ritmo más bajo, con las dos selecciones buscaron en el tramo final maquillar el marcador. Sobre todo los persas que no habían anotado todavía ningún gol en el torneo, algo que nunca es plato de buen gusto.

Entonces lo consiguieron tras un fallo de marcaje en la defensa bosnia, lo que permitió que Nekounam asistiera al solitario Reza para que, a placer, marcara el único gol de los suyos en este torneo.

Quedaban ocho minutos más el descuento, era muy complicado pero si Irán anotaba dos tantos más forzaría el sorteo entre ellos y Nigeria para determinar quien pasa. Pero esta pequeña ilusión se fue rápido de las mentes persas, ya que con todo el equipo asiático volcado Bosnia trazó una perfecta contra que acabó con una definición de Vrsajevic que no pudo hacer nada Haguigui.

Los bosnios cerraban un partido en el que fueron muy superiores. Así festajaban al final una victoria con sabor agridulce, pues aunque no les vale para nada, se van de este Mundial con la satisfacción de conseguir una victoria y haber plantado cara a todos sus rivales.

Por su parte los iraníes se fueron con caras de decepción, ya que han visto una posibilidad única de llegar a octavos contras una selección ya eliminada. No hubo suerte, aunque por lo menos les queda el consuelo de haber competido muy bien en el grupo F, algo que la mayoría de expertos pensaban que no ocurriría.

Este encuentro supone el final de la era Queiroz en Irán. Susic en Bosnia, en cambio, es posible que siga al frente de la selección.